Este domingo, la bandera siria ondeó sobre la ciudad de Palmira marcando así el fin de una época de salvajismo y oscurantismo.
La entrada de las tropas sirias en la ciudad no supuso una sorpresa, pero sí su rápida toma por las mismas, ya que algunos analistas habían predicho largos días o incluso semanas de lucha, pero al final todo resultó cuestión de pocas horas.
Muchos analistas se preguntan ahora qué ocurrirá después de la batalla de Palmira y cuales serán los próximos objetivos del Ejército sirio tras la derrota del EI en la ciudad que es considerada como “la capital del desierto sirio”.
Según expertos sirios, el Ejército comenzará en breve otra ofensiva para abrirse el paso hacia Deir Ezzor y Raqqa, esta última la “capital” del EI, y buscará cerrar la frontera entre Iraq y Siria al tráfico de combatientes del EI y armas, lo cual permitiría aislar a los grupos del EI que luchan en ambos países.
Según la agencia iraquí Sumariya News, fuerzas populares iraquíes ha liberado en estos días zonas fronterizas con Siria, como el distrito de Sinjar, y han izado la bandera siria en estas áreas.
En este sentido, la toma de las zonas fronterizas por ambos ejércitos facilitará la cooperación más estrecha entre los mismos contra la amenaza común.
El control del desierto sirio también cortará las rutas de aprovisionamiento del EI que parten de Jordania.
La batalla de Palmira servirá también como modelo para Deir Ezzor y Raqqa debido a la similitud del terreno en el este de Siria. Además, en estas dos ciudades no existe la necesidad de mantener una actitud militar de gran prudencia debido a la presencia de las ruinas históricas.
En estas ciudades, la aviación rusa y la siria podrán operar más libremente y esto también se aplica a la infantería y artillería.
El Ejército sirio también buscará eliminar a los restos del EI en la región de Qalamún, en la provincia de Damasco, cerca de la frontera libanesa, donde decenas de militantes del grupo han muerto en recientes combates con Hezbolá en las pasadas semanas.
La entrada de las tropas sirias en la ciudad no supuso una sorpresa, pero sí su rápida toma por las mismas, ya que algunos analistas habían predicho largos días o incluso semanas de lucha, pero al final todo resultó cuestión de pocas horas.
Muchos analistas se preguntan ahora qué ocurrirá después de la batalla de Palmira y cuales serán los próximos objetivos del Ejército sirio tras la derrota del EI en la ciudad que es considerada como “la capital del desierto sirio”.
Según expertos sirios, el Ejército comenzará en breve otra ofensiva para abrirse el paso hacia Deir Ezzor y Raqqa, esta última la “capital” del EI, y buscará cerrar la frontera entre Iraq y Siria al tráfico de combatientes del EI y armas, lo cual permitiría aislar a los grupos del EI que luchan en ambos países.
Según la agencia iraquí Sumariya News, fuerzas populares iraquíes ha liberado en estos días zonas fronterizas con Siria, como el distrito de Sinjar, y han izado la bandera siria en estas áreas.
En este sentido, la toma de las zonas fronterizas por ambos ejércitos facilitará la cooperación más estrecha entre los mismos contra la amenaza común.
El control del desierto sirio también cortará las rutas de aprovisionamiento del EI que parten de Jordania.
La batalla de Palmira servirá también como modelo para Deir Ezzor y Raqqa debido a la similitud del terreno en el este de Siria. Además, en estas dos ciudades no existe la necesidad de mantener una actitud militar de gran prudencia debido a la presencia de las ruinas históricas.
En estas ciudades, la aviación rusa y la siria podrán operar más libremente y esto también se aplica a la infantería y artillería.
El Ejército sirio también buscará eliminar a los restos del EI en la región de Qalamún, en la provincia de Damasco, cerca de la frontera libanesa, donde decenas de militantes del grupo han muerto en recientes combates con Hezbolá en las pasadas semanas.
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