domingo, 3 de abril de 2016

Diferentes visiones de la lucha del pueblo kurdo contra el Daesh

El católico Simón de Monfort y el camarada Martos relatan su experiencia en el frente contra el Estado Islámico. Sin embargo, el periodista y refugiado sirio Zinar Ala advierte: «Los kurdos no necesitamos a los extranjeros para combatir al EI»

Los dos son españoles, aunque las banderas que enarbolan en el frente contra el Daesh difieren bastante. La de Simón de Monfort (su apodo, el de un famoso cruzado), ex militar valenciano de 46 años -en 2008 fue candidato al Congreso por Valencia dentro del partido de extrema derecha Alianza Nacional- es la rojigualda, pero con la inscripción ‘Reinaré en España. Viva Cristo Rey’ y un corazón en llamas (el Sagrado Corazón de Jesús) en el centro. El camarada Martos, un joven madrileño de 20 años perteneciente al partido de extrema izquierda Reconstrucción Comunista, lleva dos: la tricolor de la República española y la roja con la hoz y el martillo. Pese a sus diferencias, ambos han combatido al Daesh, al Estado Islámico, junto a los kurdos. Sus motivaciones son diferentes, pero un enemigo común tan despiadado hace extraños compañeros de viaje en el frente. «Si no vamos a tener diferencias al morir, tampoco las queremos al vivir», dice Monfort. «Aquello es la lucha por una revolución democrática contra la barbarie, dentro de unos mínimos todos luchamos por lo mismo», explica Martos. Ambos hablan aquí de su experiencia junto a los kurdos en el frente contra el Daesh, en Siria e Irak, un viaje, el de los voluntarios españoles, que las autoridades de nuestro país tratan de impedir por todos los medios y que, incluso, dependiendo de las circunstancias, puede conllevar pena de cárcel. De hecho, Martos fue detenido al llegar aquí acusado de integrarse en las filas del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado organización terrorista), aunque él lo niega. Monfort aún sigue en Irak. Coinciden en este reportaje donde relatan en entrevista sus experiencias. También aportan su testimonio el periodista kurdo sirio Zinar Ala, responsable de la web Actualidad Kurda, el reportero aragonés Ferrán Barber, y Roberto Vaquero, secretario general del partido Reconstrucción Comunista, que acaba de salir de la cárcel acusado de pertencia a grupo terrorista. Curiosamente, allí ha compartido módulo con gente del Estado Islámico.

«Aquí no hay comunistas ni historias. Si no vamos a tener diferencias al morir, tampoco las queremos al vivir»

Simón de Monfort. Exmilitar y católico en Irak


Simón de Monfort es un valenciano de 45 años que cuenta con la experiencia militar que le dio participar en el Grupo de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra. Católico ultraconservador, llegó al Kurdistán iraquí a principios de año y planea estar allí hasta julio. «Concretamente, llegué al sureste de Kirkut, frente a Hawija, la ciudad bastión de Daesh, en la línea del frente establecida tras la recuperación de los territorios anteriormente ocupados por Daesh a los iraquíes de mayoría kurda. Aunque recientemente nos han trasladado de destino y no puedo revelar mi posición actual». Ahora mismo, Simón de Monfort es el encargado de adiestrar a los españoles recién llegados en una especie de campo de entrenamiento de ‘cruzados’, como a él mismo le gusta llamarse. Eso sí, siempre a las órdenes de los kurdos. Monfort va relatando el día a día de su estancia en Irak en la página de Facebook ‘Apoyo Voluntarios Españoles contra el Daesh’.

¿Cuál es su motivación para jugarse la vida en Irak?

Nadie bien nacido puede permanecer impasible ante el genocidio cristiano en Oriente Medio y la persecución bestial de Daesh contra todos aquellos que no son sunitas radicales. Las poblaciones kurdas, yazidíes, chiíes… son sometidas o exterminadas a su paso ante la pasividad de Occidente, que saca rédito económico expoliando un petróleo a bajo precio a cambio de armas obsoletas a todos los bandos.

