El ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, ha calificado de imprescindible el papel de Irán y Rusia para resolver la crisis de Siria.
"Resolver la actual crisis en Siria esencialmente depende de la decisión que tomen los principales patrocinadores de ese país, en particular, Irán y Rusia", ha asegurado este miércoles Hammond en declaraciones ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento británico.
Resolver la actual crisis en Siria esencialmente depende de la decisión que tomen los principales patrocinadores de ese país, en particular Irán y Rusia", asegura el ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond.
El canciller británico ha afirmado que el Gobierno británico no está a favor de que al día siguiente el presidente sirio, Bashar al-Asad, y los miembros de su Administración tengan que irse, sino está dispuesto a aceptar que permanezca en el cargo durante el proceso de transición .
Al respecto, ha aclarado que Londres podría discutir la permanencia de Al-Asad en el poder siempre y cuando haya un proceso acordado, tanto con los rusos como los iraníes, que llevara un periodo de meses y que hubiera una transición de salida.
Según Hammond, Rusia e Irán son los países protagonistas capaces de allanar el camino para iniciar el proceso de una transición política en Siria, pues, a su juicio, el presidente de Siria ya debe marcharse.
El presidente sirio, Bashar al-Asad.
En todo caso ha recalcado que cualquier solución para acabar con la crisis en Siria tiene que ser política y no militar, no obstante, reconoce que el Reino Unido no es capaz de hacer que esto ocurra "hablando amablemente" con los diferentes actores en Siria.
"Pueden hacer eso, Rusia e Irán podrían tener una discusión hoy, hacer una llamada a Damasco mañana y cambiar el futuro de esta situación", ha añadido.
El canciller británico hace estas declaraciones sobre el rol de Irán y Rusia para encontrar una solución política en Siria, mientras Teherán y Moscú, en reiteradas ocasiones, han enfatizado que Al-Asad forma parte de cualquier medida política en Siria.
Al respecto, el pasado martes, el canciller de Francia, Laurent Fabius, descartó que la destitución Al-Asad normalice la situación caótica del país que ya lleva más de cuatro años.
Asimismo, el pasado lunes, el canciller español, José Manuel García-Margallo, tras afirmar que España respeta la integridad de Siria y el derecho a la autodeterminación de su nación, aseguró que su país está dispuesto a hacer todo a su alcance para finalizar esa crisis.
Manteniendo años de silencio ante una crisis, cuyas consecuencias como el caso de los solicitantes de asilo, afectaron el continente verde, Occidente ha admitido que debe respetar la soberanía de Siria y reconocer que Al-Asad y países como Irán son parte de la solución.
La violencia en Siria, desatada en 2011 por grupos terroristas apoyados desde el extranjero, ha causado la muerte de más de 240.000 personas y el desplazamiento de varios millones.
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