El semanario satírico francés Charlie Hebdo se burla de todo, sin retenerse ni ante la muerte de más de 200 personas: sus ilustraciones sobre la caída del avión ruso han provocado la ira de Rusia.
“En nuestra opinión, esto en nuestro país solo puede llamarse de una forma: blasfemia. No tiene nada que ver ni con la democracia ni con la libertad de expresión. Es una blasfemia”, ha recalcado hoy viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En nuestra opinión, esto en nuestro país solo puede llamarse de una forma: blasfemia. No tiene nada que ver ni con la democracia ni con la libertad de expresión. Es una blasfemia”, declara el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov se refería a las caricaturas publicadas por la revista francesa sobre el Airbus A321 ruso que se estrelló el pasado sábado en la península del Sinaí (Egipto) mientras realizaba el trayecto Sharm el-Sheij-San Petersburgo, causando la muerte a las 224 personas que viajaban a bordo de la aeronave.
El vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que nadie apoya este tipo de publicaciones y bromas, y ha insistido en que, por el contrario, muchas personas se sienten ofendidas, en particular en el país euroasiático.
Aunque la divulgación de las caricaturas de Charlie Hebdo no influirá en las relaciones entre Moscú y París, según ha afirmado Peskov, la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso) ha aprobado en la misma jornada una declaración de condena a las publicaciones.
En la mencionada declaración, los diputados rusos advierten de que dichas publicaciones sí podrían perjudicar las relaciones entre Rusia y Francia y reclaman explicaciones al Gobierno galo.
Durante el debate parlamentario, el presidente adjunto de la Duma, Ivan Melnikov, ha calificado lo publicado por Charlie Hebdo como una “burla sucia”de un “cinismo flagrante”, antes de preguntarse por el juicio de la opinión pública francesa sobre las ilustraciones.
Los restos del Airbus A321 caído en la península egipcia del Sinaí.
Por su parte, el vicepresidente primero del Comité de Defensa del Senado ruso, Frants Klintsevich, ha hecho saber que “Rusia espera explicaciones por parte del ministro de Cultura francés”, por más que la revista actúe en nombre propio, ha recalcado.
En este contexto, Klintsevich ha recordado el ataque perpetrado el pasado 7 de enero contra la redacción de Charlie Hebdo, que costó la vida a 12 personas, y ha expresado su sorpresa por que esta revista se burle ahora de la caída del avión ruso tras las muestras internacionales de simpatía recibidas frente al atentado, con la campaña Je suis Charlie (“yo soy Charlie”).
De hecho, en respuesta a las publicaciones, la agencia rusa de noticias Sputnikha informado de que se ha iniciado en las redes sociales una contra-campaña con el lema en fra Je ne suis pas Charlie (“yo no soy Charlie”) —a través de la etiqueta #JeNeSuisPasCharlie—.
Las caricaturas de Charlie Hebdo sobre la caída del avión ruso en la península egipcia del Sinaí ha recibido duras críticas por parte de los usuarios de las redes sociales.
Cabe evocar que no es la primera vez que Charlie Hebdo ha generado polémicas con sus caricaturas; a mediados del pasado mes de septiembre, difundió un dibujo satírico del niño sirio de 3 años Aylan Kurdi, hallado muerto en una playa de Turquía tras intentar alcanzar las costas europeas.
El padre del niño, Abdolá Kurdi, lamentó la publicación de las caricaturas sobre la muerte de su hijo señalando que “estos horripilantes dibujos no solo me conmocionaron a mí, sino a muchas personas de todo el mundo”.
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