El 90% de sus víctimas son musulmanes.

Efectivamente, los cristianos no son las únicas víctimas de los terroristas, también los yazidíes y los chiítas y todos los que se interpongan a un estado sunita radicalizado, pero es evidente que los más desprotegidos, por ser minoría, son los cristianos abandonados incluso por una jerarquía eclesiástica más pendiente del falso ecumenismo, el relativismo e indiferentismo, que de defender la fe y a sus fieles.

¿Cuál fue el detonante que le hizo decidirse?

Las imágenes de atrocidades son muchas, pero hay dos llamamientos, uno de cristianos gritando auxilio y otro de sacerdotes que manifiestan que no basta con rezar para parar la barbarie. Eso junto a unas condiciones personales que hacían posible mi participación.

¿Cómo es el día a día allí?

Los días son tranquilos y aprovechamos para descansar, ejercitarnos, etc… Es por las noches cuando los terroristas se adelantan a sus posiciones más avanzadas para hostigarnos, con lo que las noches las pasamos en vela o disparando.

¿Qué come, cuánto y dónde duerme?

Aquí sólo hay dos menús: o arroz con tomate o tomate con arroz, esporádicamente hay garbanzos y sólo de tanto en tanto algo de pollo. Lo mismo para comer que para cenar. Dormimos cuando podemos, bien en las habitaciones si es de día, o bien en la trinchera por la noche en turnos de guardia.

¿Cómo son los guerrilleros kurdos?

Son demasiado confiados a mi parecer, muy abiertos, agradecidos y amables, comparten contigo hasta lo que no tienen.



¿Y las guerrilleras, ha coincidido con alguna?

Las mujeres forman sus propias unidades y aún estando también en primera línea, no se mezclan con los hombres. Las mujeres peshmergas son más disciplinadas y entregadas a la lucha que muchos hombres.

¿Cómo tratan los kurdos a los voluntarios?

Nos tratan muy bien y a pesar de las carencias somos los primeros en ser atendidos.

¿Ha visto morir a algún compañero de su grupo?

No por el momento, gracias a Dios

¿Ha matado a combatientes yihadistas?

Responder esta pregunta complicaría mi situación si regreso a España.

¿Cuántos españoles hay allí en estos momentos, que usted sepa?

Son muchos los voluntarios extranjeros, sobre todo americanos y franceses, pero también suecos, italianos y hasta australianos. Pocos todavía los españoles que van incorporándose. La cantidad de españoles aquí o por llegar no puedo decirla por razones de seguridad. Además, hay quien prefiere el total anonimato. La mayor parte, exmilitares con experiencia, pero también hay sanitarios. Nos han asignado una ambulancia en nuestra unidad a cargo de un sanitario francés de la legión extranjera. A las autoridades españolas no les hace gracia que españoles se inmiscuyan en esta guerra. Y tratarían de impedírselo. Decir una cantidad es decir un cupo de captura, así que no podemos dar este tipo de información que va en contra de nuestros voluntarios. Para Daesh sería una joya atacar donde saben que hay más occidentales para capturar, torturar y ejecutar pública y mediáticamente. También Daesh sabe por dónde llegan los occidentales, si les damos pistas de número de personas y lugares de procedencia sería un bombón de información que sin duda utilizarían. Estamos hablando de una guerra con un enemigo tan cruel como poco convencional al que hay que dar la menor información comprometida posible.

Los primeros voluntarios españoles que conocimos fueron jóvenes comunistas. ¿Cómo es su relación con ellos, su convivencia desde posiciones ideológicas tan alejadas?

Aquí no hay comunistas ni historias, el enemigo es salvaje y despiadado con el que pille de nosotros, si no vamos a tener diferencias al morir tampoco las queremos al vivir. Cada cual lleva su vida interior, lo mismo ocurre con los kurdos, ya que entre los peshmergas hay laicos, musulmanes, cristianos, patriotas proiraníes, proiraquíes, turcomanos… Si algo ha logrado Daesh es unir a todos contra su barbarie.

