El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha deplorado el "doble juego" de los países occidentales con los terroristas en Siria.
"Siempre resulta difícil jugar un doble juego: decir que se lucha contra los terroristas y al mismo tiempo intentar usar a una parte de ellos para (...) perseguir sus propios intereses" en Oriente Medio, ha criticado este jueves Putin.
Siempre resulta difícil jugar un doble juego: decir que se lucha contra los terroristas y al mismo tiempo intentar usar a una parte de ellos para (...) perseguir sus propios intereses" en Oriente Medio, ha declarado Vladimir Putin.
A su criterio, las potencias occidentales están utilizando a los terroristas como instrumentos con el fin de obtener su propio objetivo de derrocar a los gobiernos que no les interesa.
Además durante su intervención en el Club Internacional de Debates Valdái en Sochi (mar Negro), ha enfatizado que, si esos Estados siguen esta política, la posibilidad de controlar deshacerse de los takfiríes, se convertirá en una ilusión.
Por otra parte, "no hay que jugar con las palabras y clasificar a los terroristas en moderados y no moderados. ¿Qué diferencia hay? Probablemente (...) decapiten a la gente de modo moderado o con cortesía", ha ironizado el presidente ruso.
En este contexto, ha advertido de que si los países de Irak o Siria son ocupados por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), la “expansión” de esta banda a otros países del mundo será muy probable.
“El EIIL ha conquistado grandes territorios. ¿Cómo lo han logrado? Piensen que, en caso de capturar Damasco o Bagdad, los grupos terroristas podrían recibir prácticamente el estatus de poder oficial ¿Alguien piensa en ello?”, ha subrayado.
Asimismo ha rechazado la división de los terroristas en “moderados y no moderados”, ya que, ha dicho todos ellos actúan por dinero y no tienen ideología.
Refiriéndose a los ataques aéreos rusos contra posiciones del grupo takfirí EIIL en Siria, ha declarado que Moscú, a través de estos operativos, busca instaurar la paz en ese territorio.
Igualmente, ha destacado que la victoria militar sobre los elementos terroristas no va a solventar los problemas, sin embargo, ha proseguido, crea las condiciones para poner en marcha “un proceso político con participación de las fuerzas patrióticas en la sociedad siria”.
A petición del presidente sirio, Bashar Al-Asad, las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia comenzaron el pasado 30 de septiembre una campaña de bombardeos contra los objetivos de los grupos terroristas que operan en el territorio sirio y, según evidencias y reportes, cuentan con el apoyo de varios países regionales y occidentales.
Un avión de combate ruso.
Hasta el momento dichos bombardeos, aseguran funcionarios rusos y sirios, han tenido éxito y mejores resultados que los ataques aéreos de la llamada coalición anti-EIIL liderada por EE.UU. que al parecer ha causado víctimas civiles más que cualquier otra cosa.
El Ejército sirio, con apoyo aéreo ruso, ha podido llevar a cabo decenas de ofensivas y recientemente ha ido progresando en su recuperación del territorio que había caído en las garras de grupos terroristas como el Frente Al-Nusra y Daesh.
Desde 2011, Siria sufre a causa de la oleada de violencia causada por grupos terroristas que tratan de derrocar al Gobierno de Damasco. En estos conflictos han muerto más de 250.000 personas, según cifras divulgadas por el autodenominado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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