El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha puesto en guardia a la nación árabe e islámica contra los intentos de los dirigentes sionistas de presentarse como “defensores de los sunníes” en la región con el fin de atizar el conflicto con Irán y el eje de la resistencia.
Expresándose delante de miles de partidarios que acudieron al Suburbio del Sur de Beirut para participar en el aniversario de los dirigentes mártires de la Resistencia Islámica en el Líbano, Sayyed Nasralá se refirió al proyecto sionista, que busca, con la ayuda de los países árabes del Golfo Pérsico y Turquía, destruir Siria, efectuar un cambio de régimen en ese país y atizar un conflicto sectario.
He aquí los principales puntos de su discurso:
“Que la Paz de Dios sea con vosotros, sobre el Profeta Muhammad y su Familia.
Queridos ulemas y hermanos:
Al principio quiero saludar vuestra participación en esta conmemoración, que nos es muy querida. En esta ocasión, tenemos necesidad de inspirarnos en muchas cosas del Sheij de la Resistencia Islámica, Sheij Raguib Harb, del maestro de la Resistencia, Sayyed Abbas Musawi, caído mártir junto con su hijo y esposa, Umm Yasser, y del jefe de la Resistencia, Hayy Imad Mugniyeh.
Me gustaría al principio hablar de otra conmemoración, la de la victoria de la Revolución Islámica en Irán. Felicitamos al Líder Supremo, Sayyed Ali Jamenei, y al pueblo iraní por el 37º año de esta victoria y deseamos más gloria, fuerza y desarrollo a este país.
Con ocasión del martirio del ex primer ministro Rafiq Hariri, y a pesar de las diferencias políticas, presentamos nuestras condolencias a su familia y esperamos que esta ocasión sirva para unir a todos los libaneses.
Hace diez años, en este mes de febrero, fue firmado un acuerdo político entre Hezbolá y la Corriente Patriótica Libre. Este acuerdo se ha desarrollado y se ha convertido en una alianza.
La Revolución de Bahrein cumple también su quinto año. Esta revolución prosigue a pesar de la represión y las matanzas y refleja cada vez más la decisión mayoritaria del pueblo bahreiní.
La ofensiva norteamericano-saudí contra Yemen cumplirá pronto también su primer año. Saludamos a todos los yemeníes tenaces y oprimidos que continúan protagonizando epopeyas frente a todos los crímenes cometidos por los agresores. Nosotros saludamos a todos los yemeníes, que son actualmente el símbolo de la humanidad oprimida.
Nosotros conmemoramos cada año el martirio de nuestros dirigentes políticos para mostrar nuestra gratitud hacia ellos. Es gracias a su sangre, su yihad y sus sacrificios que hemos logrado múltiples éxitos. Hemos logrado abortar todos los complots en contra de nuestro país.
Nuestros líderes mártires forman parte, incluso después de haberse convertido en mártires, del combate perpetuo y la guerra abierta contra nuestros enemigos. Ellos permanecen a nuestro lado en los campos de batalla frente al proyecto norteamericano-sionista y sabed que nunca vamos a olvidar vengar su muerte.
Dos oportunidades y dos riesgos a los ojos de Israel
Me gustaría comenzar mi discurso con el enfoque israelí sobre los acontecimientos que se desarrollan en la región y su visión.
Cada año se celebran varios congresos en el seno de la entidad sionista y en los cuales participan los altos dirigentes políticos, militares y de seguridad. Ellos estudian la coyuntura actual y trazan listas de recomendaciones para la dirección política. El gobierno del enemigo toma en serio tales recomendaciones.
En los últimos congresos ellos han afirmado que Israel hace frente a dos oportunidades y dos riesgos.
La primera oportunidad: la intención de formar coaliciones con los países árabes sunníes utilizando el factor de la enemistad de estos países hacia Irán.
La segunda oportunidad: la posibilidad de un cambio de régimen en Siria. Ellos dicen que la caída del poder en Siria supondría un duro golpe a la Resistencia y el desencadenamiento de la guerra civil en Siria impedirá al Ejército sirio participar en toda guerra próxima contra Israel.
En cuanto a los dos riesgos, los dirigentes sionistas citan a Irán y a los movimientos de resistencia en el Líbano y en la Palestina ocupada. Para los israelíes, Hezbolá constituye el peligro primordial. De este modo, cuando hablan de las recomendaciones, ellos evocan “la tercera guerra con el Líbano”.