¿Qué opina de que los españoles que viajan a Irak o Siria sean detenidos a su regreso acusados de terrorismo?

Es una paradoja que los gobiernos al servicio de las corporaciones como Repsol u otras, a las que se retiran los políticos en jubilaciones doradas, sean capaces de beneficiarse de la situación de conflicto en la zona para sacar petróleo barato a cambio de armas obsoletas. No quieren terminar con un conflicto que les beneficia económicamente. Son ellos los que deberían ir a la cárcel por corruptos…

Usted, por tener permiso de armas y estar en las filas de los perhmergas, se librará de esto al volver, ¿es así?

Si ves en el portal de tu casa un grupo de energúmenos violando a una muchacha, no te planteas consecuencias legales ni riesgos al intervenir contra el atropello. Lo haces y punto, lo que venga después está en manos de Dios. No se puede entrar a sopesar consecuencias.

Sin embargo, a los comunistas que estuvieron en el frente les han detenido a su regreso acusándoles de haberse integrado en el PKK. ¿Usted la considera una organización terrorista?

Ningún gobierno occidental lo considera de verdad pues todos mantienen en sus países delegaciones o contactos con ellos, recuerden sus visitas al Parlamento vasco. Pero de nuevo la hipocresía de gobiernos aliados con Turquía prevalece. Lo que los medios silencian es que actualmente Turquía está masacrando pueblos kurdos en sus fronteras. Si hoy mismo hay combates desiguales contra los kurdos, ¿cómo no van a despertar adhesiones y solidaridad?

¿Qué ‘amuletos’ lleva con usted en el frente?

Amuletos pueden llevar los paganos, a mí me acompaña el Sagrado Corazón de Jesús, mi escapulario y el Rosario.

¿Qué le dice su familia?

Sólo hablamos de temas personales.

¿Anima a otros a ir a Irak o Siria para combatir al Daesh?

El estado español debiera mandar ayuda militar y humanitaria. Ante su pasividad, es bueno que aquel que pueda aportar algo para evitar esta barbaridad, dé un paso al frente y lo haga.

«Dentro de unos mínimos, todos luchamos por lo mismo»

Camarada Martos. Joven comunista detenido después de luchar seis meses en Irak y Siria

Es uno de los dos jóvenes comunistas, el otro es el que se hace llamar Paco Arcadio, que en enero del año pasado salieron en las noticias donde anunciaban su adhesión a la lucha «contra el fascismo del Estado Islámico» y en defensa de «los hermanos kurdos». En aquel vídeo aparecían vestidos de militares y encapuchados, con una bandera comunista y otra de la República. Cuando regresaron al cabo de seis meses, fueron detenidos por integración de banda terrorista (PKK), cuando ellos aseguran que estuvieron en las filas del YPG (Unidades de Protección Popular Kurda, algo así como sus fuerzas armadas), aunque puestos en libertad al día siguiente con el pasaporte retirado. Martos es un veinteañero. Acababa de terminar de estudiar y se puso a trabajar «Lo que me mueve desde que tengo
15 años es el marxismo leninismo. A irme para allá me impulsó la causa kurda, vimos la posibilidad y marchamos; la ayuda que dábamos aquí estaba bien, pero podías aportar algo más. Los kurdos te reciben con los brazos abiertos, se sienten muy agradecidos. Volvería a hacerlo cuando me fui. Ahora no, porque mi trabajo está luchando desde aquí y además me han quitado el pasaporte».
Es uno de los dos jóvenes comunistas, el otro es el que se hace llamar Paco Arcadio, que en enero del año pasado salieron en las noticias donde anunciaban su adhesión a la lucha «contra el fascismo del Estado Islámico» y en defensa de «los hermanos kurdos». En aquel vídeo aparecían vestidos de militares y encapuchados, con una bandera comunista y otra de la República. Cuando regresaron al cabo de seis meses, fueron detenidos por integración de banda terrorista (PKK), cuando ellos aseguran que estuvieron en las filas del YPG (Unidades de Protección Popular Kurda, algo así como sus fuerzas armadas), aunque puestos en libertad al día siguiente con el pasaporte retirado. Martos es un veinteañero. Acababa de terminar de estudiar y se puso a trabajar «Lo que me mueve desde que tengo 15 años es el marxismo leninismo. A irme para allá me impulsó la causa kurda, vimos la posibilidad y marchamos; la ayuda que dábamos aquí estaba bien, pero podías aportar algo más. Los kurdos te reciben con los brazos abiertos, se sienten muy agradecidos. Volvería a hacerlo cuando me fui. Ahora no, porque mi trabajo está luchando desde aquí y además me han quitado el pasaporte».

