EE.UU. y sus aliados quieren que las operaciones militares de Rusia en Siria vayan "horriblemente mal" porque el éxito de Moscú anuncia una aplastante derrota para las "maquinaciones occidentales de cambio de régimen", sostiene el periodista Finian Cunningham. "También sería una señal del reparto de poderes alejándose de la hegemonía estadounidense", añade.
Desde el inicio de la campaña de bombardeos aéreos de Rusia contra los grupos terroristas en Siria, que comenzó el pasado 30 de septiembre, "Washington y sus aliados occidentales han tratado de desacreditar y hacer fracasar la intervención de todas las formas posibles", afirma el periodista y experto en asuntos internacionales Finian Cunningham en RT.
Cunningham recuerda que el presidente estadounidense Barack Obama "se burló diciendo que (la campaña) estaba condenada al fracaso, mientras que el primer ministro británico, David Cameron, calificó el movimiento ruso de grave error por parte de [Vladímir] Putin".
¿Existen 'rebeldes moderados' en Siria?
"Esta semana, ministros de Exteriores de la UE han amplificado las afirmaciones estadounidenses de que los ataques aéreos rusos apuntan hacia los 'rebeldes moderados'", relata el experto, añadiendo que "ha sido ampliamente documentado" que esta acepción "es una especie de ficción promovida por los gobiernos occidentales y sus medios de comunicación para cubrir la ayuda occidental a los mercenarios extranjeros que luchan ilegalmente en Siria para derrocar al Gobierno soberano".
Eficacia de la operación
Según Cunningham, una de las razones radica simplemente en que "la operación de Putin está siendo muy eficaz en la destrucción de las redes terroristas, ya estén asociadas al Estado Islámico o a la gran cantidad de mercenarios afiliados a Al Qaeda".
"Estos últimos incluyen brigadas del llamado 'Ejército Libre de Siria' que comparten armas y combatientes con las franquicias de Al Qaeda: Frente Al Nusra, Ahrar al Sham y Jaish al Fatah, entre otros", explica.
"Rusia destruye los activos de cambio de régimen occidentales"
"Las eficaces operaciones antiterroristas de Rusia -en contraposición a la ineficaz así llamada 'operación antiterrorista' liderada por EE.UU.- están causando angustia en Washington y entre sus aliados, precisamente porque Moscú está ayudando a destruir los activos de cambio de régimen occidentales", indica el periodista.
Así, según Cunningham EE.UU. y sus aliados quieren que la operación militar rusa vaya "horriblemente mal" porque su éxito "anuncia una aplastante derrota para maquinaciones de cambio de régimen occidentales". "También sería una señal del reparto de poderes alejándose de la hegemonía estadounidense", añade.
"No hay que olvidar los miles de millones de dólares que han sido 'invertidos' por Washington, Reino Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita y Catar para derrocar al Gobierno sirio liderado por Bashar al Assad, en parte, con el fin de socavar a sus aliados en Rusia e Irán", hace hincapié el experto.
"Quedan al descubierto el fraude y la criminalidad occidentales"
Además, Cunningham señala que "las razones del enfado occidental por la intervención de Rusia en Siria es que se están exponiendo el fraude y la criminalidad de las potencias occidentales y de los regímenes regionales afines". "Rusia está llevando a cabo operaciones legales en virtud del derecho internacional, con el pleno consentimiento del Gobierno sirio, a diferencia de la coalición liderada por EE.UU. que está bombardeando el país ilegalmente", indica.
"Washington quiere y necesita que Rusia falle en Siria. Estando en juego la guerra sucia de EE.UU., no solo en Siria, sino en toda la región. El éxito de Rusia sería demasiado difícil de soportar para las ambiciones hegemónicas de Washington", sentencia el experto.
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