ASPECTOS GENERALES
El Kurdistán, tiene una extensión territorial de 550,000 Kms2; se localiza al sur del Cáucaso, entre los montes Tauros, Zagros, el Monte Ararat y los valles de Mesopotamia. Su población está integrada por más de 30 millones, de los cuales 20 millones viven aún en la zona conocida como Kurdistán.
Los Kurdos residen principalmente en 4 estados: Turquía, Iraq, Irán y Siria:
· En Turquía existen 15 millones de kurdos, que constituyen el 20% de la población turca;
· En Iraq residen 5 millones de kurdos, 25% de la población iraquí, que residen en 76,000 kms2 de los que se extrae el 74% del petróleo del país;
· En Irán habitan 9 millones de kurdos, 17% de la población iraní, asentada en una zona de donde se extrae el 20% de la producción nacional de petróleo.
· En Siria viven 2 millones de kurdos.
Además, también cuentan con una importante comunidad kurda Armenia y Azerbaiyán, donde viven cerca de medio millón; en Europa, sobre todo en Alemania, así como en varias repúblicas de Asia Central, ex integrantes de la antigua URSS., donde suman cerca de 1 millón.
HISTORIA DEL PUEBLO KURDO
Los kurdos poseen un antecedente cultural distinto y diferente al resto de los grupos étnicos de la región. Tres sencillas distinciones los caracterizan:
· su idioma,
· su estilo de vida y
· su propia conciencia histórica.
Ninguna de estas tres distinciones es tolerada en los Estados donde los kurdos habitan.
Su lengua, el kurdish es una variante noroccidental del farsi iraní; los Kurdos han luchado permanentemente por mantener su idioma indo-europeo, no semítico; como religión, practicaban originalmente el zoroastrianismo. Luego de la expansión de la cultura árabe por la región, se islamizaron a la corriente sunnita, pero no arabizaron. Actualmente, una minoría practica la variante confesional zoroastriana del Yezidi.
La historia del pueblo kurdo está llena de promesas incumplidas, pactos fallidos y represión; es mayoritariamente musulmán-sunnita, no árabe, y habita desde tiempos remotos las altas cordilleras y montañas del noreste de la antigua Mesopotamia: entre Armenia, Iraq, Irán, Siria y Turquía.
Sus orígenes se remontan a los Medas (2,400 a. C.); tienen parentesco étnico con la comunidad persa, y han carecido de un estado propiamente dicho si exceptuamos el que dio lugar al Imperio Medo en el año 612 a. C.
El historiador griego Jenofonte ya habla de ellos en su Anábasis, obra clásica del año 400 a. C., donde relata la aventura de una expedición mercenaria por la Península de Anatolia. Saladino, el jefe militar musulmán que defendió Jerusalén de las cruzadas en el siglo XII, era de origen kurdo.
En el siglo VII la expansión del Islam inició un proceso de arabización que los kurdos rechazaron, no así el de islamización que finalmente adoptaron y asimilaron.
Durante gran parte de su historia, los kurdos han estado dominados por otros pueblos y en tiempos más recientes por Irán, Iraq y Turquía, países que no han aceptado un estado kurdo independiente. El país de los kurdos, o Kurdistán, no ha constituido jamás una entidad política unificada. Hasta el siglo XIX los príncipes kurdos disfrutaban de una amplia autonomía en los imperios otomano y persa. A comienzos del siglo XIX la población emigrada de Irán se instaló en el Kurdistán de Iraq.
Las raíces de la cuestión kurda datan de 1848 y 1867, cuando los persas y otomanos eliminaron los municipios del semi-independiente Estado kurdo, como medida de imposición e integración a sus imperios.
El nacionalismo kurdo comenzó a tomar forma en el siglo XIX, sobre todo en la década de 1890, cuando el Imperio Otomano estaba en su última etapa. Surgieron varias asociaciones nacionalistas kurdas como la Hiviya Kurd (Esperanza Kurda), que se fundó en 1910; la Asociación de Amigos del Kurdistán en 1912 y el Seminario Bilingüe Rotakurd (Día Kurdo) en 1913, cuya finalidad fue dar a conocer la cuestión nacional kurda frente a las organizaciones como la Unión y Progreso de corte panturiana en Turquía, que sostenía que la patria de los turcos era el Turán, eliminando toda posibilidad de existencia del pueblo kurdo.
Por el Armisticio de Mudros de enero de 1918, Turquía se rinde a las potencias y capitula. Numerosos partidos kurdos emergen, como fueron el Resurgimiento del Kurdistán, que exigió la aplicación de la Doctrina Wilson o sea, la liberación del Kurdistán; el Comité por la Independencia Kurda y el Partido Nacional Kurdo. Estos partidos no actuaron unificados, lo que limitó los esfuerzos por reivindicarse frente al panarabismo, panturanismo y los intereses coloniales europeos.
