El movimiento huthi Ansarulá y el Ejército yemení reafirmaron el jueves su control sobre la mayor parte de la ciudad sureña de Adén, último reducto del presidente saliente Abd Rabu Mansur Hadi, en cuyo favor Arabia Saudí y otros países árabes iniciaron una ola de bombardeos.
Fuentes de seguridad señalaron que el movimiento huthi ha logrado tomar el control del palacio presidencial en la ciudad así como del centro de la misma.
Según responsables en Adén, los combatientes huthis tomaron el control del Palacio de Maashiq el jueves después de fuertes choques con fuerzas leales al presidente fugitivo, Abed Rabbo Mansur Hadi.
Un testigo dijo a AFP que decenas de combatientes huthis y sus aliados “llegaron en vehículos blindados y tomaron la residencia”.
El palacio, que era uno de los últimos bastiones de poder para Hadi antes de su huida a la vecina Arabia Saudí, es un grupo de edificios situado en lo alto de una colina junto al mar.
Hadi huyó a Arabia Saudí el 25 de Marzo después de que los huthis entraran en la estratégica ciudad portuaria.
Él luego acudió a una cumbre de líderes de la Liga Árabe en la ciudad egipcia de Sharm al Sheij, donde llamó a los gobiernos árabes a unirse a la agresión saudí contra Yemen.
El movimiento Ansarulá ha señalado que Hadi ha perdido su legitimidad después de su huida de Sanaa hacia Adén en febrero.
El avance huthi en Adén y otras ciudades del sur muestra que los ataques aéreos saudíes han sido un fracaso y que Arabia Saudí se enfrenta a un revés enorme en Yemen desde el punto de vista político y militar. Los huthis han sabido adaptar su táctica a los bombarderos y actúan en pequeños y difusos grupos.
Un portavoz huthi, Mohamed Abdulsalam, declaró a la prensa que “los agresores no han obtenido resultados. Las victorias en Adén abochornan esta campaña y dejan en evidencia sus declaraciones”.
Hasta ahora, los bombardeos saudíes han servido únicamente para matar a cientos de civiles y están provocando la indignación y el odio de los yemeníes tanto hacia el régimen saudí como hacia Hadi, incluso entre responsables políticos que inicialmente le habían apoyado.
El avance huthi y de los militares muestra sobre el terreno que los saudíes harán frente a una resistencia feroz de los yemeníes, incluido el Ejército, los huthis y la población en general si intentan llevar a cabo una incursión terrestre. Esto llevaría a los soldados saudíes a sufrir una guerra interminable para la cual están menos que preparados. Además, es probable que el conflicto se extienda a la propia Arabia Saudí, que posee una larga y porosa frontera con Yemen, y tome como blanco las instalaciones petrolíferas del reino wahabí. |
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