sábado, 5 de marzo de 2016

“La Alianza sionista-saudí Declara la Guerra a la Resistencia (Hezbolá)”

Los regímenes feudales del Golfo han sacado a la luz lo que hasta ahora decían en las salas cerradas: el partido de la Resistencia (Hezbolá) es una organización terrorista, inaugurando de esta forma una nueva fase de una alianza, hasta ahora secreta, con el eterno enemigo sionista.

La vergonzosa declaración ha llegado unos días después de que la cadena de televisión hebrea “Canal 10” haya informado sobre la visita de una delegación israelí de “alto nivel” a la capital de Arabia Saudita, Riad, hace unas semanas.

Los seis países miembro del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) (Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Omán) han designado a Hezbolá como una organización terrorista, aumentando el nivel de su guerra contra el movimiento de la Resistencia que humilló a los israelíes en el 2000 y los derrotó en 2006, luchó contra los grupos takfiríes (Daesh y sus colegas) en Siria, además de respaldar a la causa palestina.

La agresión contra la Resistencia se ultimó este miércoles con la declaración final de la conferencia de ministros árabes del Interior, celebrada en Túnez, adoptando la decisión del CCG de incluir a Hezbolá en su “lista negra”, si bien el ministro del Interior de Líbano, Nuhad al Mashnuq, ha expresado su objeción a declarar Hezbolá como “terrorista”, asimismo, Iraq ha expresado sus reservas.

Al final, el régimen de Al Saud confesó el pecado y sacó a la luz las relaciones entre Arabia Saudí y la entidad sionista, tras décadas de cooperación secreta y conspiraciones contra los movimientos de resistencia libanesa y palestina, y contra Siria.

La decisión de los “golfos” no ha sorprendido a Hezbolá. Esta medida era prevista después de que las presiones israelíes y saudíes fracasaran en el seno del Consejo de Seguridad a que condenara la Resistencia. Las informaciones sobre la visita del jefe de Mossad israelí, Yossi Kohen, a la cabeza de una delegación, a Arabia Saudí y sus encuentros con altos mandos del reino wahabí, revelan que ambos acordaron unir los esfuerzos para “golpear la Resistencia” en Líbano.



Por consiguiente, el discurso del secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrolá, antes de ayer, advertía de medidas ya conocidas de antemano. El líder de la Resistencia acusó a Arabia Saudí de empujar a Líbano a una nueva fase de conflicto político ante las medidas tomadas contra los libaneses, como la suspensión de ayudas al Ejército libanés, la expulsión de emigrantes libaneses del territorio saudí y pedir a los saudíes no viajar a Líbano. Nasrolá también criticó a Arabia Saudí por dirigir ataques con coches bomba en Líbano.

Según fuentes próximas a Hezbolá, la decisión saudí viene en el marco de “las guerras saudíes en Siria, Iraq e Yemen, y la ocupación de Bahréin”. Se trata de “un anuncio de una alianza saudí-israelí contra la Resistencia y el pueblo libanés, y la implicación directa (de Arabia Saudí) en eliminar la causa palestina”, opinan las fuentes.

Arabia Saudí, junto a Qatar y Turquía, es la principal fuente de financiación a los grupos terroristas que operan en Siria e Iraq, como Daesh y Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaeda. Asimismo el régimen de Al Saud fomenta la doctrina takfirí en el mundo a través de escuelas e instituciones abiertas en todo el mundo.

“Arabia Saudí no tiene derecho a calificar a un movimiento resistente al mismo tiempo que apoya y financia a organizaciones terroristas como Daesh y Al Nusra y alimenta la cultura wahabí en el mundo. La Resistencia toma su legalidad de su lucha contra el enemigo israelí y del apoyo del pueblo, mientras Arabia Saudí es la Madre del Terrorismo en el mundo”, afirman las fuentes.

Pese a que Hezbolá todavía no ha declarado respecto a la decisión de los “golfos”, muchas fuerzas políticas en Líbano han condenado y rechazado el “vergonzoso anuncio”, incluso los partidarios de Arabia Saudí en Líbano se han mostrado cautos al declarar.

El movimiento de Resistencia Palestina “Yihad Islámica” ha afirmado que “Hezbolá tiene un largo historial de lucha contra el enemigo sionista y apoyo a la causa palestina. Rechazamos que cualquier parte árabe coincida con la postura israelí de calificar a Hezbolá como organización terrorista”.

El ministerio de Exteriores sirio ha condenado la decisión saudí considerando que “refleja el apuro saudí y roba la voluntad al pueblo árabe en el Golfo que rechaza tener relaciones con el enemigo israelí tanto como rechaza la guerra contra Siria”.

En el mismo sentido ha sido la postura del Ministerio de Exteriores de Irán, considerando que “Hezbolá es un movimiento resistente contra la entidad sionista, calificándolo terrorista entra en el complot contra la Resistencia y beneficia al enemigo israelí”.

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