La cuestión kurda emergió inmediatamente a la par del nuevo y étnicamente dividido estado de Iraq, donde los británicos participaron activamente para sofocar la primera rebelión kurda en 1919.
El Tratado de Sévres, firmado el 10 de agosto de 1920, prevé la creación de un Kurdistán al norte del sultanado de Mosul, región rica en petróleo y agua, siguiendo el programa de 14 puntos del Presidente Wilson. La “guerra de independencia” (1919-1923) encabezada por Mustafá Kemal Ataturk, llevó a la firma del Tratado de Lausana entre las potencias aliadas y el gobierno de Ankara, el cual restituyó a Turquía toda Asia menor y consagra su soberanía sobre la mayor parte del Kurdistán. Las disposiciones de Sévres quedan anuladas y 25 millones de kurdos desperdigados entre cinco naciones: Turquía, Siria, Irán, Iraq y la ex URSS (hoy las Repúblicas de Armenia, Georgia y Azerbaiyán), donde se convirtieron en minorías oprimidas y sufrieron la asimilación forzada y las deportaciones masivas.
La creación de Estados modernos en Irán e Iraq, coincidió con el gobierno del Sha Reza Pahlavi en Irán, a principios de los años veinte, y la instauración de un gobierno independiente en Bagdad, que se liberó de Inglaterra. El poder de las autoridades centrales se incrementó en la zona fronteriza. Las sucesivas revueltas en las décadas de 1920-1930 fueron reprimidas por el ejército turco.
Durante el período de entreguerras y en su afán de mantenerse presente en la región, Inglaterra se adhirió al Acuerdo de Saadabad, firmado entre Iraq, Irán, Turquía y Afganistán, el cual contiene un artículo que hace referencia a la eliminación del movimiento kurdo.
Después de la destrucción de la joven República Mahabad del Kurdistán, situada en el occidente de Irán, en 1947, el activismo militar de los kurdos se trasladó a Iraq, donde consideraron que encontrarían una mejor oportunidad para establecer una entidad independiente.
LOS KURDOS EN IRAQ
Cerca de 5 millones de kurdos viven en la región de Iraq que llaman Kurdistán Libre, situada en las montañas donde Turquía, Irán, Iraq y Siria convergen. Aquí los kurdos han establecido la más extensa y populosa autonomía de la historia moderna, en un área de 15,000 km2, donde se organizan, recolectan impuestos, cuentan con cortes rudimentarias y conducen sus propias elecciones parlamentarias entre los dos principales partidos:
· El Partido Democrático del Kurdistán (PDK) de centro-izquierda, con gran influencia entre la población kurda que vive en las provincias de Dahok y Erbil, sobre todo en las zonas fronterizas con Turquía. Los vínculos familiares son destacados factores para la adhesión al PDK. Fue fundado por el guerrillero Mustafá Barzani, quien defiende un sistema autónomo dentro de una estructura federal del Estado iraquí.
· La Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), organización escindida del PDK, situada a su izquierda, conformada más por planteamientos ideológicos que por vínculos de fidelidad tradicional, familiar o territorial. Fue fundada por Jalal Talabani y tiene un gran peso en las provincias de Erbil, Kirkuk y Suleimaniya, especialmente en las zonas fronterizas con Irán. Mantiene buenas relaciones con las organizaciones de izquierda europeas y reconoce el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo, aunque en la actualidad propugna por un estado federal en Iraq, al igual que el PDK, con una amplia autonomía en el Kurdistán iraquí.
Además del PDK y la UPK existen otros grupos menores como el Partido Socialista, el Partido Comunista, el Movimiento Islámico y el Partido de Dios. Estos dos últimos son de reciente creación, reciben financiamiento de Arabia Saudita e Irán y suponen un serio peligro para los partidos laicos y democráticos.
En el kurdistán iraquí existen recursos como el hierro y el cromo, tiene yacimientos petrolíferos en la región de Kirkuk.
A partir del derrocamiento de la monarquía hashemita iraquí, el 14 de julio de 1958, la oposición kurda a la autoridad central de Bagdad ha recobrado intensidad y beligerancia. Su militancia durante el siglo XX fue influenciada por los soviéticos bajo el contexto bipolar y mediante el concepto de guerra de liberación nacional. El gobierno iraquí ha aplicado una política represiva contra los kurdos. En 1974-75 la ofensiva del gobierno fracasó debido al apoyo brindado por la URSS e Irán.
En el marco de la reunión de la OPEP en Argelia, en 1975, el Presidente Saddam Hussein hizo concesiones al Shah de Irán, concediendo derechos absolutos de navegación sobre Shatt el-Arab. Con ello Bagdad obtuvo el apoyo de Teherán a la lucha contra los rebeldes kurdos iraquíes. Durante la guerra Irán Iraq (1980-88) los kurdos lucharon en contra de las poblaciones kurdas existentes en ambas naciones.