¿Cómo fue? ¿Qué cosas vivió allí?

Fue una experiencia más de vida, he conocido a gente que ha sido importante para mí y he podido ser consecuente realmente con lo que creía necesario. No es nada fácil dejar atrás familia, amigos y las comodidades que se tienen en España, pero es por una causa justa, y saber que luchas por un bien mayor hace más llevadera toda dificultad que encuentras. En Shangal, nos contaron que entró el Daesh y se llevó a las personas que querían para ellos, al segundo día les dieron entrenamiento y al tercero les ordenaron que mataran a todo el que no fuera musulman. Encontraron montones de cadáveres, niños desangrados con los pies cortados. Le cortan la cabeza a la gente con un cubo de hojalata. Pero en la lucha se esconden, disparan escondidos, contra los civiles se encuentran fuertes, con poder, pero contra un ejército como las YPG huyen.

¿Peligró su vida o la de sus compañeros?

Sí, de forma constante, es una guerra.

¿Ha estado cerca de algún yihadista de Daesh?

Obviamente, en el frente estamos todos muy cerca.

¿Cómo era allí el día a día, cómo les trataban los kurdos?

Siempre con actividad entre guardias por el día y por la noche, aunque también había mucho tiempo para leer y confraternizar con los compañeros. Todos ellos siempre se mostraron muy hospitalarios y agradecidos por compartir su lucha. En el frente es muy duro estar, la comida y el agua llegan tarde y mal, el pan ya está malo, y las condiciones higiénicas son nulas, si quieres ducha tienes que irte del frente y es complicado. Hay seis camas para 20 personas, se hacen turnos para dormir, las guardias son de cuatro horas en la noche y te levantas a las cinco. El Daesh ataca de cinco a siete de la mañana porque por la noche no tiene miras térmicas como los kurdos o tienen muy pocas, les puedes ver a a ellos pero ellos no a ti. Se hace lo que se puede, nadie está triste, todo el mundo que está en el frente es porque quiere estar.

Al llegar, ¿entraron en contacto con otros españoles?

No, no coincidimos con ninguno, aunque hemos sabido que ha habido muchos más, algunos han vuelto. Sin embargo, a los únicos que nos piden décadas de cárcel es a nosotros, y decían que en España no te pueden juzgar por tener una ideología.

Hay por allí, además de comunistas, ultra católicos, ex militares… ¿Se han topado con alguno?

Españoles no, pero católicos, anarquistas o comunistas de otros países sí, constantemente.



¿Cómo es allí la convivencia entre gente de ideologías tan alejadas?

Aquello es la lucha por una revolución democrática contra la barbarie, dentro de unos mínimos todos luchamos por lo mismo, la liberación del pueblo kurdo y el fin del Estado Islámico.

¿Sabían que podrían tener problemas a la vuelta?

Sí. No me imaginaba el circo que se ha montado finalmente con este juicio, pero sí. Sabía que con el déficit democrático que hay en España podía pasar algo.

¿Cómo fue la detención?

La de mis camaradas entrando por la fuerza a las 7 de la mañana en sus casas con fusiles, la mía, algo menos traumática.

¿Entiende que se detenga a los voluntarios que van a combatir a Daesh?

