Hayzam Manna, vicepresidente del Organismo de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático en Siria, un grupo opositor, ha criticado lo que calificó los intentos de Arabia Saudí de controlar a la oposición siria en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Manna se negó a acudir a la pasada cumbre de opositores en Riad y señaló que el régimen saudí trata de convertir a los asistentes a aquella conferencia en los negociadores con el Estado en la próxima cita de Ginebra, este mes.
Esto supone un intento de monopolizar la delegación opositora y dejar fuera de ella a las fuerzas independientes y a la oposición nacional, indicó. Él dijo que la delegación debería incluir a figuras implicadas en la Conferencia de El Cairo y el Foro de Moscú.
Él denunció también el llamamiento realizado por los opositores asistentes a la conferencia de Riad para cooperar con el Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida.
Él señaló además que los grupos armados vinculados a los asistentes a la conferencia de Riad “no controlan ni el 5% del territorio sirio”.
El grupo de Manna está compuesto por sirios de tendencia laica, kurdos, asirios, armenios y turcomanos. La presencia de estas minorías en su organización y su deseo de mantener la independencia de la oposición siria le han hecho chocar con los grupos de oposición takfiris y a sueldo de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, que intentan imponer una dictadura extremista sectaria wahabí en el país.
Él señaló que su grupo no se unirá a una delegación compuesta por “figuras dependientes de países extranjeros y que reciben su salario de los mismos ni son tampoco representativas”.
Las críticas de Manna han sido reproducidas por el opositor sirio Mohammad Rahhal, miembro de la Conferencia Siria, que criticó a Arabia Saudí en una conferencia de prensa realizada en Beirut. Él rechazó también los resultados de la pasada conferencia de opositores en Riad y pidió a la oposición siria que se aleje de Arabia Saudí, que, según él, intenta dominar Siria e imponerle su tutela a través de una serie de agentes pagados.
Rahhal calificó a Arabia Saudí de “sistema retrógrado” que intenta destruir Siria, a su pueblo y su cultura. “Llamo a Arabia Saudí a revisar sus políticas y a respetar los valores y principios del pueblo sirio. Los sirios rechazamos la tutela de un sistema que corta las cabezas de los intelectuales, e incluso las de los hombres de religión”, indicó.
Él añadió que el actual consenso entre las grandes potencias y su llamamiento a un diálogo en Siria era un gran paso para poner fin a lo que calificó de “lucha absurda”. “Llamamos a todos sin excepción a invertir en este clima positivo y detener el baño de sangre que el país ha estado sufriendo”.
“En este sentido, llamamos a todos los países, empezando por Arabia Saudí, a detener su injerencia en los asuntos sirios y a dejar de apoyar a los grupos terroristas. También manifestamos nuestro rechazo a reconocer la conferencia de Riad y sus resultados y a todo lo que emane de la delegación de esta conferencia, que sólo se representa a sí misma.”
“Asimismo, advertimos en contra de los intentos de Arabia Saudí y otros países de excluir de las negociaciones a aquellos que no están contaminados por su dinero y a reemplazarlos por facciones extremistas culpables de derramar la sangre del pueblo de Siria y de sembrar el odio entre los hijos de un solo pueblo”.
“Llamamos a todos los partidos y a las figuras políticas opositoras a unir sus esfuerzos en contra de esta conspiración”.
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