A raíz de la derrota de Iraq en la llamada Primera Guerra del Golfo Pérsico, los chiítas del sur y los kurdos en el norte iraquí se rebelaron contra el gobierno de Bagdad. Más de 2 millones de kurdos iraquíes fueron expulsados de sus hogares, asentándose en campos de refugiados como Isikveren o huyendo a Turquía.
La lucha por la autonomía kurda en Iraq se manifiesta con acciones nacionalistas y laicas, y en Irán con actos religiosos y tradicionalistas. Los gobiernos de Bagdad y Teherán han alternado sus posiciones entre masacres y negociaciones, admitiendo en parte la identidad kurda. De los campos de refugiados del norte de Iraq, los kurdos viajan a Turquía con un pasaporte iraquí, y de ahí a Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Polonia o Alemania.
Cerca de 5 mil kurdos en Iraq murieron en 1988 cuando las fuerzas del ejército del Presidente Saddam Hussein atacaron la población de Halabja con armas químicas. Actualmente la fuerza aérea estadounidense patrulla una de las áreas de exclusión, la del norte del paralelo 36, con objeto de proteger a los kurdos de los ataques del ejército iraquí.
En 1992 los kurdos realizaron sus primeras elecciones parlamentarias con el objeto de crear un gobierno autónomo. El KDP y el KPU dividieron los votos y aceptaron un gobierno de coalición.
El 19 de septiembre de 1998 los dirigentes de la UPK del PDK suscribieron en Washington un acuerdo de paz, por el que cesan las hostilidades al norte de Iraq y adoptan un calendario para el establecimiento de una administración mancomunada en la región. Al gobierno turco le preocupó el alto grado de autonomía de que gozará la región kurda y, particularmente, la influencia que el acuerdo tendrá en la lucha del PKK.
A principios de febrero de 2004 se registraron ataques suicidas en contra de oficinas del PDK y del UPK en Iraq, arrojando un saldo de 67 muertos y más de 247 heridos. Los ataques fueron los peores desde que un coche bomba matara a más de 80 en las afueras de una mezquita en la ciudad sagrada de Najaf, entre ellos varios importantes dirigentes del UPK y del PDK, en agosto de 2003.
Estas acciones terroristas han ocasionado que los líderes de los dos principales partidos políticos kurdos otrora rivales, decidieran aliarse y estrechar la cooperación con EUA. Hay que recordar que los Kurdos colaboraron con Washington en el derrocamiento del Presidente Hussein. Es probable que los ataques aproximen aún más a ambos partidos en la búsqueda conjunta de una mayor autonomía para la región kurda en el norte de Iraq.
LOS KURDOS EN IRÁN
El gobierno iraní hace frente al problema kurdo en las provincias de Azerbaiyán Occidental, Kurdistán, Sanandaj, Kermanchah e Ilam, donde viven unos nueve millones de kurdos. El petróleo que se extrae de los territorios kurdos de Irán representa el 20% de la producción nacional.
Aunque con algunos matices, el actual gobierno iraní se asienta en una estructura monolítica basada en la autoridad divina, cuyo representante en la tierra es el sucesor de Jomeini y actual líder espiritual, Jamenei. Su opinión es sagrada y fundamental a la hora de tomar cualquier decisión religiosa, cultural, económica o política.
Irán reconoce la existencia de los kurdos, a los que les permite el uso del idioma pero se niega a aceptar cualquier tipo de administración propia, como podría ser una simple autonomía regional. La propuesta de otorgar una mayor tolerancia a los derechos de las comunidades étnicas no persas por parte del presidente Jatamí, la cuestión kurda es admitida con preocupación dentro de la estrategia política del gobierno. Las autoridades iraníes, fundamentalmente las religiosas, están reacias a reconocer cualquier tipo de gestión autónoma por los kurdos iraníes, que trate de romper con el modelo religioso unitario chiíta establecido desde 1979.
Cabría señalar que los kurdos de Irán siempre se han mirado dentro del país. Desde que la República Autónoma de Kurdistán se estableció brevemente dentro de las fronteras de Irán en 1956, "autonomía para Kurdistán, democracia para Irán" ha sido su eslogan. Después de que el levantamiento de Qazi Mohammad fue suprimido sangrientamente, el Kurdistán iraní siguió siendo un remanso abandonado hasta la revolución de 1979 que acabó con el régimen del Sha.
Entre las fuerzas kurdas en Irán están el Partido Democrático del Kurdistán de Irán (PDKI) que pertenece a la Internacional Socialista y se puede considerar como un partido democrático, progresista y a la izquierda de la tradicional social democracia. Su lema es “democracia para Irán, autonomía para el Kurdistán”. Fue el primer partido en enfrentarse al régimen teocrático de Teherán y llegó a mantener en armas a más de 10,000 peshmergas (guerrilleros kurdos cuya palabra literalmente significa “quienes caminan delante de la muerte).
