El ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al-Yubeir, urge al presidente sirio, Bashar al-Asad, a elegir entre la opción militar y la opción política, que consiste en su renuncia al poder.
“Bashar al-Asad debe dejar el poder o través de la opción pacífica o a través de la opción militar (...) Tiene que elegir entre estas dos opciones”, ha sostenido este domingo el canciller saudí.
Bashar al-Asad debe dejar el poder o través de la opción pacífica o a través de la opción militar, tiene que elegir entre estas dos opciones”, ha sostenido este domingo el canciller saudí, Adel al-Yubeir.
En declaraciones durante una rueda de prensa conjunta en Riad, capital saudí, con su par danés, Kristian Jensen, Al-Yubeir ha considerado que “no hay lugar para Bashar en Siria”.
En este sentido, ha alegado que “creo que el respeto a la tregua sería un importante indicador de la seriedad para llegar a una solución pacífica a la crisis siria, que incluiría la creación de una autoridad de transición y la transferencia del poder de Bashar a ese consejo”.
De hecho, ha acusado a Rusia y Siria de violar el alto el fuego, y ha informado del registro de “violaciones de la tregua por parte de la Aviación rusa y de la Aviación siria”.
Al respecto, Al-Yubeir ha alegado que el Gobierno de Damasco tiene que acatar la tregua para, de esa manera, permitir la solución política de la crisis: “Si Moscú actúa sinceramente, tiene que ayudar a Al-Asad en proteger la tregua”.
Según el canciller saudí, si se demuestran las violaciones de Rusia y Siria a la tregua iniciada a primeras horas del sábado, habría un “plan B” para el caso, sin detallar sus características y condiciones.
En reiteradas ocasiones, el ministro saudí de Asuntos Exteriores ha pedido la salida del presidente sirio del poder; la última tuvo lugar el pasado 13 de febrero, cuando Al-Yubeir advirtió de que si la vía política fracasa, Al-Asad será apartado por la fuerza.
Todas estas declaraciones dañan la búsqueda de una solución política para la crisis que azota el país árabe desde marzo de 2011, con un saldo de más de 270.000 muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres (capital británica).
Distintos informes indican que Riad, miembro de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., suministra apoyo logístico y militar a los integrantes de Daesh (acrónimo en árabe del EIIL) y financia a los grupos extremistas que operan en Siria.
Desde el inicio de los conflictos en Siria, Damasco ha acusado a Riad y a otros de sus aliados de ser el “patio trasero” de los grupos extremistas como el grupo terrorista takfirí EIIL y la principal arteria que proporciona el "elixir de la vida" al terrorismo.
El pasado 31 de octubre, Nicolás Dhuicq, miembro de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional de Francia, acusó a Arabia Saudí y Catar de financiar a Daesh en Siria e Irak para recuperar su influencia en Oriente Medio.
Pese a todo esto, el pasado 4 de febrero, el portavoz militar de Riad, el general de brigada Ahmad al-Asiri, comunicó que su país estaba dispuesto a participar en cualquier operación terrestre liderada por EE.UU. en suelo de Siria.
Dos días después, fuentes militares saudíes desvelaron que Arabia Saudí y sus aliados estaban entrenando a una unidad, integrada por 150.000 soldadossaudíes, egipcios, sudaneses y jordanos, para realizar una eventual intervención militar por tierra en Siria.
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