Las Fuerzas Armadas sirias ganan en el terreno de combate una evidente eficiencia en sus operaciones contra la insensatez militar de los grupos terroristas, los cuales recurren a los ataques indiscriminados contra la población civil.
En una primera etapa, cuando las bandas armadas irrumpieron en la propia Damasco y lanzaban acciones suicidas contra instalaciones militares, oficinas públicas y barrios periféricos, la inexperiencia de una guerra irregular de este tipo resultó perjudicial.
Tras cruentos combates, la capacidad de respuesta de las Fuerzas Armadas y de la Defensa Popular permitieron recuperar la iniciativa.
Esta vez, la capital, a pesar de estar sometida en ocasiones a disparos aislados de morteros y cohetes de resultados dramáticos en la población civil, posee un fuerte anillo de seguridad y una protección que se nota en las calles, en cada barrio o en cualquier establecimiento público.
Mientras, en el resto del país, tanto hacia el norte como hacia el sur y el este, las tropas leales al presidente Bashar al Assad mantienen y desarrollan una sostenida ofensiva, respaldada por la cooperación de la aviación de Rusia desde septiembre último y la entrega de nuevos armamentos a los combatientes sirios.
Por ejemplo, según diversos analistas, los tanques de fabricación rusa T-90 han dado al Ejército sirio una ventaja en la batalla contra los grupos terroristas a lo largo de la provincia norteña de Alepo y también jugaron un papel destacado en su victoria en la localidad de Jan Tuman.
Esos equipos, que se desplegaron por primera vez a principios de diciembre, ofrecen al Ejército sirio características superiores a los modelos T-55 y T-72 .
De acuerdo con los expertos, poseen mejor blindaje y más capacidad de ataque, además de resistir el impacto de misiles TOW, de fabricación estadounidense, y en los que Arabia Saudí gastó unos mil millones de dólares para entregarlos a los grupos terroristas.
A estas ventajas, frente a una coalición internacional que emplea todos los recursos financieros y de cooperación a los extremistas, se une la positiva dirección de tropas.
En ese sentido, se ubican las exitosas tácticas puestas en práctica durante la operación para tomar el aeropuerto de Keweres, luego de un cerco de más de tres años.
Esa base comenzó a funcionar de nuevo y en ella se ubicaron aviones y helicópteros que pueden atacar con rapidez y facilidad objetivos terroristas en Alepo y otras provincias del norte de Siria.
Junto a los soldados, se destacó el coronel Suhail Hassan, promotor de esas tácticas y a quien sitios web como el israelí Walla definen como carismático porque sus acciones tienen amplia repercusión.
Hassan declaró que "las operaciones militares no se detendrán en el Aeropuerto de Keweres, sino que éste se convertirá en un trampolín para otras victorias y avances. Ya nada nos parará ahora", manifestó.
El coronel comandó sus tropas durante varios compromisos importantes, incluidas la Operación Estrella Canopus y la batalla por el campo de gas Shaer y según especialistas y medios de prensa, forma parte de la nueva generación de comandantes de campo del Ejército surgidos como consecuencia de la guerra impuesta a Siria.
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