Austria llamó a los países occidentales a involucrar a Irán, Rusia y el Gobierno de Damasco en la lucha contra el grupo terrorista ISIS (Daesh, en árabe).
"En mi opinión la prioridad es combatir el terrorismo. Esto no será posible sin potencias como Rusia e Irán", dijo el martes el canciller austríaco, Sebastian Kurz, a la prensa durante su visita a Irán.
En mi opinión la prioridad es combatir el terrorismo. Esto no será posible sin potencias como Rusia e Irán", dijo el martes el canciller austríaco, Sebastian Kurz.
De igual modo, insistió en que "necesitamos un enfoque pragmático común a este respecto que incluya la implicación de Al-Asad en la lucha contra el terror” de Daesh.
Kurz se mostró de acuerdo con el presidente iraní, Hasan Rohani, que señaló en la misma jornada que la prioridad en Siria incluye el fin de la violencia y la inseguridad y que luego “será el momento para hablar de temas políticos como la democracia y la oposición”.
El jefe de la Diplomacia austríaca acusó al mandatario sirio de cometer “crímenes” contra su pueblo, pero aclaró que cuando se habla del terrorismo y extremismo, la comunidad internacional debe unirse a Al-Asad para hacer frente a las amenazas que representan los grupos como EIIL.
"Uno no debería olvidar los crímenes que Al-Asad ha cometido, pero tampoco debería olvidar el punto de vista de que en esta lucha estamos en el mismo bando", sostuvo.
El presidente de Siria, Bashar al-Asad.
Aunque Estados Unidos y sus aliados critican a Rusia e Irán por su apoyo al Gobierno de Damasco reconocen que sería clave el papel que podrían desempeñar esos dos países para poner fin al derramamiento de sangre en Siria. También, se han dado cuenta de que la salida del poder de Al-Asad no solucionará la crisis siria.
Después de que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, reconociera que para acabar con el conflicto sirio se debe negociar con Al-Asad, otros países como Francia y España han llegado a la misma conclusión.
Desde marzo de 2011, Siria es escenario de sangrientos conflictos armados provocados por mercenarios procedentes de varios países del mundo, que reciben el apoyo de Occidente y sus aliados regionales para derrocar al Gobierno de Damasco.
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