Los informes de inteligencia de las fuentes diplomáticas europeas revelan la implicación de cazas del régimen saudí y de Jordania en los ataques de la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe) contra posiciones de fuerzas voluntarias iraquíes.
Según indicó el domingo una fuente de seguridad iraquí, citada por Radio Osten, la operación clandestina de la aviación militar de Arabia Saudí y Jordania se realizó durante los últimos seis meses en coordinación con el mando de las fuerzas de dicha coalición.
Con estos bombardeos, Riad y Amán buscaron impedir el avance de las fuerzas voluntarias chiíes iraquíes, sobre todo, al-Hashdi al-Shaabi (movilización popular), hacia las posiciones de Daesh y los partidarios del fallecido exdictador iraquí, Sadam Hussein en Tikrit, en el centro del país árabe, agregó la fuente.
Por otro lado, los cazas saudíes desempeñaron un rol destacado en suministrar municiones a los integrantes takfiríes y los militares afines al anterior régimen dictatorial.
De igual forma, revela que las autoridades saudíes y jordanas quitaron la etiqueta y la bandera de los países respectivos de los cazas para evitar que sean identificados por las fuerzas iraquíes.
En agosto de 2014, Washington y varios de sus aliados regionales formaron una coalición para supuestamente destruir las posiciones de Daesh en Irak por medio ataques aéreos, en septiembre del mismo año extendieron su campaña de ataques aéreos en Siria sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo, hasta el momento no ha habido resultados palpables y sus bombardeos solo han contribuido a la destrucción de las infraestructuras vitales de Irak, independientemente de la muerte de civiles, entre ellos mujeres y niños.
Además, en reiteradas ocasiones los aviones de combate de la coalición liderada por EE.UU. han lanzado grandes cantidades de armas y municiones a los elementos del EIIL en Irak y Siria, alegando que se trata de un error.
En pasado mayo, los aviones de combate de la llamada coalición bombardearon una posición de las fuerzas voluntarias iraquíes, cerca de la ciudad capitalina de Bagdad, y destruyeron la fábrica de municiones junto con una parte de las armas guardadas en un almacén perteneciente a los combatientes iraquíes.
El pasado junio, al menos 6 soldados iraquíes murieron y otros 8 sufrieron heridas en un ataque aéreo de la llamada coalición anti-EIIL, en Al-Anbar.
Varios líderes políticos, incluidos el presidente ruso Vladimir Putin, y mandatario sirio, Bashar al-Asad, siempre cuestionaron la buena voluntad y la efectividad de la campaña de ataques antiterroristas de la llamada coalición.
Con base en cifras del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), las incursiones aéreas de los aviones de combate de la coalición han matado solo en Siria a al menos 162 civiles.
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