Claro que no, es una gran injusticia, además mucha más gente ha ido a combatir y no les detienen. Lo han hecho con nosotros y han ilegalizado nuestro partido (Reconstrucción Comunista) cautelarmente durante un año para dar un escarmiento mediático y destruir aquello que no les gusta. Es un gran ejemplo de que en España hay democracia solo para quien les interesa, que encubren los presos políticos mientras critican los que supuestamente hay en otros países. Deberían tomar ejemplo del resto de Europa, que no persigue a aquellos que se enfrentan al Estado Islámico. Nuevamente volvemos a ser un país de pandereta.

¿Entiende el argumento de que podrían poner el riesgo la neutralidad de España en este conflicto?

¿De que neutralidad estamos hablando? ¿Acaso no es España miembro de la coalición internacional contra el Daesh? ¿Acaso no se han sentado los líderes de esa coalición con los kurdos y les tienen de aliados? El gobierno de España ha cometido un grave error y le va a pasar factura, ha violado los principios democráticos más básicos mientras muestra una permisibilidad increíble con el Estado Islámico en España, solo te tienes que acercar a una cárcel donde estén para verlo. Nuestro juicio es un montaje sin precedentes, es una vergüenza para todos que deja una imagen pésima de nuestro país.

Por otro lado, ¿qué les parece que se les iguale con los que van a integrar las filas de Daesh?

La comparación con el Daesh ya es una infamia digna solo de una república bananera. El Daesh mata, asesina en cualquier lugar del mundo, tiene armas, una financiación oscura, una gran estructura internacional y pretende reconquistar Al-Andalus. Nosotros somos un partido inscrito en el registro de partidos, nuestros fines son públicos, no hemos cometido ningún delito, no tenemos armas, no matamos a nadie, no tenemos financiación ilegal de ningún tipo… ¿Qué clase de loco enfermo no ve a simple vista que no tenemos nada que ver?

«Me han metido en el mismo módulo que la gente del Estado Islámico»

Roberto Vaquero. Secretario general de Reconstrucción Comunista, ha pasado 49 días en la cárcel por colaboración con organización terrorista (PKK)


Madrileño de 29 años, lleva en Reconstrucción Comunista desde su fundación, en 2009, como secretario general. Ha pasado casi dos meses en la cárcel por tenencia de explosivos y pertenencia a una organización criminal que colabora con una organización terrorista (PKK). Le acusan de poner en contacto desde Madrid a jóvenes comunistas con miembros de este partido para viajar a Siria e Irak y combatir junto a los kurdos al Daesh. El juez ha prohibido las actividades de su partido durante un año y ha clausurado sus sedes de Vallecas y Valencia.

Acaba de salir de la cárcel después de 49 días ¿Cómo ha sido este tiempo?

Lo he llevado bastante bien, haciendo deporte y leyendo, aunque he sufrido presiones y me han metido en el mismo módulo que la gente del Estado Islámico, así que he tenido algún problema sin demasiada importancia. En la primera cárcel (Soto del Real) coincidí con tres yihadistas, pero no llegué a verlos, en la segunda había nueve, y estaban en todas las galerías que tenía paralelas a la mía, estuvieron intentando pillarme durante toda mi estancia allí, sobre todo después de que misteriosamente, cuando iba a la trabajadora social, se abriera también la puerta del patio de un yihadista y nos encontramos de frente, con lo que tuve que defenderme. Tras ese incidente estuvieron intentándolo con más insistencia. El régimen FIES es un régimen de exterminio para presos políticos y reclusos para ellos conflictivos, sin embargo dentro de los módulos de aislamiento, en contraste a lo anterior, los yihadistas viven a cuerpo de rey y les tratan con privilegios con respecto a los demás presos. Quería aprovechar para condenar la situación que viven todos los presos en el sistema penitenciario español, que está ideado como un negocio y no como algo para reinsertar a la gente en la sociedad, la cárcel no reinserta solo excluye.

Ha tenido que pagar 6.000 euros de fianza y está en libertad condicional. ¿Cómo ha quedado el tema?

No está demasiada clara la cosa aún de qué nos van a imputar falsamente al final.

¿Qué pasos va a dar a partir de ahora, qué dice su abogado?

Que hay que pelear el juicio, somos inocentes de todo lo que se nos acusa, si la justicia existe en España el juicio debe caer cuanto antes.

