Después de varios días de espera en Kobane, finalmente, se crean las condiciones para encontrarnos con las mujeres combatientes, en lucha contra el Isis. Entramos en su “casa”, en su base de operaciones – el lugar en que comparten emociones y organizan las batallas. Presentes con nosotros dos traductores. Nos reciben en una pequeña habitación con estufa, con imágenes en las paredes de mártires mujeres y hombres. Nos preguntamos: “¿Quién es?” – indicando un póster de una combatiente con rostro de mujer. Una YPJ responde “es una de nuestras mártires, de hace ya algunos años.” Nos sentamos en círculo en el suelo cubierto de alfombras y acomodado con colchones y cojines, y empezamos a hablar.
Inicialmente hay cinco mujeres. Tres de ellas más elocuentes, de la que permanecerán dos hasta el final del encuentro.
Las siguientes son las preguntas que hicimos, con las respuestas de las mujeres. No hemos adjunto ni vídeos ni grabaciones; por cuestiones de seguridad, las mujeres han preferido no ser grabadas ni en imagen ni en voz. Así pues, más allá de nuestra memoria, el testimonio escrito es lo que queda de esta reunión – con la esperanza de que se pueda mostrar, al menos en una pequeña parte, el poder de esta corta pero intensa experiencia:
Inicialmente hay cinco mujeres. Tres de ellas más elocuentes, de la que permanecerán dos hasta el final del encuentro.
Las siguientes son las preguntas que hicimos, con las respuestas de las mujeres. No hemos adjunto ni vídeos ni grabaciones; por cuestiones de seguridad, las mujeres han preferido no ser grabadas ni en imagen ni en voz. Así pues, más allá de nuestra memoria, el testimonio escrito es lo que queda de esta reunión – con la esperanza de que se pueda mostrar, al menos en una pequeña parte, el poder de esta corta pero intensa experiencia:
¿Por qué tomaste la decisión de entrar en las YPJ?
-“Porque las mujeres están sufriendo. Vemos el sufrimiento de las mujeres, no sólo aquí, sino también en vuestros países. Nosotras luchamos para todas las mujeres del mundo”.
-“Yo, en particular, nací en Alemania, he estado viajando por Europa, y en uno de estos países estuve unos días en prisión por motivos políticos. Entonces decidí venir aquí al Kurdistán, y así lo hicieron también mis amigas después de mí. He leído los escritos de Öcalan, y esto me ha hecho tener una visión más amplia y global”.
¿Por qué viniste al Kurdistán?
-“Porque quiero la revolución.”
¿Qué entiendes por revolución y por qué piensas que el Kurdistán es especialmente significativo desde este punto de vista?
-“Conocéis tal vez algún otro movimiento en el mundo que luche por la libertad para el pueblo kurdo?”.
¿Y tu familia? ¿Cómo recibió esta decisión?
-“Tengo 28 años. Combato desde hace 7 años. Ahora mis amigas y amigos de aquí son mi familia, y juntxs luchamos por la liberación del pueblo kurdo.”.
-“En este momento no tengo contacto con mi familia de Alemania. Pero cuando tomé esta decisión la aceptaron, porque era una decisión para todas las mujeres y para una humanidad en sufrimiento”.
¿Hay mujeres que no sean de Kobane en YPJ, en estos momentos?
-“Entre las combatientes hay mujeres de toda Europa: Alemania,
Inglaterra, Italia, etc., incluso desde Colombia, pero en este momento no están combatiendo en Kobane, sino en los otros cantones”.
Inglaterra, Italia, etc., incluso desde Colombia, pero en este momento no están combatiendo en Kobane, sino en los otros cantones”.
¿Cómo has conocido las YPJ?
-“Cuando la revolución comenzó en Rojava, me enteré de esta parte especial del movimiento. Esta parte está presente en todo el movimiento kurdo.
