jueves, 7 de mayo de 2015

Sayyed Nasralá: Arabia ha sufrido un fracaso total en Yemen



El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha asegurado una vez más que la ofensiva saudí contra Yemen ha supuesto un fracaso flagrante y total, mientras que el pueblo yemení ha salido claramente victorioso.

Expresándose en directo en la cadena de televisión Al Manar este martes por la tarde, Sayyed Nasralá ha llamado a aquellos que afirman haber conseguido los objetivos de la ofensiva que citen uno solo de ellos que habría sido supuestamente logrado.

Para él, la ofensiva saudí prosigue y ha dado un giro peligroso con el apoyo creciente a Al Qaida y la prohibición del envío de ayuda humanitaria al pueblo yemení.

En el tema de Iraq, Sayyed Nasralá ha levantado la voz de alarma frente al proyecto de ley estadounidense para entregar armas a los kurdos y los sunníes sin pasar por el gobierno iraquí. “Es una medida que constituye un preludio a la partición del país y que todo el mundo debe combatir”, señaló.

Reiterando el apoyo iraní, ruso y el de Hezbolá a Siria, el número uno de Hezbolá denunció la campaña de rumores mentirosos lanzados por los medios del adversario sobre los avances de Al Qaida en la provincia de Idleb y aseguró que “ganar una ronda de combates no significa ganar la guerra”.

En lo que se refiere al Líbano, Sayyed Hassan Nasralá indicó que la batalla de Qalamún tendrá lugar lugar y que Hezbolá no hará públicos detalles sobre la misma. El objetivo es la protección de la población mientras que el Estado es incapaz de hacerlo.

He aquí los puntos esenciales de la intervención de Sayyed Nasralá:

Hace 40 días, Arabia Saudí declaró la guerra a Yemen y 26 días después la coalición de la ofensiva anunció el fin de la operación “Tempestad Decisiva” y el paso a la operación “Restaurar la Esperanza”.

Ellos hablaron de objetivos y pretendieron que la coalición los había conseguido para pasar a continuación a la operación “Restaurar la esperanza”. En este período, sin embargo, la agresión ha continuado. Estamos ante una gran y peligrosa campaña de desinformación, de la cual queremos hablar.

El pretender que los ataques saudíes han conseguido los objetivos buscados es la más grande mentira de todas las que se han pronunciado. Los aliados de los saudíes han saludado también los resultados de la operación “Tempestad de Firmeza”. Desgraciadamente, los medios del otro campo son poderosos. Ellos han comenzado a celebrar la victoria saudí, pero citadme los objetivos logrados, aunque sea uno solo, después del desencadenamiento de la ofensiva.

¿Es que Arabia Saudí ha restituido la pretendida legitimidad a Yemen? ¿Acaso ella ha logrado frenar el avance del Ejército yemení? ¿Es que ella ha desarmado a Ansarulá como pretenden? Nada de esto ha sido conseguido. ¿Es que Arabia ha podido reforzar su posición en Yemen? Tampoco.

Citadme, pues, un solo objetivo de la lista que hayan conseguido. En realidad, hacemos frente a un fracaso saudí flagrante y a una clara victoria yemení fruto de la tenacidad y la unidad del pueblo yemení.

Hablamos de la primera fase de la batalla.

La segunda fase ha sido bautizada con el nombre de “Restaurar la Esperanza”, pero el objetivo es el de ocultar los primeros fracasos. Ellos se habían fijado grandes objetivos que precisan de un largo período y de una incursión terrestre. Ellos han fijado ahora una nueva lista de objetivos más modestos. Entre ellos han citado:

1) Recomenzar el proceso político.
2) Continuar “protegiendo” a los civiles.
3) Asegurar la llegada de las ayudas internacionales.
4) Hacer frente a los movimientos militares de los huthis e impedirles utilizar las armas tomadas en los depósitos.
5) Llevar a cabo una acción internacional para privar de armas a los huthis.

El verdadero objetivo, sin embargo, sigue siendo es el de someter a Yemen a la dominación saudí. En otro caso, Arabia intentará destruir a Yemen y a su pueblo.

De este modo, los saudíes han bajado el listón de sus objetivos. Ellos pretenden defender al pueblo yemení, pero al mismo tiempo, lo bombardean.

Desde el inicio de la operación “Restaurar la Esperanza”, los saudíes han incrementado los ataques contra las unidades residenciales y han recurrido a bombas de racimo, un arma prohibida y muy peligrosa, cuyos efectos hemos sufrido también en el Líbano.

Ellos suministran armas a Al Qaida y aseguran su expansión. Ellos bombardean las posiciones del Ejército para impedir su avance en las regiones controladas por Al Qaida.