¿Qué apoyos ha tenido?

De muchísimas personas y colectivos incluyendo a la comunidad kurda, todos los que nos han estado atacando le han estado haciendo el juego sucio al Estado Islámico. La gente que acude a combatir lo hace a título individual y porque ellos así lo desean, nadie les manda, se van porque quieren ellos. Se marchan respondiendo a un llamamiento internacional que se formula por parte del MLKP, es decir, no tiene nada absolutamente que ver con el PKK, que es de lo que se nos acusa. Ni se ha mandado a nadie, ni se han ido con el PKK, ellos se integraron en la YPG.

«Los kurdos no necesitan a los combatientes extranjeros en la lucha contra los yihadistas»

Zinar Ala. Periodista kurdo, director de la web ‘Actualidad kurda’



Para este periodista kurdo de Rojava (Kurdistán sirio), Siria era «una gran cárcel». «Para mí y para todos los que luchaban por la libertad y la democracia. En la primavera de 1999 estuve 75 días detenido en la cárcel Central de Alepo por celebrar el Newroz, la fiesta nacional kurda. Más tarde fui interrogado en varias ocasiones por los aparatos de seguridad por cantar en las fiestas kurdas. Después de graduarme en Económicas y antes de que fuera llamado a filas conseguí un visado para hacer un doctorado en España, y esto fue posible gracias a que tengo una familia en este país». Llegó aquí a finales de 2005 y vivió en Ciudad Real una década en la que fue voluntario activo de Amnistía Internacional. En 2009, España le concedió el estatuto de Refugiado. Ha trabajado de forma precaria como intérprete, traductor y como periodista freelance para dos medios kurdos.
En 2008 creó dos blogs, uno en kurdo y otro en castellano. Los dos llevaban su nombre, pero en 2010 su madre le suplicó que dejara de escribir sobre el régimen sirio porque sus artículos podrían perjudicar a sus hermanos. «Así que hablé con mi amiga Nieves Iparraguirre, que ya colaboraba conmigo en el blog que llevaba mi nombre, y decidimos crear uno nuevo con el nombre de Actualidad Kurda (https://actualidadkurda.wordpress.com/) para despistar a las autoridades sirias. Nuestro blog es la primera web informativa sobre el pueblo kurdo en castellano. Ya llevamos más de cinco años con él, lo que supone miles de horas de trabajo dedicadas al pueblo kurdo sin recibir ayuda económica de ninguna organización, partido o gobierno». Reconoce que últimamente se nota bastante «la simpatía por la causa kurda: el año pasado publicamos un artículo sobre la cantante y guerrillera kurda Viyan Peyman, que perdió la vida en Rojava combatiendo al Estado Islámico, y el artículo fue reproducido en muchas páginas web. Miles de hispanohablantes compartían la noticia en las redes sociales y expresaron su pesar por la pérdida de esta mujer. Nunca habíamos experimentado antes una ola de solidaridad con los kurdos como la que estamos viviendo».
Hace unos meses se trasladó a vivir a Alemania en busca de «pan, techo y trabajo digno». Ahora está aprendiendo el alemán, mientras que la Universidad de Münster le paga los costes de los cursos y el transporte público (como refugiado) y tiene un ‘mini job’ con el que ir tirando. «En España, solo una vez pedí un alojamiento temporal en un centro de refugiados parar buscar un trabajo en Madrid, pero me dijeron que no había plaza para mí. Según tengo entendido, la ayuda sólo se concede en el primer año de ser refugiado y luego tenemos el derecho de dormir en la calle igualmente que muchos españoles».

¿Entiende por qué hay españoles, o de otras nacionalidades, que viajan a su país e Irak para ayudar a los kurdos en su lucha contra el Daesh?

La reciente solidaridad internacional con los kurdos empezó en 2014, sobre todo después de las barbaridades que cometió el Estado Islámico contra los kurdos yazidíes de Shangal, como las ejecuciones masivas de los hombres y la toma de mujeres como esclavas sexuales.Y en Rojava los guerrilleros y guerrilleras kurdas (YPG, YPJ) adquirieron una fama que ha atravesado todas las fronteras por su resistencia numantina en Kobane. Creo que todo esto dio una carga emocional a los combatientes occidentales y les motivó para viajar a Mesopotamia para luchar junto a los kurdos contra el Estado Islámico.