Los israelíes y los dirigentes árabes que están en connivencia con el enemigo hablan cada vez más de un conflicto sunní-shií en la región. Aunque los conflictos en curso no han sido desencadenados por razones confesionales, ellos adoptan esta terminología porque sirve mejor a sus objetivos. Los conflictos regionales de Yemen, Siria, Iraq, Bahrein y el Líbano son puramente políticos y no religiosos.
¡Israel amigo, Irán enemigo!
Sabed que los periodistas israelíes y de algunos medios árabes, sobre todo saudíes, adoptan la misma línea editorial. Israel intenta presentarse como un amigo de los sunníes en la región y deformar la imagen de Irán, de Siria y de Hezbolá, pese a que la entidad sionista es el verdadero enemigo de la nación árabe.
En el pasado, este enemigo se presentó como el defensor de los cristianos, los drusos o incluso los shiíes contra los palestinos en 1982.
Hoy en día, él se presenta como aliado, amigo y protector de los sunníes. Algunos explotan los acontecimientos regionales para sacar a plena luz las relaciones entre la entidad sionista y ciertos países sunníes de la región. Unas relaciones que estaban hasta el momento actual ocultas. Hoy en día, vemos a los dirigentes de los países del Golfo estrechar la mano de los dirigentes israelíes en Munich.
Aliarse con el asesino de los sunníes
Sin embargo, Israel continúa ocupando una tierra que pertenece a los sunníes. ¿Cómo aceptan estos países árabes este hecho? ¿Cómo os aliáis con una entidad que ha cometido en el transcurso de los años las masacres más atroces contra el pueblo palestino? ¿Quién impide a los millares de palestinos volver a sus tierras? Son los sionistas quienes usurpan los lugares santos de los sunníes. Recordad el número de guerras llevadas a cabo contra los palestinos y los árabes, en su mayor parte sunníes.
¿Habéis visto como ellos abrieron fuego contra la palestina Yasmin Tamimi, una joven de 21 años?
Todos los que han sido detenidos y muertos por Israel en el transcurso de los años eran personas de todas las nacionalidades árabes y en su mayor parte sunníes.
Es, pues, responsabilidad de los ulemas el luchar contra los intentos de Yaalon y de Netanyahu de presentarse como los grandes defensores de los sunníes. Cuando los países llamados sunníes se alían con Israel ello significa claramente que la causa de Palestina y Al Aqsa están perdidas para siempre.
En lo que respecta a Siria, Israel ha considerado siempre que la caída del poder sirio y el debilitamiento de Siria asestarían un golpe al eje de la resistencia. Israel aborda todos los acontecimientos en la región en base a sus intereses. Hoy en día, existe una unanimidad israelí para apoyar cualquier opción distinta al mantenimiento en el poder del presidente Bashar al Assad.
Desde un principio, los israelíes vieron en la persona del presidente Assad un gran peligro para su proyecto. Por esta razón, los sionistas proporcionaron todas las facilidades logísticas y a nivel de la inteligencia a los grupos del EI y Al Qaida para actuar sobre el terreno.
En este punto, Israel converge con Arabia Saudí y Turquía en su objetivo: no quieren aceptar ninguna solución en Siria que mantenga a Assad en el poder. Todas las soluciones basadas en la permanencia del presidente sirio son rechazadas por ese trío. Así, ellos alzan el listón de sus condiciones e impiden a sus aliados sirios participar en la mesa del diálogo. Para ellos, el mantenimiento de Assad en el poder es un peligro crucial.
Intentos de dividir Siria
Los israelíes han admitido que la caída del poder en Siria es improbable. Partiendo de ahí, Israel ha llamado a dividir Siria sobre una base étnica y confesional: sunní, alauí, kurda y drusa.
Israel se opone por esta razón a todo entendimiento inter-sirio. Este enemigo prefiere la división de Siria para abrir la vía a diálogos unilaterales y alianzas con tal o cual parte.
Fuertes reveses para los enemigos de Siria
En Siria, nos aproximamos al fin del quinto año de la guerra mundial. Israel, implicado en la guerra actual, ha fracasado en lograr un cambio de régimen y la división del país porque el Ejército sirio y las fuerzas aliadas combaten en la totalidad del territorio sirio. De este modo, el Ejército sirio lucha contra la división del país, contrariamente a todas las alegaciones.