¿Qué opinas de las relaciones lésbicas? ¿Cómo vives el hecho de no tener relaciones? (nota: entre los grupos guerrilleros, según ellxs, no se permiten relaciones de amor por motivos de concentración durante los combates. Fuera de los grupos guerrilleros, las relaciones de amor son bien aceptadas y apoyadas)
-“Si decides entrar en las YPJ, decides también abandonar tus relaciones personales de amor. Las relaciones lésbicas son también relaciones de amor. Si amas a la persona con quién estás, puedes decidir también dejarla por amor hacia toda la humanidad, por amor hacia todas las personas y pueblos oprimidos. Esta es la parte militar del movimiento. Si decides combatir, es imposible hacerlo mientras pienses: ¿Qué va a hacer la persona que amo si yo muero? Por esta misma razón, la mayoría de nosotras opta también por no tener hijxs”.
Según vosotras, ¿por qué creéis que entre las personas que actualmente combaten en Kurdistán hay más YPJ (mujeres) que YPG (hombres)?
-“Entre las mujeres hay el sentimiento maternal. Ver sufrir las niñas y los niños de todo el mundo nos hace más fuertes y valientes, a diferencia de los hombres, que no tienen este instinto específico”.
¿Alguna vez has tenido dudas sobre el deseo de ser madre?
-“No. Nosotras no hemos perdido nunca el deseo de ser madres, pero esta maternidad, este amor, es hacia todxs lxs niñxs, hacia la humanidad.
Nunca ha sucedido que una YPJ cambiase de opinión, y quisiese salir del movimiento para tener hijxs. Hoy en día, las mujeres del Kurdistán están escribiendo la historia, y es importante hacer preguntas sobre esto”.
Nunca ha sucedido que una YPJ cambiase de opinión, y quisiese salir del movimiento para tener hijxs. Hoy en día, las mujeres del Kurdistán están escribiendo la historia, y es importante hacer preguntas sobre esto”.
¿Qué pensáis cuando estáis combatiendo en primera línea del frente junto a los hombres?
-” En primera línea del frente no combatimos solo contra el enemigo, sino también contra la dominación del hombre sobre la mujer y contra el capitalismo. Por lo tanto estamos juntos con los YPG, y si hay malentendidos, se resuelven después en las asambleas, tan pronto como hay una oportunidad de hacerlas”.
¿Tenéis presente que esto que hacéis es un impulso para el movimiento femenino en todo el mundo?
-“Por supuesto.”
¿Nos podéis contar alguna anécdota de vuestras vidas de combatientes en primera línea del frente?
-“Es difícil de expresar nuestro espíritu cuando estamos en el frente. No queremos matar a la gente. Pero mientras combatimos, sabemos lo que hacen los daesh (ISIS); ellos matan sin razón. Nosotros luchamos para la humanidad. Sabemos que si no los matamos, ellos nos matan. Pero el momento de la batalla no se puede describir con palabras, sólo estando se puede entender realmente lo que se siente. ¿Conoces la historia de las cuatro mariposas? Cuatro mariposas volaban alrededor del fuego, la primera, desde la lejanía, descubrió que el fuego producía luz, y volvió a sus compañeras a contárselo. La segunda, intrigada y atraída por la luz, se acercó aún más y descubrió que el fuego daba calor, y también se lo contó también a las demás. La tercera mariposa quería descubrir aún más, y se acercó tanto que el fuego la quemó un poco. Inmediatamente se lo contó a las demás. La cuarta, quería comprender plenamente el espíritu de fuego, se acercó tanto, que murió abrasada por las llamas”.
¿Alguna vez hablaste con el enemigo durante el combate?
-“No. Pero alguna vez ha sucedido que los daesh han hecho radiotransmisiones tratando de deprimirnos psicológicamente. Por ejemplo, fingiendo de haber capturado una compañera nuestra y describiendo como la abusaban y torturaban. Nuestra respuesta fue: “Perderéis.” Por lo general, después de esto conseguíamos matarlos”.
¿Has visto los daesh visiblemente drogados?
-“Sí, sabemos que toman éxtasis, además, en primera línea del frente, a menudo los hemos visto inyectarse sustancias en vena en los brazos, de las que desconocemos qué son. La textura de sus cuerpos, una vez muertos, se vuelven como el plástico. Durante el combate, es necesario golpearlos varias en el cuerpo, incluso varias veces también en la cabeza para matarlos. Por lo general, sus cuerpos se descomponen mucho más lentamente.
