viernes, 27 de julio de 2018

La toma del punto fronterizo de Nassib: Una victoria estratégica para Siria


El paso de Nassib es un punto en la frontera entre ambos países, situado entre las ciudades sirias de Nassib, en Daraa, y Yabir, en Jordania.

La construcción del paso de Nassib comenzó en 1991 y este se abrió en 1997. El paso tiene una importancia estratégica no sólo para Siria y Jordania, siendo el principal conducto por donde discurren los bienes de ambos países, sino para toda la región de Oriente Medio, ya que él ha sido el punto de acceso de los países árabes hacia el Mediterráneo y también puede ser el punto de paso de las mercancías europeas hacia los países árabes.

Durante el transcurso de la guerra siria, los terroristas del Ejército Sirio Libre (ESL) tomaron el control del cruce el 1 de abril de 2015 y paralizaron uno de los más importantes puntos de cruce comerciales del país. El gobierno jordano se quejó entonces de la pérdida de 1.000 millones de dólares debido al cierre. Sin embargo, las críticas no fueron más allá por el temor de Ammán a irritar a los padrinos de los terroristas (EEUU y Arabia Saudí).

A principios de Julio de 2018, el Ejército sirio tomó el control del paso fronterizo y el 6 de Julio este fue reabierto, lo que significa que una de las principales arterias comerciales del país volvió a quedar disponible. El redespliegue del Ejército en el paso de Nassib y la colocación de la bandera siria sobre el mismo constituyeron un gran logro estratégico para el Estado sirio, pero también para Jordania.

No cabe duda de que la toma del paso de Nassib y la pronta liberación de la totalidad de la ciudad de Daraa son una manifestación de que la victoria final de Siria está próxima. Estos hechos constituyen duros golpes a la moral de los terroristas, que han venido perdiendo una serie de batallas en Alepo, Deir Ezzor, la Guta Oriental, el Qalamún Oriental y el Sur de Damasco. En el Sur de Siria ellos han sido abandonados a su suerte por sus patrocinadores, lo cual les ha dejado claro que ellos son sólo títeres en manos de estados y servicios de inteligencia extranjeros interesados en desestabilizar Siria.

Esto explica precisamente que uno de los principales rasgos de la batalla del Sur haya sido el gran número de localidades que han sido tomadas por el Ejército sirio sin lucha. Los militantes no han mostrado un gran interés en combatir y han preferido rendirse y regularizar su estatus -en lugar de partir hacia la provincia de Idleb, como sucedió en otros frentes de Siria-. Y todo ello a pesar de disponer de un enorme arsenal de armas, incluyendo tanques y vehículos blindados, que fueron entregados por EEUU, Israel y otros patrocinadores del terrorismo en Siria, que no podían sospechar que todo ese armamento fuera a servir en el futuro al Ejército y sus aliados para fortalecer su avance y facilitar sus victorias.

Además, el aseguramiento de la frontera con Jordania supone un paso adelante en la reconciliación entre Siria y Jordania, como manifestó hace pocos días un responsable militar jordano, que saludó la llegada del Ejército al paso de Nassib señalando que la presencia de las fuerzas sirias garantizaba la seguridad y el desarrollo económico de los dos países. La reapertura del paso permitirá a Jordania fortalecer sus relaciones con Siria en el período de la reconstrucción de este último país y exportar sus mercancías a Siria y a otros países a través del territorio sirio. Esto beneficiará a Jordania en un tiempo de crisis económica y será, al mismo tiempo, un hecho poco apreciado por los enemigos de Siria y del mundo árabe, en particular por aquellos que sostienen la ahora moribunda causa de los terroristas.

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