Después de cinco años, Al Qaida, con sus dos ramificaciones, el EI y Al Nusra, ha querido instaurar el califato del oscurantismo en Siria. Hoy en día, el proyecto de Al Qaida ha fracasado.
El proyecto del imperio turco actual ha fracasado igualmente, al igual que el proyecto saudí. No hablo de derrota total, sino de fracaso. El jefe de los servicios de inteligencia de EEUU ha avanzado la cifra de 38.000 combatientes que han sido enviados a Siria.
En lo que se refiere al poder nacional en Siria, su objetivo es poner fin a esta guerra e impedir la división del país.
Miles de millones de dólares y toneladas de municiones fueron reservados para la guerra siria y toda una máquina de campaña mediática fue llevada a cabo para destruir Siria, pero fue en vano.
El único factor detrás de la victoria siria reside en la unidad entre el poder y el pueblo sirio, su adhesión al país y su disposición a llevar a cabo sacrificios.
El factor secundario es el apoyo de las fuerzas aliadas del poder sirio.
El campo enemigo acumula derrotas y el nuestro multiplica las victorias. No hablo de una victoria decisiva, pero los acontecimientos en curso en el norte y sur de Siria se suceden muy rápidamente.
Intervención saudí: salvar la cara
Las derrotas de los grupos armados han empujado a Arabia Saudí a hablar de una intervención terrestre para combatir al EI en Siria y esto en el marco de la coalición internacional liderada por EEUU.
¿Es ahora cuando Arabia Saudí y Turquía han tomado conciencia del peligro del EI en Raqqa y otras partes?
En realidad, estos dos países buscan salvar la cara. Su apuesta por los grupos armados ya no es válida. Con el objetivo de reforzar su posición en la mesa de negociaciones o con el objetivo de perpetuar la guerra y el baño de sangre en Siria, Arabia Saudí y Turquía hablan actualmente de esta intervención terrestre.
Turquía puede cerrar la frontera y dejar de comprar petróleo al EI si desea acabar con este grupo.
Arabia Saudí quiere convencernos de que busca combatir al EI. Sin embargo, el EI y Al Qaida entraron en Yemen y en Adén gracias a las facilidades ofrecidas por Riad.
Su objetivo es el de poner los pies en Siria frente al otro campo. Así pues, estas dos partes están dispuestas a provocar otra guerra regional, o incluso mundial, pero rechazan un simple diálogo para lograr un acuerdo político. He aquí la amplitud de su rencor.
Las posiciones militares saudíes están siendo destruidas en la frontera con Yemen, pero, a pesar de todo, los saudíes continúan atacando al pueblo yemení e imponiéndole una guerra sin misericordia.
Que intervengan o no en Siria nos es beneficioso
Ellos han buscado mercenarios del mundo entero para combatir en Siria. Yo voy a ser claro: que ellos vengan o no en Siria nos resulta beneficioso. Si ellos deciden no intervenir, esto nos dará la esperanza de una próxima resolución de la crisis siria. Pero si ellos deciden intervenir en Siria, quizás esto llevará un poco más de tiempo, pero al menos esto permitirá de una vez por todas a acabar con la crisis en toda la región.
Que todo el mundo sepa que es la voluntad y la decisión del pueblo y del liderazgo sirios los que han triunfado, pese al derramamiento de sangre.
Ni el EI, ni Al Nusra ni Al Qaida ni EEUU ni Arabia Saudí podrán controlar Siria. Los sueños israelíes no se realizarán y Siria continuará siendo un pilar de la resistencia.
Estaremos donde debemos estar
Nosotros en Hezbolá, estamos orgullosos de nuestros combatientes, de nuestros mártires, de sus familias. Estamos orgullosos de haber contribuido a torpedear estos proyectos peligrosos. Nuestros mártires caídos en Siria están al mismo nivel que los que se sacrificaron en el Líbano durante la guerra de Julio.
Ellos abortaron el proyecto para el nuevo Oriente Medio. Estamos más decididos a proseguir esta vía y tenemos en gran estima las victorias logradas al lado del Ejército sirio. En los días, años y siglos venideros, estaremos allí donde debemos estar y lograremos victorias.