Como kurdo de Rojava, ¿qué aconseja a los que sientan la necesidad de ayudar cuando ven en la tele imágenes de su pueblo enfrentándose a Daesh y quieren sumarse a este ejército?

Yo pienso que los kurdos no necesitamos a los combatientes extranjeros en la lucha contra los yihadistas. Rojava no necesita a los combatientes comunistas ni a los militares ultracatólicos españoles para combatir al Estado Islámico, hay bastantes jóvenes kurdos dispuestos a empeñar las armas para combatir a los yihadistas y los islamistas ‘moderados’ que atacan al pueblo kurdo. Rojava necesita a los occidentales que puedan echar una mano para la democratización de una sociedad que llevaba medio siglo viviendo bajo la dictadura del Baaz. A menudo recibimos mensajes de españoles y latinoamericanos que nos piden informaciones para ir a batallar con los kurdos. Pocas son las personas que quieren viajar a Rojava para ayudar en el ámbito civil y humanitario. Hace un año y medio una persona de Bilbao se puso en contacto con nosotros ofreciendo sus servicios como profesor, sin cobrar nada a cambio. Y sólo hemos atendido a este bilbaíno y le hemos puesto en contacto con las autoridades kurdas.

¿Cómo se puede ayudar desde aquí?

De muchas maneras, por ejemplo, impulsar proyectos para apoyar las organizaciones de sociedad civil en Rojava. Desgraciadamente, la Agencia Española de Cooperación (AECID) no tiene ningún proyecto para apoyar el cambio social y político que se está viviendo en Rojava. De otro lado estaría muy bien que el Gobierno español o una Comunidad Autónoma ofrecieran un par de becas para que los estudiantes de Rojava puedan estudiar un grado o hacer un máster en alguna universidad española, para que vuelvan luego a contribuir en el desarrollo de su sociedad. También se podrían enviar cooperantes para ayudar en el desarrollo de la región, sobre todo profesionales del ámbito sanitario, agrícola y educativo. En España hubo muchas muestras de solidaridad con el pueblo kurdo en Rojava y estos gestos animan mucho a los kurdos para seguir su lucha por la libertad. Y si por algo merece la pena apoyar a Rojava es por el cambio de la situación de las mujeres en esta región del horrible Oriente Próximo. Los kurdos sirios han abolido la poligamia y han prohibido el matrimonio entre los menores. Cada día vemos más representación femenina en todos los ámbitos. Por primera vez en la historia de está región vemos a mujeres ocupando altos cargos políticos y militares, como por ejemplo Hêvî Îbrahim que preside desde hace dos años el cantó de Efrîn (2.033 km²), ella es la primera mujer que preside una provincia en todo Oriente Próximo. También está Nesrîn Abdullah, la comandante de las Fuerzas de Protección Femeninas (YPJ), que se entrevistó con muchos políticos europeos y fue recibida por el presidente francés en el Elíseo. Todo esto está cambiando de manera significativa la sociedad patriarcal kurda. Las mujeres en Rojava necesitan el apoyo de las mujeres españolas. Las mujeres asirias, árabes, armenias, turcomanas y kurdas de Rojava pueden aprender mucho de la lucha femenina en España por la igualdad y contra la violencia machista.

¿Habría que centrar también la ayuda en lo que están sufriendo los refugiados en las fronteras de Europa?

Sin lugar a duda, hay que atender a las personas refugiadas que huyen de las guerras y la persecución, los países europeos deben estudiar los casos de los solicitantes de asilo y no aplicar las horribles devoluciones en caliente. Europa tiene la responsabilidad de acoger a estas personas, no hay que olvidar que los países europeos siempre han tenido buenas relaciones con los tiranos del Próximo Oriente. En vez de exportar armas a los países en guerra, hay que exportar la paz a estos países, los refugiados no dejarán de venir a Europa hasta que se mejoren las condiciones de vida en sus países.