Además del PDKI existen otros dos grupos kurdos en Irán: Komala (Comité), de tendencia marxista y la Organización Nacional del Sheik Izidín Huseini, reconocida autoridad religiosa sunita del Kurdistán iraní.
Actualmente existen pocas y pequeñas industrias en el Kurdistán iraní, y las obras viales y construcción de viviendas -promesas de la revolución islámica- han sido abandonadas; se ha reprimido el idioma y la cultura kurda y la adhesión de los kurdos a la corriente sunnita del Islam (en un país mayoritariamente chiíta) ocasiona que constantemente sean discriminados.
El movimiento reformista que ha avanzado en Irán en los últimos años ha traído como consecuencia que las publicaciones en idioma kurdo no contestatarias hayan florecido, particularmente aquéllas que promueven la literatura. Sin embargo, ello no evitó que las demostraciones que siguieron al secuestro del líder de PKK turco Abdullah Ocalán, en 1999, produjeron más de 50 kurdos muertos y miles de detenidos.
Hoy, la amenaza más inminente para los kurdos iraníes es el crecimiento de los sectores farsis y turco-azeríes, chauvinismo animado por Ankara y Teherán. Muchos de los intelectuales ultra nacionalistas farsis de Irán que levantan el idioma farsi como el único elemento unificador de las ambiciones pan-iraníes, han afectado a otras culturas.
LOS KURDOS EN SIRIA
El régimen baasista de Hafez El-Assad tiene, como el iraquí, sus orígenes en el Partido del Renacimiento Árabe Socialista Baas; la tendencia más izquierdista fue la que alcanzó el gobierno en Damasco. El régimen de El-Assad basa su permanencia en el poder en un complejo equilibrio entre las diferentes etnias y comunidades religiosas que componen Siria, entre las que destacan los alauíes, suníes, kurdos y cristianos. El régimen sirio recibe el apoyo de algunos partidos afines que son tolerados, como el comunista, dirigido hasta su fallecimiento por el prestigioso político kurdo Jaled Begdache. La ruptura de este equilibro podría suponer la inestabilidad de todo el sistema, por lo que la comunidad kurda, unos dos millones de personas (13% del total) de los que al menos 200,000 carecen de la consideración de ciudadanos, al igual que otras minorías, es respetada aunque no se le reconocen sus derechos políticos.
Como fuerzas políticas kurdas destacan el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el cual, aunque desarrolla toda sus actividad en Turquía, tiene una gran influencia sobre la población kurda de Siria, especialmente en la zona de Alepo. Otro grupo político es el Partido Democrático del Kurdistán de Siria, que funciona como una rama del PDK de Iraq y disfruta de especial aceptación en la región de la Yazira, en la frontera con Iraq y Turquía.
En marzo de 2004 la prensa internacional informó de una serie de enfrentamientos en el nordeste de Siria entre árabes y kurdos, lo que ocasionó 30 muertos por las fuerzas de seguridad sirias, el establecimiento del toque de queda en algunas ciudades y cientos de kurdos detenidos. En su editorial, El País señaló que Siria negó que la tensión étnica fuera la causa de los enfrentamientos, que achacó a provocadores políticos externos. Al igual que Turquía, Siria se opone a una mayor autonomía de los kurdos iraquíes porque teme que se despierten aspiraciones similares entre su propia población.
El problema kurdo puede, en cualquier momento, surgir como un nuevo foco de crisis en el convulso Medio Oriente. El temor latente es que los kurdos de la región se unan, crucen las fronteras y se lancen a apoyar las reivindicaciones de sus hermanos
LOS KURDOS EN TURQUÍA
En este país residen cerca de 15 millones de kurdos, distribuidos en 23 provincias del sudeste, casi la tercera parte del territorio turco. Uno de cada cinco turcos es kurdo. En ciudades importantes como Estambul, Adana, Mersin y Antalya existen barriadas populosas habitadas por kurdos. El Ejército se ha erigido en el defensor de la ideología kemalista o nacionalismo turco, donde no tienen cabida las minorías étnicas y ha intervenido para reconducir la evolución política del país. Sin su participación y consentimiento no es posible resolver el problema kurdo.
Habría que tener presente que la parte kurda de Turquía contiene yacimientos de fosfato, lignito, cobre hierro y cromo.