(Paramos de hablar, es la hora de la comida y algunas de ellas han cocinado para todos. Así que comemos juntxs y después seguimos la conversación)
¿Qué opinas de la situación política y social en Europa? ¿Crees que es posible un movimiento igual de fuerte allí también?
-“Europa está pasando por algo muy complejo. Es urgente que incluso allí surja un movimiento igualmente fuerte, pero no va a ser nunca igual al kurdo. Cada movimiento necesita hurgar y descubrir su propia y específica identidad.”
Entonces, una de ellas hace una pregunta: -“¿Crees que en este momento las mujeres en Italia o en Europa son libres?”
-No.
– “Así pues, es urgente y necesario que las mujeres despierten en todo el mundo. El patriarcado, históricamente ha estado, y es todavía, la opresión de los hombres sobre las mujeres. Esto refuerza el sistema capitalista. Por lo tanto, un movimiento es fuerte si la lucha por el despertar comienza por parte de la parte oprimida. El movimiento contra el patriarcado es fuerte si en el momento de la lucha son las mujeres quienes están en el frente. ¿Nos hemos preguntado alguna vez porqué nunca ha habido mujeres individuales en cabeza de un movimiento o una revolución? Porque cada vez que esto sucedía, el poder las reprimía. Por esta razón, es importante estudiar y conocer la historia de la humanidad y de las mujeres, por ejemplo, Rosa Luxemburgo…
Para hacer un movimiento fuerte y siempre ser capaz de ser mejorado, es necesaria la práctica de la autocrítica: criticar, autocriticarse, y escuchar y aceptar las críticas, es fundamental para construir relaciones igualitarias y superar los problemas que surgen. Recibir una crítica no debe despertar ira. Durante la crítica y la autocrítica reconozco mis amigxs y esto me ayuda a ser una persona cada vez mejor, así como poco a poco ir eliminando mi ego interior y personal, un ego presente en todxs nosotrxs que nos impide entender y escuchar a lxs demás”.
Y en todo esto, ¿los hombres que deben hacer?
-“Si el movimiento es fuerte y es una revolución antipatriarcal, los hombres deben ser conscientes y apoyar el movimiento femenino. Es mejor no creer ciegamente en la existencia de una revolución sólo porque alguien lo dice, sino ir al lugar donde está sucediendo y verlo de primera mano. Así como no existe victoria ni revolución sin dolor ni sufrimiento”.
¿Alguna vez has amado a un hombre?
-“He tenido varias relaciones cuando era más joven, pero ninguna respondía mis sentimientos más profundos, hasta que me decidí a abandonar todo esto y empezar a combatir. En muchas maneras, el capitalismo nos aleja de ser verdaderamente nosotrxs mismxs. Incluso llevar accesorios o piercings, o cambiar el color del pelo, es un modo de alejarse de lo que somos, porque si no hubiesen las fábricas que producen los productos de maquillaje, no sentiríamos este tipo de necesidad”.
Pero a veces, un estilo extraño puede representar, en ciertos contextos, una ruptura de los esquemas preestablecidos, de formas de imagen dominantes.
-“Sí, somos conscientes de ello. También hay culturas ancestrales como las de lxs aborígenes, que suelen decorar su propio cuerpo con diversos objetos, metales o tatuajes. Estas culturas tienen un fuerte vínculo con la tierra y con la naturaleza, viven en armonía con ella: “con” y no “contra”. Hablando de lxs aborígenes australianxs, el presidente de Australia hizo un llamamiento para la protección de esta población aborigen y del peligro de su extinción. El capitalismo la está poco a poco destruyendo”.
¿Según vosotras, se puede salir del sistema capitalista en un contexto urbano?
-“No, es necesario volver a tomar contacto con la naturaleza, así pues es necesario salir de las ciudades, tomarlas solo como puntos de encuentro si así es necesario. Pero es aún más necesario ir a lugares en la naturaleza”.
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