sábado, 27 de febrero de 2016

Reino Terrorista y Satánico de Arabia Saudita, el “Reino del Captagón”

El juez de instrucción del Monte Líbano, Rabih Hussami, ha publicado su acta de acusación contra el “Príncipe del Captagon”, el príncipe saudí Abdul Mohsen bin Walid al Saúd, y otros nueve individuos acusados de narcotráfico y de crear una red internacional para llevar a cabo sus delitos.

Los otros hombres acusados son seis saudíes, dos sirios, dos libaneses y un jordano.

El juez Hussami recordó la operación de anti-narcotráfico el 26 de octubre pasado, que llevó a la incautación de “24 cajas y ocho sacos que contenían 1.905 kilos de captagón por un valor de 280 millones de dólares. Estos últimos llevaban el nombre de “Su Majestad Real, el príncipe Abdel Mohsen bin Walid al Saúd”.

Interrogado por las autoridades competentes, Yahya Shommary, presente cerca de los contenedores, respondió que estas cajas pertenecían al príncipe, que estaba en la sala de espera cuando tuvo lugar la incautación. Al registrar una bolsa personal de Shommary, la policía halló 5,6 kgs de cocaína y 116 píldoras de captagón (fenetilina).

A continuación, el príncipe saudí Abdel Mohsen ben Walid al Saúd, Ziyad al Hakim, Mubarak al Harizi, Bandar Sharari y Yahya Shommary fueron sometidos a tests que confirmaron el abuso de drogas, de estupefacientes y de píldoras de captagón.

Las cámaras de vigilancia del Aeropuerto de Beirut mostraron, por otro lado, que los dos vehículos que transportaron al príncipe a su llegada al aeropuerto pertenecían a Ali Fayyad Ismail, buscado por fabricación y tráfico de píldoras de captagón.

El día de su regreso a Riad, el príncipe saudí dio a Shommary su pasaporte y sus bolsas para terminar los procedimientos en el aeropuerto. Según el príncipe, él se vio sorprendido cuando vio que numerosas bolsas llevaban su nombre. Él contactó inmediatamente con su padre para informarle de que las drogas “no le pertenecían”.

Sin embargo, Shommary dijo que viajó al Líbano a petición de Jalid el Harizi, el ayudante del príncipe. Él dijo que Harizi le ordenó que consiguiera una cantidad de drogas para transportarlas a Arabia. Después de las investigaciones, se demostró que Shommary obtuvo del saudí Mohammad Jalidi el teléfono de Abu Ahmad el Jalifi, que posee una fábrica de captagón en el Líbano. Ellos se pusieron de acuerdo para que el príncipe volviera a Arabia Saudí a bordo de un avión privado para transportar más fácilmente las píldoras.

Más tarde, Shommary afirmó haber recibido las píldoras de captagón directamente de Harizi, reiterando que las drogas pertenecían exclusivamente al príncipe.

Desde el estallido de la así llamada “primavera árabe”, ciertas drogas se han extendido por el mundo árabe, incluyendo el captagón.

La droga de los terroristas

Según varios reportajes, los terroristas del EI, el Frente al Nusra y el Ejército Sirio Libre (ESL) emplean grandes cantidades de esta droga, especialmente los atacantes suicidas a fin de suprimir toda agitación o temor. Sin embargo, según el periódico francés Libération, el uso de esta droga destruye el cerebro y convierte a la persona en un zombie.

Los grupos terroristas emplean esta droga para financiarse y adquirir armas, municiones etc.

El tráfico de captagón en Arabia Saudita

El captagón es muy consumido en Arabia Saudí. Antes de la revolución yemení, el tráfico de drogas hacia Arabia transcurría a través del puerto de Moja, situado en la costa del Mar Rojo. Las drogas eran descargadas en el puerto con la aquiescencia de ciertas personalidades yemeníes muy conocidas antes de ser transportadas hacia las ciudades de Kattaf y Damage, en Saada, donde eran empaquetadas. Los nombres de dos hombres implicados en este tráfico eran Osman Magali, un parlamentario, y Mohammad Walid, un traficante bien conocido.

Después de la Revolución del 21 de Septiembre de 2014, las fuerzas de seguridad yemeníes y los comités revolucionarios lograron frenar estas operaciones de narcotráfico. Esto fue una de las causas de la política de hostilidad de Arabia Saudí hacia Yemen.

Según informes recientes de la ONU, el número de los toxicómanos en Arabia Saudí ha alcanzado los 150.000. El 70% de los consumidores de drogas en los países del Golfo tienen entre 12 y 20 años.

Según estudios recientes del canal por satélite iraní Al Alam, el 10% de los alumnos de primaria (hasta 11 años) consumen drogas y esta cifra se eleva hasta un 33% en las escuelas secundarias (hasta los 18).

Según el informe de la ONU, Arabia Saudí fue uno de los mayores consumidores de captagón en 2013. Un tercio de la cantidad de esta droga decomisada en el mundo proviene de Arabia Saudí hasta el punto de que el captagón se ha ganado el sobrenombre de “la droga saudí por excelencia”.

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