Ellos han bombardeado aeropuertos para impedir a los aviones humanitarios transportar ayuda al pueblo yemení. En lugar de permitir a las instancias internacionales organizar un diálogo en un país neutral, Abed Rabbo Mansur Hadi ha invitado a un diálogo en Arabia Saudí. Esto complica las cosas y muestra que Arabia no busca una solución política a la crisis.

Total fracaso saudí

Arabia engañó al mundo al anunciar el fin de su ofensiva. Sin embargo, desde hace 40 días los bombardeos se han intensificado. Nada ha cambiado.

Hoy en día, el objetivo de la ofensiva está cada vez más claro, pero las fuerzas políticas y el pueblo yemení muestran su rechazo al dominio saudí.

No existe ningún signo de debilitamiento. Por el contrario, las fuerzas yemeníes han retomado la iniciativa y continúan su avance. Más de 150 ataques saudíes han sido llevados a cabo contra Adén. Esto demuestra la progresión de los yemeníes.

El mundo debe asumir sus responsabilidades en lo que respecta a levantar el bloqueo saudí y permitir el envío de ayuda médica y alimenticia al interior del país. El mundo y las organizaciones internacionales hablan de una situación humanitaria catastrófica. Esto no quebrantará la fuerza y la decisión de los combatientes libres. El hacer presión sobre los combatientes matando a sus familias es una política condenada al fracaso.

Lo que hacéis no os llevará a ninguna parte y dañará vuestra imagen incluso más de lo que está ya ahora. Sin embargo, ello no afectará a la moral del pueblo yemení. Los países del mundo, y sobre todo del mundo islámico, deben actuar para hacer pasar las ayudas y romper el bloqueo. Los pueblos deben también asumir su responsabilidad.

A pesar de esa situación humanitaria, el pueblo yemení está decidido a rechazar la agresión.

Pasemos a Iraq

Después del control de algunas provincias por parte del EI y sus amenazas de extenderse a varios otros países, una coalición internacional fue creada. Nosotros hemos dicho que EEUU no tiene prisa por combatir contra el EI. Por el contrario, ellos quieren explotar esta situación para dividir a los países de la región según criterios confesionales y étnicos.

El objetivo norteamericano es el de dividir los países para crear estados débiles en caso de guerra. Estamos haciendo frente a un proyecto que se basa en conflictos intestinos que deben durar años. Hoy en día, los norteamericanos han desvelado sus intenciones. La primera medida tomada por el Congreso es el proyecto de ley que aboga por la entrega de armas a sunníes y kurdos sin pasar por el gobierno iraquí.

Éste es el inicio de la política de la división. Cuando la Maryaiya (la más alta referencia religiosa shií) llamó a defender Iraq, ella no hizo distinción entre una provincia y otra.

La provincia de Salahuddin es de mayoría sunní y numerosos elementos de las fuerzas de movilización popular (shiíes) cayeron allí mártires luchando contra el terrorismo. El gobierno y el Parlamento iraquíes así como las instancias religiosas no actúan sobre una base confesional. Existe un intento estadounidense de sabotear la lucha del gobierno iraquí contra el EI para encontrar un pretexto a fin de armar a las otras comunidades del país.

La Maryaiya y el gobierno han reclamado a todas las fuerzas políticas que mantengan una actitud vigilante frente a esta medida estadounidense.

A los pueblos y los gobiernos de la región les digo: sabed que esta medida es un preludio a una fase muy peligrosa: la de la partición de los países de la región, incluyendo Arabia Saudí.

En el pasado se decía, por ejemplo, que una cuestión concierne a Iraq y no debía mezclarse con otras, como la de Palestina. Sin embargo, la suerte de los pueblos de la región está vinculada.

No repitáis los errores de las generaciones anteriores. En relación a este peligroso proyecto cabe preguntarse cuál será la suerte de los pueblos de la región si sus países son divididos. ¿Cómo podrán ellos asegurar su desarrollo y necesidades una vez que sus países sean partidos?

Llamamos a impedir esta división antes de que ella se implemente con el fin de poder desbaratar posteriormente otros complots.

Pasemos ahora a Siria

Después de la toma de Idleb por los grupos armados, tuvimos que hacer frente a una campaña de rumores mentirosos en las redes sociales. Una guerra psicológica ha sido lanzada para beneficiarse de cada éxito enemigo a fin de dañar la moral de la población siria. 

Tras la caída de Yisr al Shugur, ellos pretendieron que el régimen estaba acabado, que el Ejército se hundía, que los aliados de Siria la habían abandonado, que la situación era muy complicada. Ellos dijeron que un gran número de alauíes se dirigían hacia la frontera libanesa y que Hezbolá presionaba al gobierno libanés para que los dejara entrar. Todo esto carece de fundamento.

Se trata de una guerra psicológica que busca dañar la moral del pueblo sirio con el propósito de conseguir los objetivos que ellos no pudieron conseguir en años de guerra.

