Una multitud de mujeres brasileñas ha copado este miércoles las calles de Brasilia, capital, para apoyar a la presidenta Dilma Rousseff ante intentos golpistas.
Más de 35.000 mujeres procedentes de las zonas rurales del país han recorrido varias calles de la capital hasta llegar al estadio multiuso Mané Garrincha, donde han sido recibidas por la mandataria.
No dejaremos que haya retrocesos. Seguiré trabajando por sus sueños y sin permitir ningún retroceso en las conquistas sociales y democráticas de nuestro país", afirma la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Los manifestantes que iban coreando lemas como "contra el golpe" y "Dilma no estás sola", tras afirmar que los intentos desestabilizadores impulsados por algunos sectores de la oposición constituyen una maniobra "golpista", se han comprometido a "luchar" en las calles.
Una de las organizadoras de la manifestación, en declaraciones a los medios locales, ha considerado que Brasil está en "un momento crucial" por lo que ha instado a las campesinas a "levantarse contra el odio, la intolerancia y el conservadurismo", y a "rebelarse contra todo intento de golpe".
Ante la congregación, la dignataria suramericana ha pronunciado un discurso en el que ha descrito el acto como "un espectáculo de sentido político", que muestra "la garra de las mujeres".
"No dejaremos que haya retrocesos. Seguiré trabajando por sus sueños y sin permitir ningún retroceso en las conquistas sociales y democráticas de nuestro país", ha afirmado Rousseff entre aplausos.Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
De acuerdo con la dignataria, la movilización femenina, en respaldo de la autonomía, la justicia y la democracia, ha logrado ser un escenario donde brilla la resistencia ante cualquier intento caótico de la oposición.
Antes del acto, las campesinas han marchado por la Explanada de los Ministerios, una céntrica avenida que concentra todos los edificios públicos, y han manifestado su rechazo a las tramas contra la democracia frente al Parlamento.
Estas marchas se realizan mientras que, según encuestas, Rousseff se ha convertido en la presidenta más impopular de la historia de Brasil, con un 71 % de ciudadanos que considera la gestión presidencial “mala o pésima”.
La larga lista de indicadores macroeconómicos negativos, la devaluación del real y el aletargamiento de la actividad en medio de un tenso ambiente derivado delescándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras contribuyeron a reducir la recaudación impositiva y a aumentar el déficit público en Brasil.Corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
En tanto, legisladores de la oposición planean llevar a la presidenta Rousseff a juicio político a raíz del escándalo de Petrobras en el que están involucrados miembros del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Por otra parte, han convocado a masivas protestas contra el Gobierno para el próximo domingo con las que aspiran repetir las masivas manifestaciones del pasado mes de abril, cuando los indignados brasileños pidieron la renuncia de la presidenta.
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