Las mujeres palestinas son resistentes a una triple opresión: principalmente, la generada por la ocupación israelí pero, también, por la causada por el patriarcado y, de forma muy relevante, la opresión generada por la mirada occidental que las recluye a su papel más doméstico, negándoles todos los espacios públicos que, de hecho, tradicionalmente han venido ocupando.
Bastión de lucha y de dignidad, las mujeres palestinas son una inspiración y un ejemplo para las mujeres y los hombres que soñamos con un mundo mejor.
“Feminismo es la idea radical de que las mujeres somos personas” (Angela Davis)
Las mujeres palestinas son resistentes a una triple opresión: principalmente, la generada por la ocupación israelí pero, también, por la causada por el patriarcado y, de forma muy relevante, la opresión generada por la mirada occidental que las recluye a su papel más doméstico, negándoles todos los espacios públicos que, de hecho, tradicionalmente han venido ocupando. Ellas han estado presentes en todos los sectores de la sociedad: en las asociaciones, en el trabajo, en los partidos políticos, en las manifestaciones, en los mercados…
Ante la necesidad de cambio del modelo social patriarcal actual a uno más justo e equitativo, son necesarias acciones que nos aparten de la mirada androcéntrica y colonial que ha infrarepresentado, ocultado y desvalorizado a las mujeres a lo largo de la historia, a través de estereotipos que han perpetuado la desigualdad entre hombres y mujeres.
Con el proyecto ‘Mujeres Rumbo a Gaza’ pretendemos visibilizar a las mujeres palestinas como agentes activos, a lo largo de la historia, en la resistencia y en la lucha contra la ocupación de Palestina.
Las mujeres palestinas promueven y protegen el patrimonio cultural de su pueblo. Ellas desafían el toque de queda, el bloqueo y las balas. Ellas organizan y prestan servicios de educación y salud en aldeas y campos de población refugiada. Ellas construyen casas para los niños y las niñas huérfanas. Ellas conducen el boicot a la entidad sionista. Ellas organizan cocentraciones y marchas para exigir la liberación de sus familiares y amigas de las cárceles israelíes. Ellas salen a las calles en protesta por la brutalidad de la ocupación militar israelí y del bloqueo; resiste a la fuerza ocupante y se niega a permanecer en silencio.
Las mujeres palestinas son todas las mujeres que plantan sus campos, todas las que defienden sus tierras. Son las miles de mujeres palestinas que continúan firmes a pesar de las opresiones. Son el gran número de mujeres que sueñan con el regreso a Palestina. Son las muchas luchadoras que nunca descansan. Son las compañeras de la resistencia, luchadoras y el símbolo de la constancia. Son las hijas de Palestina.
“Sólo quiero morir en mi tierra, que me entierren en ella; fundirme y desvanecerme en su fertilidad, para resucitar siendo hierba en mi tierra; resucitar siendo flor, que deshoje un niño crecido. En mi país. Sólo quiero estar en el seno de mi patria. Siendo tierra. Hierba. O flor” (Fadwa Tuqan)
Por esos y tantos otros motivos, mujeres libres y combativas de todo el mundo saldremos a navegar para romper el bloqueo a Gaza.
Laura Arau, miembro de Rumbo a Gaza
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