Un alto mando de la Fuerza Aérea rusa declaró ayer que Rusia dejará de utilizar el sistema GPS de Estados Unidos para bombardear las posiciones de los terroristas en Siria, a causa de los obstáculos intencionales y de las informaciones falsificadas que suministran los satélites de posicionamiento.
“Estados Unidos manipula las informaciones de su sistema GPS, desorientando los sistemas de transportes mundiales”, manifestó el general Anatoli Nistchuk, comandante de la 15 Base de la Fuerza Aérea rusa a un grupo de periodistas.
“En varias ocasiones Estados Unidos ha utilizado este método. Es la razón por la cual Rusia ha perdido la confianza en ese sistema y prefiere servirse de los datos de sus propio satélites”, dijo el general ruso.
“Rusia utilizará su sistema Glonass, que asegura un cobertura total del mundo: los análisis efectuados muestran que el rival manipula las informaciones para el logro de sus propios objetivos”, concluyó el militar ruso.
Desde la guerra de Ucrania los sistemas de posicionamiento vía satélite GPS y Glonass han entrado en una dura pugna militar y técnica, formando parte del bloqueo y las sanciones imperialistas contra Rusia.
El año pasado Estados Unidos no permitió que Rusia instalase sobre su territorio estaciones para su sistema Glonass, lo que dio lugar a las represalias correspondientes por parte de los rusos contra el sistema GPS sobre su territorio.
Originalmente llamado Sistema de Posicionamiento Global Navstar, el actual GPS lo diseñó el Pentágono en 1973 para uso militar y costó 12.000 millones de dólares. Las pruebas comenzaron el año siguiente, pero el primer satélite GPS operativo no se lanzó hasta 1978.
Lo mismo que la informática o internet, el GPS es una tecnología que tiene su origen en la Guerra Fría y está sometida a los mismos principios imperialistas de vigilancia y control.
El Pentágono tiene una política conocida como disponibilidad selectiva, por la que las señales de mayor precisión emitidas por los satélites del GPS quedan estrictamente reservadas para militares. En la actualidad, los satélites GPS emiten dos tipos de señales: una señal civil, con una precisión de hasta 30 metros, y una segunda señal que únicamente pueden descifrar los militares y que tiene una precisión de 18 metros.
Además, el Pentágono se reserva el derecho a falsificar los datos de posicionamiento, introduciendo errores en cualquier momento en la señal civil para reducir su precisión a unos 90 metros. Es lo que han intentado hacer con los aviones rusos para inducirles a cometer errores, que les conduzcan a bombardear objetivos civiles y matar a inocentes.
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