El diputado del HDP por Sirnak, Faysal Sarıyıldız, quien se encuentra en la localidad de Cizre desde el comienzo del último toque de queda (son ya 50 días), realizó unas declaraciones para la agencia de noticias Firat News sobre la dramática situación que ocurre en el sótano del edificio donde se encuentran atrapadas 31 personas, desde hace 10 días.
Según Faysal, las personas atrapadas llevan dos días sin poder comunicarse con el exterior. Los escuadrones de la muerte han rodeado el edificio y están en guardia día y noche esperando a que las víctimas perezcan de sed. Uno de los heridos logró hablar con el exterior el día 30 de enero, diciendo que el fuego de la artillería provocó el derrumbe del edificio y todas las salidas de sótano se encuentran colapsadas por los escombros.
Mientras que el primer ministro turco Ahmet Davutoglu exoneraba a la actuación militar, no permitiendo el paso de asistencia sanitaria al lugar, argumentando cuestiones de seguridad, el diputado Sarıyıldız refutaba dichas argumentaciones siendo testigo de como el edificio está rodeado día y noche por unidades de escuadrones de la muerte. Las madres de los atrapados en el sótano realizaron varios intentos de llegar hasta el edificio, sin embargo las fuerzas de seguridad les cerraron el paso. El diputado señaló que las madres podrían haber ayudado a muchos de los que están atrapados a salir si hubieran sido autorizadas a entrar en el interior del sótano.
Es evidente que estos escuadrones de la muerte han sido enviados a la región con el propósito de asesinar a tod@s y cada un@ de los que se niegan a abandonar el barrio. Incluso amenazan a los equipos sanitarios y no les permite el acceso a la zona por unos supuestos enfrentamientos. Estas unidades no tienen miedo a represalias judiciales, ya que están cumpliendo órdenes y han recibido instrucciones precisas de los funcionarios del gobierno y del Estado”.
Estas personas luchan por sobrevivir atrapados en un sótano, durante 12 días. El diputado añadió: “Se están cometiendo crímenes de guerra ante los ojos de 78 millones de personas. Hace 6 días que no tienen agua. Si logran sobrevivir a las heridas, morirán de sed. Están enviándolas a la muerte ante los ojos de millones”.
EL ALTO COMISIONADO DE NACIONES UNIDAS INSTA A TURQUÍA A RESPETAR LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, instó a las autoridades turcas a que respeten los derechos fundamentales de los civiles en sus operaciones de seguridad llevadas a cabo en la localidad de Cizre, y exigió que se abra una investigación por el asesinato de un grupo de personas desarmadas en dicha ciudad, después de visionar un impactante vídeo de los hechos acaecidos la semana pasada.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha recibido numerosos informes sobre el deterioro de la situación en cuestión de derechos humanos que enfrentan los civiles, incluidos los niños en el sureste de Turquía, especialmente en Cizre, Silopi, Sur y la ciudad de Diyarbakir, donde los toques de queda están afectando en gran medida los derechos económicos y sociales de las personas, incluidos el acceso a los servicios sanitarios, agua, alimentos y electricidad.
“Turquía posee un número alarmante de periodistas condenados a penas de cárcel o bien en espera de juicio. Esto plantea preguntas sobre el cumplimiento de Turquía con el derecho a la libertad de expresión, consagrado en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Turquía ha ratificado”.
Según Zeid, la legislación contra el terrorismo no debe ser utilizada como un medio para limitar la libertad de opinión o de expresión. Nadie debe estar condenado a penas de cárcel o cadena perpetua por escribir un artículo. Tal es el caso de Can Dündar y Erdem Gül. Los periodistas y otros trabajadores de los medios no deben ser arrestados, detenidos o procesados por haber realizado legítima y pacíficamente su profesión. El papel de los medios de comunicación es el de estimular el debate críticos sobre asuntos de interés público.
“Una forma rápida de demostrar que se respetan dichos derechos plenamente sería liberar a todos aquellos -ya sean periodistas, académicos o defensores de los derechos humanos- que han sido detenidos o procesados por grabar o criticar las acciones del estado. Es importante revisar y enmendar si es necesario, todas las leyes que han permitido este tipo de acciones draconianas por las autoridades turcas contra los críticos al régimen, armados solamente con las palabras y las cámaras”.
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