miércoles, 22 de julio de 2015

Gobierno boliviano denuncia ataques violentos de la ultraderecha

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, ha denunciado este miércoles los ataques violentos de la ultraderecha en Potosí (sur) contra ministros y periodistas.

“Quiero denunciar el atentado contra los ministros, haber dinamitado el Ministerio (de Gobierno), es un atentado contra los periodistas que estaban pacíficamente con sus cámaras, están las imágenes”, ha manifestado García Linera en una rueda de prensa en La Paz, capital boliviana.

Quiero denunciar el atentado contra los ministros, haber dinamitado el Ministerio (de Gobierno), es un atentado contra los periodistas que estaban pacíficamente con sus cámaras, están las imágenes”, manifiesta García Linera.

Horas antes de las declaraciones del vicepresidente de Bolivia, un grupo de mineros, incitados por dirigentes del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), hizo detonar varios cachorros de dinamita y lanzaron piedras contra las instalaciones del Ministerio de Gobierno, donde el gabinete de ministros se encontraba reunido.

Según informan medios locales, como el atacado ministerio se encuentra en un barrio donde se encuentran la mayoría de legaciones diplomáticas acreditadas en Bolivia, el consulado de Alemania también resultó afectado.

En esta línea, el alto funcionario del país andino ha catalogado lo ocurrido como un hecho muy grave y ha asegurado que la dirigencia derechista recurre a la violencia para ocultar la verdad y "eludir el debate cara a cara".

Asimismo, ha enfatizado que las acciones de los dirigentes agresivos de la ciudad de Potosí (sur) buscan cargos públicos y no por los intereses del pueblo potosino.

“El pueblo del Potosí está siendo manipulado por una camarilla que aspira a cargos públicos”, ha advertido.

Al referirse al 15 días del conflicto que vive el país y la negativa de la contraparte en aceptar sistemáticamente el diálogo a fin de resolver sus demandas, ha cuestionado que no se puede entender que cada vez que la “solución está tocando la puerta” los dirigentes de la derecha, buscando enfrentamientos, “le dan la espalda" y generan más violencia.


Por otra parte, ha deplorado que algunos medios de comunicación respalden las acciones desestabilizadoras promovidas por esos sectores de Bolivia.

Disposición del Gobierno a dialogar

El vicepresidente del país suramericano, tras dejar claro que el Gobierno del presidente, Evo Morales, tiene disposición de dialogar con los dirigentes de la ultraderecha, ha reprochado la conducta de los dirigentes opositores que “no asistieron a la convocatoria de diálogo”.“Retroceden y cambian de actitud”, ha criticado.

El Gobierno no va a renunciar al diálogo, ha recalcado García Linera, si bien, ha dicho que a fin de evitar nuevos actos de agresión contra los ministros, se tiene que crear una serie de condiciones al respecto.

“Convocamos nuevamente al diálogo de frente ante las cámaras de televisión sin parar hasta la parte final pero que (la Comcipo) no ponga en riesgo a los ministros, ni a los periodistas” ha puntualizado el vicepresidente para luego añadir que el presidente Morales estará presente en la firma final de este proceso de diálogo.

Dos semanas después que el Gobierno del presidente Rafael Correa denunciara un intento de "golpe blando" en Ecuador, sacudida también por una serie de protestas de la derecha, mineros privados y miembros del Comcipo atacaron con dinamita varios puntos en barriadas populosas de La Paz.


Las protestas de los habitantes de Potosí bloquearon las vías férreas y el aeropuerto. 17 de julio de 2015.

Comcipo busca dialogar solo con el jefe de Estado para plantear sus demandas, entre las cuales figuran la construcción de un complejo y una planta hidroeléctrica, una planta de energía eólica, un aeropuerto internacional, tres hospitales, dos represas, un paquete de proyectos viales y tres fábricas (vidrio, cal y cemento).

En este medio, Morales aseguró que el 98 % de las peticiones de los residentes de Potosí se han cumplido y no es necesario reunirse con sus dirigentes.

El 19 de este mes, el presidente boliviano culpó a Chile por provocar tales manifestaciones y tratar de crear confusiones en medio del buen momento que estaba viviendo Bolivia con la llegada del papa Francisco.

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