El 10 de diciembre de 2010 el FC Barcelona anunció un acuerdo conQatar Foundation para que patrocinase al equipo hasta 2016, a razón de 30 millones de euros anulaes. La nueva junta directiva del club, tras la victoria de Sandro Rosell en las elecciones, decidió cerrar el acuerdo y desplazar el nombre de Unicef de la camiseta del equipo. Mucho se criticó la decidión del nuevo presidente desde la junta directiva saliente, pero Rosell se apresuró a afirmar que "los valores de Qatar son los valores del Barça".
Más de tres años después de firmar el acuerdo, las sombras sobre el país no han dejado de crecer. A la polémica por el supuesto amaño en la elección del país como sede del Mundial de Fútbol de 2022 y las acusaciones de varias organizaciones de la ausencia de respeto de los derechos humanos con los trabajadores en un lugar en el que rige lasharía, ahora se unen las palabras del Gerd Müller, ministro alemán de Cooperación y Desarrollo, que acusa a Qatar de financiar al Estado Islámico (ISIS).
"Una situación como ésta siempre tiene un historial. Usted tiene que preguntarse quién les está armando, quién está financiando a las tropas del ISIS. La palabra clave es Qatar. ¿Y cómo tratar con estas personas y estados políticamente?", afirmó Müller en declaraciones a la cadena alemana ZDF que recoge la agencia Reuters.
Müller no entró en más detalles y acabó siendo desautorizado por el gobierno alemán, aunque el día anterior, el ministro de Economía y vicecanciller Sigmar Gabriel, aseguró que no se puede evitar "el debate sobre quién, ahora y en el pasado, suministró los medios financieros para armar al Estado Islámico" porque "esto no pudo hacerse con dinero".
Silencio desde Qatar
A pesar de las acusaciones, el silencio fue la respuesta desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar desde el que no se ha aclarado si tienen relación con el grupo que decapitó al periodista norteamericanoJames Foley y es el principal financiador de uno de los grupos terroristas más peligrosos. Además, también se le vincula con Hamas en Palestina y desde Israel se da por hecho que es una de sus fuentes de ingresos.
El fútbol se ha convertido en los últimos años en otro de las poderosas inversiones económicas del país. Equipos como el Manchester City y el Paris Saint-Germain pertenecen a algunos de los hombres más ricos del país y el Barcelona luce su patrocinio por Europa, mientras crecen las voces que critican los valores de uno de los países más ricos del mundo.
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