Que nadie preste atención a tales rumores. Los sirios deben comprender que se trata de una guerra psicológica y que esto no es nada nuevo. Las circunstancias en Siria datan de hace cuatro años y las circunstancias entonces eran más  difíciles que las de hoy en día.

2) En lo que respecta a la posición iraní, todo lo que se menciona en la campaña es igualmente falso. Hace algunos días, Sayyed Jamenei dijo que su país negocia sólo el tema nuclear y que no renunciará jamás a ayudar a Siria. Rusia ha reiterado también su apoyo a su aliado. 

Ahora analicemos los hechos sobre terreno para ver si Siria se hunde realmente. ¿Cómo pretenden ellos que el régimen se hunde cuando se consiguen diariamente éxitos de manera continuada. En las guerras, el ganar algunos combates no significa ganar la guerra. Nuestro campo ha obtenido triunfos en muchas otras batallas.

La situación en Idleb cambiará con la continuación de los combates. Si Dios quiere. Sin embargo, lo que hay que destacar, en lo que respecta al Líbano, es que algunos partidos se han apresurado a celebrar una supuesta victoria, pero cuando vean los hechos del terreno, comprenderán que no se trata de una victoria importante.

3) A nuestro querido pueblo sirio quiero decir que nosotros, en Hezbolá, confirmamos que continuaremos siempre a su lado y que estaremos allí donde debemos estar. Entramos en Siria sobre la base de un diagnóstico claro y lógico según el cual los grupos terroristas buscan destruir Siria, el Líbano y la región. Imaginad lo que ellos habrían hecho si hubieran triunfado en Siria.

Pasemos al Líbano

Varias cuestiones importantes deben ser evocadas aquí: las amenazas israelíes, la situación interna, la parálisis de las instituciones constitucionales, el plan de seguridad en el Suburbio del Sur y los asesinatos de algunos hermanos en Ain el Helwe.

Me gustaría hoy hablar sólo de la situación sobre el terreno en el Anti-Líbano y dejaré las otras cuestiones para mi próximo discurso.

Con respecto al Qalamún, quiero recordar que dije hace algún tiempo que después de que “la nieve se derritiera” el Líbano haría frente a una amenaza.

Contrariamente a las alegaciones de los medios opuestos, estas declaraciones fueron pronunciadas antes de los últimos acontecimientos en Yish al Shugur y, de este modo, no tienen nada que ver con los últimos hechos acaecidos.

Nosotros hemos estado al corriente de las intenciones de los grupos armados que proyectaban llevar a cabo acciones militares contra el Líbano. Mirad lo que ha pasado desde que la nieve se ha derretido. Estos grupos lanzan ataques y matan a personas en el Líbano, como ha sido el caso en Arsal.

Con respecto al tema del Anti-Líbano no hablamos de una amenaza virtual, sino de una ofensiva efectiva mediante ataques contra las posiciones del Ejército. La ocupación de grandes partes del campo, los atentados permanentes contra el Ejército y contra los civiles en Arsal, la continuación del secuestro de los militares libaneses, el bombardeo de la región y las advertencias de proseguir estos ataques son ejemplos de que estas amenazas son efectivas y reales.

Incapacidad del Estado

El Estado libanés ya no puede afrontar esta amenaza. No es capaz de liberar a los soldados secuestrados ni de proteger las regiones expuestas a los ataques terroristas. Está claro que el Estado no puede proteger la patria.

Frente a esta incapacidad, nosotros asumimos nuestra responsabilidad. No hemos hecho ninguna declaración oficial sobre los planes de Hezbolá. Sí, existen preparativos que las gentes observan, pero no hemos hablado de la amplitud de esta batalla ni de sus fechas ni de sus objetivos. Esta batalla tendrá lugar y Hezbolá no comentará este asunto.

Cuando esta operación comience, todo el mundo observará los hechos sobre el terreno. No es de nuestro interés el hablar de sus detalles.

Ciertamente, asistimos a intimidaciones y críticas, como la de que la Resistencia debería asegurar la unanimidad de las fuerzas políticas libanesas antes de lanzar la ofensiva. Si esperamos a que se materialice esa unanimidad, no habrá ya Resistencia ni contra el ocupante sionista ni contra los grupos terroristas.

Se trata de un deber religioso y patriótico que todo el mundo debe asumir. Algunas fuerzas que nos apoyan políticamente nos lo agradecen. En cuanto a nosotros, no sacrificamos para proteger a nuestro pueblo.

Incluso aquellos que han financiado a los grupos armados comprenden que estos últimos no tienen valor. Ellos aplican una versión deformada del Islam y constituyen, para todo el mundo, una amenaza para el Islam.

Durante este tiempo, espero que la otra parte comprenda la amenaza de los grupos takfiris. Confiamos en Dios y es Él el que nos asegura la victoria en todas las grandes batallas, cuyo objetivo es el de proteger los lugares santos y la patria. La victoria será así una victoria divina.

Que la Paz de Dios sea con todos vosotros.

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