En Argentina, cientos de miles de personas han inundado las calles de la capital, Buenos Aires, para expresar su apoyo a la presidenta Cristiana Fernández de Kirchner después de que ella fuera absuelta de los cargos sobre encubrimiento de un atentado con bomba contra el centro judío AMIA en 1994 que habían sido planteados por círculos sionistas en Argentina.
El domingo, unas 300.000 personas se manifestaron junto al Congreso de Argentina en Buenos Aires para escuchar la retransmisión de el discurso sobre el estado de la unión de la presidenta ante los legisladores.
La manifestación siguió a la decisión de un juez de desestimar los cargos contra Fernández por carecer de base.
La pasada semana, el juez federal de Argentina Daniel Rafecas rechazó los cargos de encubrimiento presentados contra Kirchner por un fiscal, Alberto Nisman, conocido por lanzar acusaciones sin fundamento contra Irán y la presidenta argentina, y que apareció muerto poco antes de que tuviera que acudir ante el Congreso a rendir cuenta de sus acusaciones.
Nisman, cuyo cuerpo apareció en su apartamento en Buenos Aires el 18 de enero, había acusado a Fernández de encubrir el supuesto papel de este país en el ataque contra AMIA.
Fernández ha rechazado tales acusaciones, afirmando que las alegaciones del fiscal carecían de base y eran absurdas.
“Lamento su muerte como lamento la muerte de cualquier argentino o de cualquier ser humano”, dijo Fernández el domingo en referencia a Nisman, añadiendo “el caso AMIA no puede continuar siendo utilizado como instrumento político”.
El régimen israelí y sus agentes sionistas en Argentina acusan a Teherán de patrocinar este atentado. La República Islámica ha negado cualquier implicación en el mismo.
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