El embajador iraní en Damasco (Siria) criticó a Occidente por exigir la renuncia del presidente sirio, Bashar al-Asad, como un requisito para zanjar la crisis siria, y pidió respetar la soberanía nacional del país árabe.
“Bashar al-Asad es elegido por la nación siria y sólo ellos (sirios) tienen el derecho de decidir (sobre el futuro de su país). Nadie está autorizado a pedir su salida”, subrayó el jefe de la legación persa en Damasco, Mohamadreza Rauf Sheibani, ha informado este miércoles la agencia iraní de noticias Fars.
Bashar al-Asad es elegido por la nación siria y sólo ellos (sirios) tienen el derecho de decidir (sobre el futuro de su país). Nadie está autorizado a pedir su salida”, subrayó el jefe de la legación persa en Damasco, Mohamadreza Rauf Sheibani
Entrevistado por el diario británico The Guardian, el diplomático iraní rechazó cualquier injerencia de Teherán en los asuntos internos de Siria, como lo alegan algunos medios de comunicación extranjeros, y aseguró que la República Islámica sólo proporciona el asesoramiento militar al Ejecutivo y el Ejército sirios para capacitarles en la lucha contra el terrorismo.
“Nosotros ofrecemos asesoramiento militar al Gobierno y el Ejército sirios. Es muy natural que para hacerlo necesitamos observar de cerca las realidades de campo y nuestros asesores militares deberían tener una imagen y una percepción clara de los acontecimientos vigentes en el campo de batalla. No obstante, eso no significa que tengamos desplegado un gran número de tropas en Siria, ya que no jugamos un papel directo en el conflicto”, aseveró.
El jefe de la legación persa en Damasco, Mohamadreza Rauf Sheibani.
Instó a países opositores al Gobierno de Al-Asad a aprender de la experiencia de Libia, donde la intervención militar foránea aunque logró derrocar al exdictador Muamar Gadafi, dio lugar a la extensión del terrorismo y la devastación del país africano.
“En las actuales circunstancias y hasta que no se erradique el terrorismo en Siria, no puede haber otra sustitución (para Al-Asad)”, insistió, al tiempo que pidió a todos los países a respetar la soberanía nacional y la integridad territorial del país árabe.
Desde el primer día de la ofensiva terrorista en Siria iniciada en marzo de 2011 que ha cobrado la vida hasta el momento a más de 250.000 personas, Occidente, encabezado por EE.UU., ha exigido la destitución de Al-Asad y ha asegurado que la medida pondrá fin al derramamiento de sangre en el país árabe.
No obstante, con la prolongación del conflicto y la creciente oleada de refugiados sirios que llegan a Europa, tanto la Unión Europea (UE) como su aliado estadounidense han llegado a la conclusión de que el presidente debe ser parte de la solución para la crisis, aunque exigen todavía su renuncia.
El sábado, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, llamó a Rusia e Irán a convencer al presidente sirio de que acepte una solución negociada.
Kerry insistió de nuevo en que Al-Asad abandone el poder, aunque reconoció que podría participar en el proceso de transición política. "(Al-Asad) no tiene que irse el primer día ni el primer mes... Hay un proceso por el que todas las partes deben trabajar en conjunto para lograr un entendimiento sobre cuál es la mejor forma de alcanzar este objetivo", adujo.
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