Acabar con Hezbolá: las opciones israelíes
En lo que se refiere a los riesgos y amenazas debatidos por Israel:
El año pasado, los dirigentes israelíes hablaron largamente sobre la resistencia en el Líbano, de sus potenciales, de sus misiles, de su experiencia y de posibles ofensivas en Galilea. Ellos plantearon varios escenarios y varios objetivos. Todo esto bajo el título de la “tercera guerra del Líbano”. Hablaron, sobre todo, de la amenaza que representa Hezbolá para ellos.
Para los israelíes, Hezbolá representa un peligro en relación a su proyecto colonial y las ambiciones sionistas en la región.
Cuando Israel diagnostica este problema, esto significa que va a intentar eliminar este peligro. Con tal fin, Israel hace frente a dos opciones: lanzar una guerra global destructiva contra nosotros o intentar asediarnos y demonizar a Hezbolá, intentando secar sus recursos financieros, infiltrándose en sus filas y persiguiendo a sus miembros y apoyos por el mundo. Ellos creen que, de este modo, Hezbolá podría debilitarse y convertirse en vulnerable, y así pues podría ser eliminado con un simple ataque militar.
Durante la guerra de 2006, la primera elección fue adoptada, pero en vano.
Demonización de Hezbolá: esfuerzos israelo-árabes
En la actualidad se busca demonizar a Hezbolá. Toda una máquina mediática árabe intenta día y noche difamar nuestra imagen. Y todo ello sirve al propósito de Israel.
Ahora, ellos llevan a cabo una guerra psicológica bajo el título de la “tercera guerra del Líbano”. Parece que los libaneses no siguen en la actualidad los medios sionistas teniendo en cuenta sus preocupaciones cotidianas. Estupendo que sea así.
Sabed que la guerra psicológica será vana. No vamos a doblegarnos y vamos a desplegar todos nuestros esfuerzos en tanto que resistencia.
Hacemos frente a la campaña de falsedades por medio de nuestros valores, nuestros éxitos y la pureza de las almas de nuestros dirigentes mártires.
Hablar sin cesar de la guerra es inútil, incluso aunque la situación regional permita en la actualidad a Israel lanzarse a una nueva guerra contra el Líbano.
En efecto, Israel no necesita circunstancias regionales para lanzar sus guerras. Cuando quiere desencadenar una ofensiva, crea las condiciones propicias.
Reforzar la Resistencia para impedir una guerra
De este modo, un solo factor podría empujar a Israel a desencadenar una guerra: el estar seguro de una victoria inminente.
Cuando en el Líbano aseguramos los factores de poder que impiden a Israel obtener una victoria clara y rápida, esto protege al país. Sabed que la Resistencia posee nuevos potenciales y es capaz de infligir una derrota aplastante al enemigo en toda próxima guerra.
Y estos factores se resumen en una Resistencia fuerte, capaz, decidida y con numerosos potenciales y armas defensivas y ofensivas. Esta Resistencia es capaz de lograr una victoria aplastante sobre el enemigo. Cuando apoyamos a esta Resistencia impedimos el desencadenamiento de una guerra sionista.
Como si el Líbano poseyera una bomba atómica
Un experto israelí ha dicho: “Los habitantes de Haifa temen una ofensiva mortal contra los contenedores de amoniaco que encierran 15.000 toneladas de gas y que provocarían la muerte de decenas de miles de habitantes. Él ha criticado a las autoridades que, en lugar de transferir los contenedores, han añadido una infraestructura química y militar en esta zona. Esto equivale perfectamente a una bomba nuclear. Es como si el Líbano poseyera una bomba nuclear. Algunos misiles que caigan sobre estos contenedores tendrían el efecto de una bomba destructiva.
Estos son factores de fuerza que evitan al Líbano una guerra sionista. Yo lo recuerdo una vez más: No deseamos una guerra, pero disponemos de estas capacidades para evitar una tercera guerra contra el Líbano. Debemos estar dispuestos para abortar los objetivos de esta guerra si ella tiene lugar.
La sangre de nuestros dirigentes mártires no se perderá. A Sayyed Abbas le decimos: Vamos a respetar y a aplicar tu testamento. Y a Hayy Imad le decimos: Todos tus esfuerzos dieron lugar al nacimiento de una generación de decenas de miles de combatientes entrenados para conseguir victorias en toda la región. Y que la Paz de Dios sea con vosotros.
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