En Turquía la lucha independentista kurda dormitó hasta 1984, cuando el PKK fundado por Abdala Ocalán tomó las armas. En ese entonces no se reconocía el carácter propio del pueblo kurdo ni se le permitía hablar su lengua en público, lo que permaneció hasta 1991. Actualmente el Gobierno de Ankara aún prohíbe la educación, la publicación y la difusión del kurdo; los kurdos no son reconocidos oficialmente en Turquía como minorías nacionales, al igual que en los otros países donde habitan, a diferencia de otras poblaciones mucho menores cuantitativamente, como las colonias judías, armenias, griegas, entre otras, que disfrutan de ese status político. A los kurdos se les impide el derecho a concertar alianzas políticas entre ellos e incluso a recibir enseñanza en su propia lengua.
El PKK demanda el reconocimiento de los derechos civiles, políticos y culturales del pueblo kurdo; reconocimiento del derecho de autodeterminación del pueblo kurdo y de la cuestión kurda como un conflicto internacional; denuncia de las políticas desarrolladas en la zona que implican violaciones de los derechos humanos, limpieza étnica y genocidio; reconocimiento del parlamento kurdo en el exilio, a los partidos políticos y organizaciones kurdas, y apoyo a las organizaciones kurdas en su trabajo por encontrar una solución política al conflicto.
El gobierno ha admitido últimamente la existencia de lo que el Presidente Suleimán Demirel denomina “la realidad kurda”. Pero toda concesión hacia el reconocimiento del pueblo kurdo choca con la oposición de la clase política y el ejército, que interpreta tales pretensiones como un atentado a la definición del Estado fundado por Mustafá Kemal Ataturk en 1923, en tanto que territorio unificado por la lengua, la fe y la identidad nacional.
La lucha entre el ejército turco y el PKK ha dejado más de 30 mil muertos, que se suman a los miles de caídos en sublevaciones similares en Irán e Iraq. En su ofensiva contra los rebeldes separatistas, el ejército turco ha arrasado más de 1,300 localidades y aldeas kurdas con el objeto de aislar a los rebeldes de la población. Ocho mil millones de dólares al año y 300,000 soldados movilizados en el sudeste de Anatolia no han bastado para acabar el movimiento, pero si han provocado que el 50% de la población kurda haya abandonado sus lugares de origen.
La difícil situación de los kurdos se ha acentuado como consecuencia de divisiones y rivalidades internas, debido a las asociaciones tribales y relaciones de clientelismo
El Parlamento del Kurdistán en el Exilio (PKE) se proclamó en La Haya en abril de 1995 como única forma de representar al pueblo kurdo de Turquía, después de que el gobierno turco que presidía Tansu Ciller decretara la excarcelación de los diputados del Partido de la Democracia, acusados de realizar propaganda separatista. El PKE representa a la diáspora kurda: un millón en Europa Occidental, medio millón de ciudadanos de la antigua URSS y las comunidades kurdas de Norteamérica y Australia.
El 1º de marzo de 1999 el Primer Ministro turco Bulent Ecevit anunció el Programa de Recuperación Económica y Social del Sudeste de Turquía con el fin de erradicar el fundamentalismo y separatismo de la zona y cuyas principales características son:
· Un presupuesto de 100 Md para realizar el programa durante 1999 y 2000;
· La suma de 25 Md para completar los proyectos de desarrollo que no se han podido realizar debido a la situación imperante durante los últimos años;
· Otorgamiento de incentivos fiscales que promuevan las inversiones para el desarrollo industrial y energético de la región, a fin de crear 120 mil fuentes de trabajo;
· Prioridad a la educación y la salud pública de la región kurda;
· Facilidades para que las personas desplazadas por el conflicto étnico, puedan regresar a sus lugares de origen, sobre todo en las zonas rurales.
A raíz de la detención del dirigente del PKK, Abdala Ocalan, en 1999, el partido cambió su nombre por el de Congra-Gel (Congreso del Pueblo del Kurdistán), mismo que nació en una asamblea celebrada por 360 delegados entre los días 27 de octubre y el 6 de noviembre de 2003, en uno de los campamentos que las guerrillas del PKK tienen en los montes Kandil, situados en la frontera entre Iraq e Irán. En su congreso fundacional, el Congra-Gel reiteró su oferta al Gobierno de Ankara para encontrar una solución pacífica al problema kurdo, nombró como su máximo representante al ex parlamentario Zubeyir Aybar, de 42 años, y proclamó a Abdula Ocalán “líder” del movimiento.
PRINCIPALES ASENTAMIENTOS KURDOS
DETENCIÓN DE ABDALA OCALÁN
El 15 de febrero de 1999 un comando turco detuvo en Nairobi al líder del Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK), Abdala Ocalán, quien fue trasladado a la Isla Imrali, a 50 kilómetros de Estambul, en el Mar de Mármara. El gobierno turco señaló que juzgaría a Ocalán por lo que considera acciones terroristas cometidas en contra del país en los últimos 15 años, y que han arrojado la muerte de más de 30,000 personas y altas pérdidas materiales. El terrorismo en Turquía se castiga con la pena de muerte. Se considera que Ocalán tiene miles de combatientes en el sudeste de Turquía y en Iraq, y una vasta red de seguidores en todo Europa.
