Varios habitantes de la ciudad siria de Idleb informaron al Centro ruso para la Reconciliación en el país árabe que empleados de la ONG Cascos Blancos preparan una nueva provocación con armas químicas, comunicó el jefe del centro, Alexéi Tsigankov.
“Según las personas que acudieron al centro, el domingo [el 24 de junio] llegó a la ciudad de Idleb un convoy compuesto por seis vehículos con emblemas de los Cascos Blancos, y un camión cargado con equipos de protección personal, recipientes con un líquido, equipos de grabación de vídeo y siete proyectiles”, dijo en una rueda de prensa.
Al llegar, continuó, cuatro personas, desconocidas por los habitantes locales,” cargaron ojivas de los proyectiles con el líquido y el polvo traídos”.
“Los proyectiles cargados luego fueron llevados en el camión en dirección a la localidad de Maarat al Numan”, relató.
Los otros vehículos, señaló, también tomaron camino a esa cuidad.
El 24 de junio el centro ruso comunicó que, según habitantes de Idleb, un grupo de personas de una agencia de información de Oriente Próximo llegó a la ciudad para grabar la supuesta evacuación por los terroristas del Frente al Nusra (grupo proscrito en Rusia) de los civiles al hospital Al Hilal Al Ahmar.
Además, grabó “el restablecimiento activo por los terroristas de la infraestructura civil presuntamente destruida por ataques de la aviación de Rusia y Siria”.
El pasado 14 de abril, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido bombardearon Siria bajo el pretexto del supuesto uso de agentes tóxicos que, según la controvertida ONG Cascos Blancos y las facciones armadas que operan en la zona, tuvo lugar el 7 de abril en la localidad siria de Duma, en Guta Oriental.
Esta ONG se define políticamente neutral y no beligerante, dedicada a la protección de civiles en Siria, aunque junto con los vídeos en los que Cascos Blancos rescatan a niños de las ruinas, también aparecieron en la web las imágenes en que se ve cómo manipulan las filmaciones, maquillando a las víctimas y dictándoles lo que deben declarar ante las cámaras.
El presidente sirio, Bashar Asad, afirmó que en realidad los Cascos Blancos son parte del grupo terrorista Al Qaida.
Según la organización, sus principales donantes son la fundación Mayday Rescue (financiada por el Reino Unido, Dinamarca, Países Bajos y Alemania) y la empresa Chemonics, con sede en Washington.
Damasco rechazó todas las acusaciones de Occidente del uso de armas químicas y recordó que tiene destruido todo su arsenal de tóxicos agresivos, algo que fue convalidado por la OPAQ en 2016.
Moscú, por su parte, calificó el presunto incidente de Duma de “montaje” y criticó enérgicamente el ataque occidental contra Siria, “un Estado soberano que está en la primera línea de la lucha contra el terrorismo”.
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