domingo, 7 de junio de 2015

Sayyed Hassan Nasrallah: la Resistencia no entrará a Arsal, pero la batalla contra takfiríes continúa

  
El Secretario General de Hizbulah aseguró que la Resistencia no entrará a la localidad de Arsal debido a que la liberación de esta urbe es responsabilidad del Ejército de El Líbano, pero que la batalla contra los takfiríes continuará.
“No tememos a una guerra ni a las amenazas de Israel, cualquier ataque será respondido”, aseguró el líder del Movimiento de Resistencia Libanesa (Hizbulah) durante su discurso televisado en Beirut.
Sobre las últimas maniobras enemigas, Nasrallah prometió desplazar a millones de israelíes, si el Gobierno sionista declara la guerra a El Líbano, y defendió el rol del Ejército regular Libanes en Arsal.
La alocución por videoconferencia, para conmemorar una efeméride de los musulmanes chiitas, se produjo semanas después de que un oficial del Ejército sionista aseveró que podrían atacar aldeas y otras áreas civiles libanesas en una futura confrontación con Hizbulah.

Declaró que el régimen israelí no debe pensar que Hizbulah sólo está preocupado por las operaciones en Siria contra los grupos terroristas. De hecho, si Israel decide atacar a El Líbano, el mundo debe esperar una respuesta fuerte por parte de Hizbulah, afirmó.

Subrayó que pese a toda la propaganda en su contra, Hizbulah obtuvo muchas victorias en la región de Al-Qalamun, situada en la frontera sirio-libanesa, y la liberó de la presencia de miembros del grupo terrorista Frente Al-Nusra.

Al referirse a los ataques aéreos contra Yemen, Sayyed Hassan Nasrallah subrayó que Arabia Saudí debe poner fin al bloqueo y la agresión contra su país vecino, donde desde el pasado 26 de marzo han muerto más de 4000 personas, de acuerdo con informaciones suministradas por
varias organizaciones pro derechos humanos.

El líder chiita reiteró que los combatientes de Hizbulah no temen volver a enfrentarse a Israel en una confrontación armada ni sucumben ante las amenazas.

Finalmente, alertó que dichas amenazas se insertan en la guerra psicológica, pero al mismo tiempo demuestran a libaneses y a otros pueblos de Medio Oriente que el enemigo israelí "sigue siempre presente", aunque en Tel Aviv interpreten que "las cosas han cambiado" y ahora "pueden ser derrotados".

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