jueves, 21 de julio de 2016

Lugares que no existen: Puntlandia, Maakhir, Galmudug (Somalia)

Puntlandia, estado autónomo dentro de la nada

El secuestro de un atunero español en aguas técnicamente somalíes a manos de piratas de esa nacionalidad ha traído a las páginas de la prensa española a Puntland, o Puntlandia, y su situación política algo sui generis.


Puntlandia es, tras Somalilandia, el estado surgido de las cenizas de Somalia más antiguo y extenso. Se encuentra situado en la esquina noreste del territorio somalí, fronterizo con todas las entidades políticas del país. Al igual que Somalilandia, su territorio está demarcado por un clan dominante, que declaró la independencia de su región poco después que sus vecinos somalilandeses, con el nombre de República de Majerteen. La cosa no pasó de ser una boutade durante varios años, en los que la anarquía, como en casi toda Somalia, fue la única forma de (des)gobierno.


En 1998, finalmente, se proclamó el nacimiento de Puntlandia, definido como un “estado autónomo dentro de Somalia”. Dado que entonces no existía nada ni siquiera remotamente parecido a un gobierno somalí, lo cierto es que esa definición era, en la práctica, una declaración de independencia. Si no hay nada dentro de lo que estar, es que estás fuera.


Un edificio oficial en Garowe, con la bandera somalí en el mástil.

Puntlandia es más Somalia que la propia Somalia. A diferencia de sus vecinos occidentales, nunca ha pretendido reconocimiento internacional como nación independiente. La moneda de curso legal, dólar aparte, sigue siendo el chelín somalí, y la bandera oficial es, también, la de Somalia. Las disputas territoriales nunca han supuesto más que choques bélicos en las fronteras, tanto con la Unión de Cortes Islámicas, al sur, como con Somalilandia, al oeste. La guerra civil ha respetado más a sus tres millones de habitantes que al resto de somalíes. Garowe y Bosaso, las dos principales ciudades, únicamente han padecido disturbios por causas internas, fundamentalmente por repartos de poder entre los distintos clanes. El presidente de Puntlandia hasta 2004,Abdullahi Yusuf Ahmed, es actualmente el presidente de del gobierno transicional de Somalia.


Una vista de Bossaso, la ciudad más grande de Puntlandia, en el año 2000.


El problema de la piratería en sus costas es de difícil solución. Aunque, oficialmente, Puntlandia reconoce la autoridad del gobierno de Mogadiscio, lo cierto es que hay muy poco que reconocer. El Gobierno Federal de Transición carece de autoridad en parte de la propia capital y en la mayoría de su supuesto territorio, así que en Puntlandia, sencillamente no pinta nada. España sólo negocia de manera oficial con las naciones que reconoce, y el gobierno reconocido por nuestro país es el de Mogadiscio. La cadena se rompe en la capital somalí. El embajador en Kenia, el más cercano, ha sido enviado allí, pero, realmente, quien tiene potestad para vigilar las aguas donde fue secuestrado el barco, es Puntlandia. De cuyo gobierno se dice, se comenta, se rumorea, que va a pachas con los piratas, cosa que obviamente niegan. Es más, recomiendan no pagar el rescate, con el argumento de que ello sólo provocará más secuestros. Lo cierto es que la marina de Puntlandia tiene es comparable en tamaño a la de Andorra, así que tampoco podrían hacer mucho. De cualquier manera, el desenlace, esperemos que feliz para los pescadores, llegará en pocos días.

Maakhir, otra vuelta de tuerca


El caso de Maakhir sobrepasa la diplomacia para entrar directamente en el surrealismo geopolítico. Situado en el territorio en disputa entre Puntlandia y Somalilandia, proclamó su secesión de los primeros en julio de 2007, dada la marginación institucional a la que se veía sometido el clan dominante en la región por el gobierno puntlandés. Al igual que éstos, nunca han esperado el reconocimiento como estado independiente, pero sí como provincia dentro de Somalia. Pero Puntlandia reconoce el territorio como parte propia, y el gobierno de Mogadiscio hace otro tanto, por lo que este estado es independiente a la fuerza. Es un estado no reconocido dentro de un estado no reconocido dentro de una república inexistente.


Una vista de Badhan, la capital de Maakhir


Uno de los negocios más prósperos de Puntlandia era la producción de carbón vegetal a partir de los bosques que ahora están en territorio de Maakhir. Tras la secesión el gobierno deBadhan, la capital, prohibió la producción de carbón vegetal, debido a la desertización que ésta provoca. Pero la demanda existe, y Puntlandia, como no reconoce la autoridad de Maakhir, procedió a enviar a los comerciantes con escolta armada a través del territorio de la provincia secesionista. Esto provocó incidentes armados entre las escoltas y milicias progubernamentales, dentro de el goteo de roces y choques que ambos estados mantienen desde la independencia maakhirita.

Galmudug, un tapón entre dos tierras


El último estado de facto dentro de Somalia, al menos que tenga un nombre, es Galmudug. Su nombre y su territorio son la suma de dos regiones, Galgudud y Mudug. Fue establecido en agosto de 2006 en el centro de Somalia, con su capital, Galcayo, equidistante de Mogadiscio y Bosasa, la principal ciudad de Puntlandia. La formación del estado fue complicada, puesto que ciudades técnicamente bajo su soberanía se encontraban gobernadas de facto por grupos de piratas como los que ahora tienen secuestrado al pesquero español. Esto cambió cuando la milicia de los tribunales islámicos invadió el país, y expulsó a los piratas. De paso, también expulsó a las autoridades locales de ciudades que sí controlaban. A finales de año la milicia de Galmudug, apoyada por los ejércitos de Etiopía y Puntlandia, recuperó el control de la parte sur del país.


Vista de una calle de Galcayo sur, capital de Galmudug.


Decía antes que la región de Mudug y su capital, Galcayo, forman parte de Galmudug. Eso es una verdad a medias, podríamos decir que casi literalmente. Sólo la mitad sur de la región y la ciudad forman parte del país. El norte de ambas pertenecen a Puntlandia.De facto, por supuesto. Según el gobierno puntlandés, la ciudad de Galcayo está unificada bajo su soberanía. Según las autoridades de Galmudug, es cierto que la ciudad está unida, pero no que pertenezca a los vecinos del norte. La realidad es que los distintos clanes enemigos entre sí controlan las dos mitades de la ciudad, y una línea verde, oficialmente inexistente, separa a ambas comunidades, que no suelen cruzarla muy a menudo. Las ONGs que trabajan allí atestiguan lo complicado y absurdo del asunto. Para ayudar a la muy necesitada población local, hay que vencer la burocracia de dos estados oficialmente inexistentes, que reconocen una autoridad superior que sólo existe sobre el papel. La pura realidad, al final, es que la única autoridad es el Kalashnikov. Como, al fin y al cabo en casi toda Somalia. El país que no existe más que en los mapas.

fronterasblog.com

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