"Nos dijeron que este momento nunca llegaría", exclamó la joven voz desde el podio. "Durante meses, nos dijeron que no teníamos oportunidad alguna".
Pero añadió, desafiante: "Este es el momento cuando necesitamos un presidente que verdaderamente preserve, proteja y defienda la Constitución de Estados Unidos".
Son declaraciones que sonarían más en la boca del ganador de una contienda electoral y no en la de un aspirante que alcanzó el tercer lugar.
Pero para el senador de Florida Marco Rubio, el tercer puesto en el caucus de Iowa, es un resultado con sabor a victoria.
Rubio se perfila ahora como el precandidato que puede consolidar el electorado centrista del Partido Republicano que buscan frenar el avance de las propuestas más extremas.
"Candidato del centro"
Todas las encuestas previas daban por ganador al empresario Donald Trump en la primera consulta popular para la nominación presidencial del Partido Republicano en Estados Unidos.
El vociferante multimillonario quedó claramente relegado al segundo puesto por el conservador evangélico Ted Cruz, senador de Texas, que obtuvo 28% de los votos.
Trump apenas logró 24% pero fue la cercanía de Rubio, con 23%, la que más llamó la atención del público, los analistas, y los miembros del partido.
Por un buen tiempo, los líderes del Partido Republicano han esperado la llegada de una figura de concertación como alternativa a las posturas ultraconservadoras de Cruz o extremistas de Trump, con las que muchos creen que será difícil recuperar la Casa Blanca.
Con su tercer lugar en Iowa, Rubio es "el candidato de consenso del centro", dijo el estratega republicano Douglas Gross a la agencia Reuters, en la ciudad de Des Moines, Iowa.
El joven senador de Florida se encuentra ahora bien posicionado para ganar más apoyo en Nuevo Hampshire, el siguiente estado que sostendrá elecciones primarias, el próximo 9 de febrero.
Allí fue donde voló inmediatamente Rubio, después de la jornada en Iowa, con el argumento que no sólo la contienda por la nominación republicana se volvió una carrera entre tres aspirantes, sino que es él quien saldrá victorioso.
"Cuando yo sea el nominado, vamos a unificar nuestro partido y vamos a unificar el movimiento conservador", declaró ante sus adeptos la noche del lunes, en Des Moines.
Fue un discurso que sonó como una celebración de victoria y que tocó los mismos temas repetidos durante su campaña en Iowa.
Mensaje positivo
En realidad no se alejan mucho de los objetivos mencionados por Cruz y Trump: el combate contra el autodenominado Estado Islámico, control de inmigración y la revocación del sistema de salud pública promulgado por el presidente Barack Obama.
La diferencia es que Rubio logra envolver su retórica política dentro de un espíritu positivo.
"No es suficiente tener ira", manifestó en vísperas del voto en Iowa. "La ira no es un plan. La ira no es la solución".
El electorado en Iowa respondió a su mensaje y fortaleció su imagen como la mejor opción republicana para vencer a Hillary Clinton –de ser ella la candidata demócrata- en las elecciones presidenciales de noviembre.
Con este nuevo impulso, Rubio tratará de atraer a los simpatizantes de otros aspirantes moderados como el exgobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, o el gobernador de Ohio, John Kasich.
Aunque no tuvieron una buena noche en Iowa, estos últimos tres han colocado sus esperanzas en Nuevo Hampshire.
Sin embargo, estarán enfrentados a un rival con nuevo oxígeno y viento en sus velas.
Además de votos, Rubio querrá atraer el dinero que apoya esas campañas. Sus arcas se encuentran muy por debajo de las de Ted Cruz, que ha recaudado US$47 millones en donaciones, y de los aparentemente infinitos fondos del multimillonario Donald Trump.
Las encuestas en otros estados no se ven muy favorables para Marco Rubio, pero en vista de los sucesos en Iowa, las cosas podrían cambiar rápidamente.
Aun cuando no logre victorias importantes en los estados del sur, durante las primarias conocidas como "Súper Martes", el 1 de marzo, es probable que tenga suficientes recursos para dar una larga pelea por la nominación.
Las posturas de Marco Rubio
- Inmigración: Estuvo a favor de ofrecer la oportunidad de ciudadanía pero ahora adoptó una línea más dura.
- Irán: Declaró que anulará el acuerdo nuclear "el primer día" como presidente.
- Aborto: Pro vida. El derecho a la vida, dice, "supera cualquier otro derecho".
- Salud pública: Revocará la ley de Obama que extendió el acceso de seguro de salud a millones de personas.
- Cambio climático: Cree que no hay evidencia de un efecto humano.
- China: Promete "mano dura" con respecto a los derechos humanos.
- Porte de armas: Asegura que la violencia se debe a enfermedades mentales.
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