Según el propio Canciller de Kenia, Bonaya Godana, Ocalán llegó a Nairobi el 2 de febrero de 1999 a las 23:30 horas en un avión privado procedente de Milán, acompañado por ciudadanos de Suecia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Grecia y acusó a este último país de introducir a Ocalán y a varios colaboradores de él con nombres y pasaportes falsos. El avión se había abastecido de combustible en la isla griega de Corfú. En un esfuerzo por protegerlo, la Embajada griega solicitó la excepción de los trámites aduanales y lo condujo secretamente a la residencia del Embajador, George Coustolas.
Las autoridades kenianas no estaban enteradas de su llegada, pero ello no escapó a los servicios de inteligencia de EUA e Israel, quienes habrían dado seguimiento a Ocalán mediante la captura satelital de la señal electrónica de su teléfono celular. Hubo información en el sentido de que en la captura habían participado los servicios de inteligencia de ambos países.
Habría que recordar que EUA estaba en deuda con Ankara por haber confirmado públicamente su apoyo a la utilización de la base de Incirlik, para la realización de sus operaciones de sobrevuelo sobre el Norte de Iraq, e Israel ha venido llevando a cabo una política de cooperación militar más cercana hacia Turquía debido a que ambos países comparten preocupaciones comunes respecto a Siria. A solicitud del gobierno keniano, el Embajador griego reconoció la presencia del líder kurdo en su residencia, por lo que de inmediato se solicitó su salida, bajo la responsabilidad de la Embajada.
La detención se realizó cuando el comando turco interceptó el automóvil de Ocalán luego de que abandonara la Embajada de Grecia en Nairobi en la noche del día 15 de febrero, siendo conducido por la fuerza hasta un avión perteneciente al empresario turco Cavit Caglar. Según el propio Primer Ministro turco, Bulent Ecevit, La captura fue planeada secretamente por 10 altos funcionarios turcos.
El Departamento de Estado manifestó la satisfacción del gobierno estadounidense por la captura y negó que alguna agencia de su país hubiese participado directamente en el operativo. Sin embargo, reconoció que la CIA proporcionó información sobre los desplazamientos del indiciado.
Atenas mantenía conversaciones con países africanos vecinos para que le brindaran asilo político. Las demoras por encontrarle refugio obligaron al Embajador griego a proponer a Ocalán el mantenerse escondido en una granja de Kenia o refugiarse en una iglesia griega. Funcionarios griegos dijeron que Ocalán había abandonado la Embajada el mismo día 15 por sus propios medios y contra su consejo, con el propósito de viajar a Holanda donde presuntamente solicitaría asilo. Al parecer el líder rebelde kurdo se encontraba armado y uno de sus allegados amenazó con quitarse la vida si no se encontraba pronto un asilo.
Después de la detención de Ocalán, el gobierno de Ankara invitó a los simpatizantes del dirigente curdo a acogerse a la ley de arrepentimiento y demandó a las administraciones griega y greco-chipriota poner término al apoyo que brindan al terrorismo.
Por su parte, el brazo político del PKK, Movimiento Nacional de Liberación del Kurdistán, con sede en Bruselas, anunció que continuaría las manifestaciones de protesta en Europa hasta que la UE emprenda una iniciativa para resolver “la cuestión Kurda”, al tiempo que reforzaría su guerra de guerrillas en Turquía.
Poco después de la captura, cerca de 10,000 tropas turcas incursionaron en el norte de Iraq para realizar un operativo contra las instalaciones del PKK, en tanto que en el sudeste de Turquía se registraron choques entre policías y simpatizantes de la causa kurda. Se han venido registrando atentados terroristas en Turquía, vinculadas a Ocalán y el problema kurdo.
Los Ministros de Relaciones Exteriores, Orden Público y del Interior de Grecia se vieron obligados a renunciara a sus cargos, el gobierno keniano demandó el retiro del Embajador griego del país y decidió cerrar temporalmente sus representaciones diplomáticas en el exterior, ante el temor de ataques.
PROTESTAS
Airados manifestante kurdos estremecieron las principales ciudades europeas, al irrumpir en embajadas y consulados de Grecia y Kenia, y tomar rehenes como protesta por la detención del líder nacionalista kurdo. Los Consulados de Israel en Berlín y de Grecia en Dusseldorf, Estrasburgo, Francfort, Marsella, Stuttgart y Zurich, fueron objeto de ataques que arrojaron varios muertos y heridos; se tomaron las embajadas griegas en Londres, Berna, Bruselas, Copenhague, La Haya, Moscú y Viena, así como en el Consulado griego en Sidney; la Embajada de Kenia en Viena, así como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Ginebra y la UNESCO en París. Los kurdos culparon a Grecia de haber entregado a Ocalán a los turcos.
