El 3 de abril, el líder militar renegado Khalifa Haftar anunció una ofensiva en Trípoli para "liberar" la capital y todo el oeste de Libia del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) respaldado por la ONU, encabezado por Fayez al-Serraj.
Muchos ahora creen que Haftar había estado planeando esta toma de control militar desde 2014 cuando llamó a un golpe militar en Trípoli. Su intento de derrocar al primer parlamento elegido democráticamente en Libia, el Congreso Nacional General (GNC), fracasó, lo que lo llevó a lanzar la "Operación Dignidad " en Benghazi unos meses después.
Su consolidación de poder en el este y luego la expansión gradual al sur y al oeste de los territorios bajo su control aparentemente apuntaron a eventualmente tomar Trípoli, lo que le permitiría establecer un gobierno militar de un solo hombre sobre el país, similar al de El fallecido líder libio Muammar Gaddafi.
El anuncio de la operación lanzada por el Ejército Nacional de Libia (LNA) de Haftar se produjo días antes de que se celebrara una conferencia nacional organizada por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) en la ciudad de Ghadames, en la frontera con Argelia.
Se esperaba que esta conferencia lograra un gran avance en el callejón sin salida político y produjera una hoja de ruta para resolver el conflicto libio que habría incluido la celebración de nuevas elecciones para unir a las instituciones divididas del país. Un acuerdo político de este tipo habría puesto fin a las ambiciones personales de Haftar de lograr el poder absoluto en Libia, con el apoyo de sus principales patrocinadores internacionales, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Arabia Saudita.
El hecho de que optó por librar la guerra en Trípoli justo antes de esta importante conferencia (inicialmente programada para el 14 y 16 de abril) demuestra que siempre ha sido poco sincero acerca de alcanzar un acuerdo político y que asistió a todas las conversaciones de paz internacionales, incluso en París, Palermo y, más recientemente,Abu Dhabi , eran simplemente una táctica para ganar tiempo.
La ofensiva de Haftar ha antagonizado todo el oeste de Libia, especialmente las ciudades de Trípoli, Misrata, Zawia y Zintan y sus facciones militares, que se unieron rápidamente bajo la bandera de defender la capital y opusieron una resistencia viable a sus fuerzas.
Ahora que las posibilidades de un acuerdo político en Libia se están desvaneciendo cada día, parece que hay tres escenarios posibles que podrían desarrollarse en el futuro.
Los escenarios
Primero, la ofensiva de Haftar podría convertirse en un conflicto prolongado y, eventualmente, en un punto muerto militar. Esto significa que la lucha continuará durante muchos meses, posiblemente incluso años, especialmente si ambas partes continúan recibiendo apoyo de patrocinadores internacionales en forma de armas, municiones y financiamiento.
Este escenario sería devastador para el país, causando una crisis humanitaria a gran escala y un daño generalizado a la infraestructura civil y la vivienda. También significaría el final del proceso de diálogo dirigido por la ONU, una mayor división entre el este y el oeste de Libia, y un continuo derramamiento de sangre en todo el país.
En segundo lugar, el LNA también podría optar por retirarse, ante una posible derrota.Haftar apostó por el elemento sorpresa y una rápida entrada en Trípoli antes de que sus oponentes pudieran reaccionar y movilizarse. Eso, sin embargo, no sucedió; Sus fuerzas no lograron romper las defensas de la capital.
Haftar ha estado utilizando dos puestos de preparación para su ofensiva en Trípoli: las ciudades de Gharyan y Tarhouna, a unos 80 kilómetros al sur-oeste y al sur de la capital.Sus líneas de suministro, sin embargo, están muy estiradas, con sus fuerzas luchando a cientos de kilómetros de su base en el este.
Si sus largas líneas de suministro se cortan y necesitan suministros de municiones nuevas, el combustible y los nuevos combatientes disminuyen más rápidamente de lo esperado, entonces es probable que el LNA termine retirándose.
Esto a su vez podría llevar a las fuerzas de GNA a avanzar y recuperar el territorio perdido en el sur y el área de Jufra de importancia estratégica en el centro del país. El control de Haftar del área de la media luna de petróleo entre Sirte y Benghazi también podría ser amenazado si sus fuerzas se retiran.
En tercer lugar, también existe la posibilidad de que el LNA, impulsado por nuevos suministros militares de sus firmes partidarios de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Egipto, derrotaría a las fuerzas que actualmente defienden Trípoli.
Si el LNA logra avanzar hacia la capital, algunos grupos armados de oposición pueden cambiar su lealtad a Haftar y algunas de sus células dormidas informadas pueden activarse y ayudar con la toma de posesión.
Sin embargo, la resistencia en forma de lucha callejera puede durar un tiempo antes de que el líder militar renegado pueda establecer el control total sobre la capital. La conquista de otras ciudades clave fuera de Trípoli, como Misrata (220 km al este) y las ciudades de la montaña Nafusa (200 km al sur) llevaría mucho más tiempo, posiblemente meses, si no años.
¿Tendrá éxito Haftar en su guerra en Trípoli?
Si Haftar tendrá éxito o no en su guerra en Trípoli dependerá principalmente de la postura adoptada por la comunidad internacional, especialmente los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora, estos actores clave se han resignado a emitir declaraciones de condena, pidiendo el cese de la lucha. Mientras tanto, otros países han continuado suministrando armas, municiones y apoyo logístico, que están alimentando y prolongando el conflicto.
En mi opinión, las indicaciones son que Haftar ahora ha perdido el elemento sorpresa y calculó mal el nivel de resistencia militar que enfrentaría. Las líneas de suministro para sus tropas son difíciles de mantener y es muy probable que no logre tomar Trípoli.
Una derrota significaría el fin de las ambiciones de Haftar de asegurar el control militar y político total de Libia y el fin de su legitimidad percibida para ser parte de cualquier proceso político adicional. Tendría que dejarlo fuera de cualquier esfuerzo adicional para lograr la reconciliación y el acuerdo político.
Las posibilidades de que Libia termine el conflicto y la división actual, que traiga paz y estabilidad genuinas, aumentarán si Haftar, el mayor obstáculo, se eliminara.
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