El Comité Judicial de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU ha aprobado una resolución para que el grupo de los Hermanos Musulmanes, que patrocina actos violentos en Siria, Egipto y Yemen, sea declarado “organización terrorista”.
El Comité ha dado al Departamento de Estado un plazo de 60 días para determinar una postura en torno a la inclusión del grupo en la lista de organizaciones terroristas de EEUU.
El Departamento habrá de demostrar la naturaleza de las actividades de los Hermanos Musulmanes antes de la expiración de la fecha. En caso de que el Departamento no envíe pruebas de que el grupo no ejerce actividades terroristas, la nueva ley impondrá a Washington su inclusión en la lista.
El presidente del Comité, Bob Goodlatte, dijo el miércoles que la identificación de los HHMM como “organización terrorista” era una medida dirigida a luchar contra “el terrorismo, que amenaza las vidas de los ciudadanos norteamericanos y la seguridad nacional de EEUU”.
Esta norma estuvo apoyada y promovida por el candidato republicano a la presidencia Ted Cruz, que hizo un llamamiento a la Administración Obama para incluir a los HHMM en la lista alegando razones de seguridad nacional.
Esta petición fue condenada por el grupo pro-HHMM Centro de Estudios del Islam y Democracia, con sede en Washington, que publicó en su boletín un artículo de John Esposito, un experto norteamericano vinculado a la CSID, en el que él rechazaba de plano la inclusión de los HHMM en la lista.
Entre los “méritos” que Esposito citaba estaba el apoyo de los HHMM a la lucha contra el gobierno sirio y contra los huthis en Yemen.
La lista norteamericana de organizaciones terroristas carece de credibilidad porque en ella se incluyen todas las organizaciones que luchan legítimamente contra la ocupación israelí en Palestina y otros estados y su composición está determinada meramente por los intereses políticos de EEUU y las presiones del lobby sionista.
Sin embargo, la inclusión de los HHMM resultaría muy significativa desde el punto de vista político, ya que la Administración Obama mantuvo una postura de apoyo a la organización en los primeros tiempos de la llamada “primavera árabe”, sobre todo en la época en que ella gobernaba Egipto y el presidente de este país, Mohammed Mursi, pertenecía a la misma.
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