La ola de manifestaciones de simpatía hacia los kurdos y a su líder se extendió a decenas de ciudades europeas, del Medio Oriente, Canadá, Nueva York y en el sudeste de Turquía. Como una medida de precaución el gobierno de Kenia decidió cerrar sus embajadas en el mundo y el gobierno de EUA lanzó una advertencia mundial a sus ciudadanos para que extremaran precauciones ante la posibilidad de ser blanco de posibles atentados.
Por otra parte, el 23 de marzo DE 1999 la Junta Británica de Televisión Independiente decidió suspender las emisiones de la estación Med-TV auspiciada por el PKK.
EL JUICIO ...
En Ankara se informó que el juicio tendría un doble carácter: político, por separatismo y por fomentar el odio y la disolución social, y de fuero común, por asesinato múltiple, y que los fiscales pedirían la pena de muerte, a pesar de que varios gobiernos demandan un juicio imparcial y la prisión perpetua.
El 23 de febrero de 1999 la fiscalía turca pidió la pena de muerte por alta traición para Ocalán, mientras que el gobierno rechazaba la presencia de observadores internacionales en el juicio. El interrogatorio preliminar de Ocalán fue realizado por el Tribunal de Seguridad del Estado de Ankara, a puertas cerradas, en una prisión de la Isla de Imrali, hacia donde se desplazaron jueces y fiscales.
El 22 de febrero el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea adoptó una declaración en la que reiteró su condena a toda forma de terrorismo; señaló que el combate legítimo contra ese fenómeno debe ser conducido con pleno respeto a los derechos humanos, el Estado de derecho y las normas democráticas; lamentó que el arresto de Ocalán haya desatado manifestaciones masivas y actos de violencia que provocaron muertos, toma de rehenes, actos de intimidación y destrucción generalizada; tomó nota de las garantías del gobierno turco de que el detenido tendrá un juicio justo, y subrayó su estricta oposición a la pena de muerte.
Por su parte, el gobierno de EUA recomendó al Primer Ministro de Turquía que pusiera cuidado en lo referente a los derechos humanos del indiciado y que se analizara la posibilidad de que su juicio fuera justo y abierto.
El 23 de marzo de 1999 se inició el procedimiento judicial contra Ocalán. En su primera audiencia la Corte Nacional de Seguridad decidió que por razones de seguridad el juicio se llevaría a cabo en la isla penitenciaria de Imrali, donde se encontraba el detenido, que la vista se iniciara formalmente el 30 de abril y que se autorizara a los familiares de los soldados y agentes de seguridad muertos en la lucha contra el PKK, integrarse a la demanda. El proceso judicial se inició el 31 de mayo.
LA SENTENCIA ...
El 29 de junio de 1999, tras la novena audiencia, la Corte Nacional de Seguridad condenó a muerte al jefe rebelde kurdo Abdala Ocalán por traición y separatismo, lo que desató la reacción de numerosos países de Europa que pidieron no aplicar la sentencia, como fueron los casos de Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Grecia, España, Italia, Noruega, Rusia, Suecia, Suiza. La Casa Blanca se negó a comentar la sentencia, limitándose a señalar que Ocalán es "un terrorista internacional".
La Corte emitió su decisión por unanimidad de los tres jueces civiles, precisó el presidente de la Corte, Trugut Okyay, y rechazó las circunstancias atenuantes que habrían podido conmutar la pena de muerte por cadena perpetua. "El acusado creó la organización terrorista armada PKK (Partido de los trabajadores de Kurdistán) y ordenó actos que causaron millares de víctimas inocentes, sin que se salvara nadie --bebés, niños, mujeres, ancianos y civiles-- para alcanzar su objetivo de dividir una parte del territorio bajo soberanía de Turquía, con el fin de crear un supuesto Estado kurdo", declaró el juez. "La intensidad de los actos de la organización liderada por el acusado constituye una amenaza grave, próxima y abierta" para el Estado turco, indicó Okyay.
Los abogados de Ocalán apelaron la sentencia ante la Corte de Casación turca y la Corte Europea de Derechos Humanos.
El 25 de noviembre de 1999, el Alto Tribunal de Apelaciones turco ratificó la condena a muerte contra Ocalán, sin embargo la ejecución de la sentencia aún debía ser aprobada por el Parlamento y en última instancia por el presidente, Suleimán Demirel.
El máximo castigo impuesto a Ocalán fue conmutado por el de prisión a perpetuidad al quedar suprimida la pena capital del código penal turco, en aplicación de las exigencias para poder entrar en la Unión Europea. Desde entonces, Ocalán es el único reo del presidio de Imrali, dirigido por un “gabinete de crisis” que se rige por normas específicas, distintas a las que funcionan en el resto del sistema penitenciario turco. Con base en estas condiciones especiales de reclusión, la dirección puede suprimir arbitrariamente, tal y como acaban de denunciar sus abogados, las visitas de una hora a la semana a que tienen derecho familiares y letrados.