«La única forma de ayudar es desde aquí»

Ferran Barber. Reportero español


Contrario también a que los españoles vayan a Irak o Siria a combatir es el periodista aragonés especializado en temas sociales e internacionales Ferran Barber, que está dando a conocer la realidad de «una minoría dentro de las minorías»: los asirios, los últimos cristianos de Oriente Medio, pueblo antiquísimo procedente de Mesopotamia donde todavía hablan el arameo. Acaba de volver de Irak y Siria, donde ha conversado con varios voluntarios.

Usted afirma que los españoles que van a Siria o Irak a luchar contra el Daesh están equivocados.

En primer lugar, hay que distinguir entre quienes combaten desde Siria y quienes lo hacen desde Irak. De entrada, sus motivaciones son diferentes y su perfil personal, también. Por regla general, los que han ido a Siria combaten del lado de los confederalistas kurdos y están alentados por razones políticas. Digamos que están apoyando el proceso revolucionario del norte de Siria, en una zona conocida como Rojava. En Irak, por el contrario, los voluntarios extranjeros no están autorizados a combatir, y menos todavía en la primera línea del frente. Tal y como dimos a conocer en una serie de reportajes de investigación, las llamadas milicias cristianas han sido una invención de algunos partidos políticos cristianos que la Prensa internacional repitió de una forma grotesta y acrítica. La mentira consistía en afirmar que había ejércitos cristianos peleando contra el Estado Islámico o que se disponían a hacerlo, cuando no insinuaban que disponían ya de cientos de hombres movilizados. Se alimentó esa mentira para captar dinero. Parte de los ‘miles de euros’ donados por españoles, portugueses y suramericanos a los cristianos iraquíes a través de una organización asiro-americana conocida como American Mesopotamian Organization (AMO) se han quedado ‘atrapados’ en los bolsillos de uno de los cofundadores de Blackwater, Jamey Smith, actual responsable de una firma militar privada llamada Gray Solutions.

¿Cree que los voluntarios están perjudicando aún más un conflicto tan complejo como éste?

En el caso de Siria, se ha usado a los voluntarios extranjeros con fines propagandísticos. Básicamente, lo que el YPG ha hecho es servirse de esos milicianos extranjeros para captar la simpatía internacional. En el caso iraquí, la presencia de los cruzados ha sido absolutamente contraproducente, además de ridícula. Según los propios cristianos, la idea empeoró las cosas notoriamente al convertirles en víctimas de esta endeble alianza emocional con los occidentales que tanto resquemor provoca entre los orientales y tantos problemas les ha originado a lo largo de la 
historia.

Haciendo una entrevista.

¿Considera que la presencia allí de españoles puede tener repercusiones para nuestro país?

No. En absoluto. Su presencia no es significativa.

¿Entiende por qué lo hacen?

Hay dos tipos de motivaciones. En el caso de los que han viajado a Irak, por razones religiosas. Y en de los que han combatido del lado sirio, por motivos políticos. Simpatizaban con el proyecto anarquista de Rojava. Los primeros, los que combaten en Irak, han sido manipulados.

¿Ha conocido a muchos españoles por allí y qué impresión le han dado?

Fuimos nosotros quienes informamos de la presencia de varios españoles en las filas de la milicia cristiana Dwekh Nawsha, en Irak. Y tal y como dijimos en su momento, estaban contribuyendo a extender equívocos y mentiras.

¿Cómo puede ayudar la gente desde aquí?

En realidad, la única forma de ayudar es desde aquí. Como también hemos dado a conocer, se han producido fraudes en las cuestaciones de dinero con destino a los cristianos. Si alguien quiere apoyar económicamente a alguna minoría, lo mejor es que lo haga a través de organizaciones como Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Y si existe otro tipo de motivaciones más políticas o humanitarias, el único modo de ayudar es contribuir a sensibilizar a la opinión pública o presionar a los gobiernos para que detengan la carnicería.

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