Según altos oficiales iraquíes, exfuncionarios de las agencias militares y de inteligencia de Saddam ocupan primeras posiciones en el grupo takfirí Daesh, informó el sábado la agencia de noticias estadounidense Associated Press.
Las mismas fuentes aseguran que entre 100 y 160 oficiales de la era Saddam se encuentran ejerciendo en posiciones de nivel alto y medio de esta banda terrorista, contribuyendo considerablemente a avances de Daesh en Irak y Siria.
Además señalan que estos colegas del exdictador iraquí gozan de la confianza de los dirigentes terroristas ya que están encargados de recopilar la información, espiar a las fuerzas iraquíes, mantener las armas y desarrollar un programa de armas químicas.
A este respecto, un ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) Patrick Skinner, consideró que los militares y oficiales de inteligencia de la era Saddam han sido un "ingrediente necesario" en los avances del grupo terrorista.
"Sus éxitos militares el año pasado no eran terroristas, eran éxitos militares”, añadió Skinner, señalando que estos terroristas realizan infiltraciones clásicas de inteligencia.
Otros informes indican que el líder del grupo takfirí Daesh, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, conoció a la mayoría de los exoficiales iraquíes en la prisión de Bucca, dirigida por Estados Unidos en la ciudad iraquí de Umm Qasr (sureste).
Por su parte, el jefe de una prominente unidad de inteligencia antiterrorista, que habló bajo condiciones de anonimato, indicó que los exprisioneros de Bucca están a cargo de las primeras posiciones en la dirección de la banda terrorista Daesh.
Las mismas fuentes aseguran que entre 100 y 160 oficiales de la era Saddam se encuentran ejerciendo en posiciones de nivel alto y medio de esta banda terrorista, contribuyendo considerablemente a avances de Daesh en Irak y Siria.
Además señalan que estos colegas del exdictador iraquí gozan de la confianza de los dirigentes terroristas ya que están encargados de recopilar la información, espiar a las fuerzas iraquíes, mantener las armas y desarrollar un programa de armas químicas.
A este respecto, un ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) Patrick Skinner, consideró que los militares y oficiales de inteligencia de la era Saddam han sido un "ingrediente necesario" en los avances del grupo terrorista.
"Sus éxitos militares el año pasado no eran terroristas, eran éxitos militares”, añadió Skinner, señalando que estos terroristas realizan infiltraciones clásicas de inteligencia.
Otros informes indican que el líder del grupo takfirí Daesh, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, conoció a la mayoría de los exoficiales iraquíes en la prisión de Bucca, dirigida por Estados Unidos en la ciudad iraquí de Umm Qasr (sureste).
Por su parte, el jefe de una prominente unidad de inteligencia antiterrorista, que habló bajo condiciones de anonimato, indicó que los exprisioneros de Bucca están a cargo de las primeras posiciones en la dirección de la banda terrorista Daesh.
El pasado abril, el Ejército iraquí anunció haber matado al exvicepresidente del régimen baasista, Izzat Ibrahim al-Duri, un estrecho colaborador del grupo terrorista Daesh, tras abatir a uno de los hijos de Al-Duri, Ibrahim al-Duri, que ejercía en las filas del grupo takfirí Daesh.
Hay evidencias de que la gran mayoría de los comandantes de Daesh son ex oficiales del régimen baasista que tratan de volver a formar parte de la estructura del poder de Irak utilizando a los extremistas.
Desde la toma de la ciudad iraquí de Mosul en junio de 2014, Daesh extendió su presencia en el norte y oeste de Irak, en donde ha cometido crímenes contra todas las religiones y comunidades, incluyendo musulmanes y cristianos de cualquiera etnia árabe o kurda.
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