¿QUIÉN ES ABDALA OCALÁN? ...
Nació en la aldea sudoriental de Omerli, en 1949, en el seno de una familia humilde campesina; forjó sus ideas políticas en la violenta atmósfera turca de la década de los años setenta, cuando unas 5,000 personas murieron en refriegas callejeras entre izquierda y derecha, que sólo terminaron cuando el ejército tomó el poder en 1980. Ocalán, estudiante de ciencias políticas en la Universidad de Ankara, huyó al exterior tras el golpe militar.
En 1978 había fundado el PKK como una facción nacionalista de extrema izquierda. En 1984 lanzó una rebelión armada en la región de Anatolia, poblada mayoritariamente por kurdos, con el propósito de lograr la conformación de un Estado independiente de orientación marxista. El PKK se hizo fama de sanguinario por matar a los miembros de grupos rivales, a los terratenientes “aga” kurdos y a los tribeños progubernamentales.
El PKK proclamaba zonas liberadas las que raras veces eran recorridas de noche por las fuerzas turcas, por temor a una emboscada. Una amplia campaña militar de tierra contra los rebeldes y sus partidarios civiles, diezmó las filas del grupo y debilitó su capacidad de contragolpe. Gradualmente fue abandonando sus demandas separatistas y declaró que podía poner fin al conflicto si Turquía garantizaba la autonomía kurda y sus derechos culturales y lingüísticos.
El gobierno turco nunca tuvo confianza en Ocalán, a quien considera terrorista y principal secesionista del país, cuya agrupación terrorista ha obstruido el desarrollo del este y sudeste de Turquía, por lo que era buscado por doquier. Además, los turcos se oponían en principio a la autonomía étnica.
En octubre de 1998 Ocalán abandonó su exilio en Siria, después de que Ankara amenazara a Damasco con el uso de la fuerza si no eliminaba las bases que, dijo, el PKK utiliza para lanzar incursiones contra el sudeste turco. El dirigente kurdo huyó a Moscú y el 12 de noviembre fue detenido en el aeropuerto de Roma. Turquía solicitó su extradición. Luego de crecientes tensiones entre las autoridades turcas e italianas, un tribunal italiano desestimó la orden de arresto turca contra Ocalán, pero determinó que el líder separatista debería permanecer en Roma por una orden de arresto de Alemania, la cual señaló poco después que no pediría la extradición de Ocalán, quien quedó en libertad condicional. Tras reunirse con el Primer Ministro italiano Massimo D’Alema, el Canciller alemán, Gerhard Schröeder, reiteró el 27 de noviembre que su país no solicitaría la extradición de Ocalán por temor a generar tensiones entre la población turca y kurda de Alemania.
El 13 de diciembre Ocalán renunció al movimiento guerrillero y afirmó que se separaba del conflicto armado entre el PKK y las fuerzas de seguridad turcas. Tres días después, un tribunal italiano declaró nulo el arresto domiciliario de Ocalán. El 28 de diciembre el tribunal de apelaciones de Roma rechazó una solicitud turca de mantener a Ocalán bajo arresto preventivo. El 16 de enero Italia anunció que Ocalán había abandonado el país como un hombre libre y declaró cerrado el caso.
Desde entonces el dirigente kurdo se mantuvo oculto, moviéndose de un lado a otro. Se informó de haber viajado a Rusia, Líbano, Holanda, Suiza y Grecia, mientras los países de Europa rechazaban los pedidos de asilo. El 10 de febrero el parlamento europeo rechazó un proyecto de resolución presentado por un diputado griego para conceder asilo político a Ocalán.
A GUISA DE CONCLUSIONES:
Puede considerarse a los kurdos como un pueblo sumergido en el olvido. La falta de un estado para esta importante comunidad étnica, cuyas tierras que habitaron desde antaño se repartieron entre Turquía, Irán e Iraq, los ha convertido, al igual que a los palestinos, en una especie de pueblo extranjero en su propio territorio.
En 1920, el tratado de Sévres dispuso la creación del Kurdistán, acuerdo que nunca pudo ser puesto en práctica, en gran parte por los intereses económicos de los países que los controlan, que no están dispuestos a resignar las riquezas de la región, principalmente sus reservas de petróleo, recursos minerales y acuíferos.
Un elemento que posiblemente haya influido determinantemente en la unificación de los kurdos en un solo estado, son los intereses económicos que en su territorio tienen los gobiernos de los países donde reside la mayoría de la población kurda, así como la existencia en ellos de importantes recursos minerales, sobre todo energéticos.
Ignacio Ríos Navarro
Martha Patricia Camacho de la Vega
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