Como resultado de los ataques de las fuerzas del Estado turco, el Kurdistán en territorio turco esta viviendo una situación de guerra. El pueblo de Kurdistán, al igual que todos los pueblos del mundo, quieren vivir libremente y gobernarse a sí mismos en su propio territorio. El Estado turco rechaza todas las demandas de derechos del pueblo kurdo y está desplegando unaviolenta represión. Esta es la esencia y la causa del problema.
De acuerdo con sus propios intereses, el gobierno del AKP detuvo el proceso de diálogo y negociación en curso con el Movimiento por la Libertad del Kurdistán e inició de nuevo la guerra contra los kurdos. Como resultado de ello, las Fuerzas de Liberación del Kurdistán iniciaron sus procesos de autodefensa. En muchos pueblos y ciudades, la gente de Kurdistán han intentado establecer administraciones locales autónomas con el fin de gobernarse a sí mismos sin rechazar el estado. Estas acciones en los pueblos y ciudades fueron procesos democráticos de la sociedad civil. Sin embargo, en un ambiente en el que no se tolera la más mínima oposición, el gobierno del AKP ignoró las demandas legítimas del pueblo kurdo y optó por reprimir violentamente estos avances democrático: Declararon toques de queda indefinidos, marcaron a civiles y zonas residenciales como objetivos militares, mataron a cientos de civiles y destruyeron pueblos y ciudades.
Según estadísticas de Human Rights Association y Human Rights Foundation hasta el 5 de diciembre (después de lo cual los ataques han continuado matando e hiriendo a muchos más civiles) 173 personas han muerto por la fuerzas policiales o militares por desobedecer una advertencia de detención o por fuego “al azar”, y 226 han resultado heridas. Todas estas personas eran civiles. Como resultado de los ataques suicidas (organizado conjuntamente por Daesh y el AKP), un total de 138 personas murieron, de los cuales 5 fallecieron en Diyarbakir, 33 murieron en Suruc y 100 murieron en los ataques del 10 de octubre en Ankara. Un total de 929 personas resultaron heridas en los tres ataques. Todos los blancos eran o bien actos del HDP o bien manifestaciones de la oposición. En los enfrentamientos entre la guerrilla y el ejército ha habido cientos de muertes de ambos lados. También en estos enfrentamientos un total de 157 civiles han muerto como consecuencia de los bombardeos aéreos de zonas residenciales civiles.
Hoy en día siguen los toques de queda en el distrito Sur-Ici de Diyarbakir central, en los distritos de Nusaybin y Kerboran de Mardin, y en los distritos Cizre y Silopi de Sirnak. Algunos de los ataques están aún en curso, ya que han empezado de nuevo en las últimas semanas. Barrios kurdos están siendo bombardeadas por tanques, artillería pesada y helicópteros. Pueblos kurdos están siendo asediados, bloqueando los accesos y cortando los suministros de agua y electricidad. Las notícias de nuevas muertes son frecuentes y las personas se enfrentan a la amenaza de ser masacradas. Es una tragedia humanitaria en Kurdistán.
El Estado turco está llevando a cabo una masacre frente a los ojos del mundo entero. Todo ser humano, todo demócrata o defensor de los derechos humanos, debe levantar su voz en contra de esta masacre.
Nuestro llamado es a la ONU, la UE, la OSCE, la CE, la UE, a todas las instituciones internacionales y organizaciones de derechos humanos y todo el mundo que se hace llamar un ser humano.
No al genocidio kurdo de Turquía!
No a las Masacres del AKP y de su colaboradores en el Kurdistán!
Apoyamos la lucha del Pueblo de Kurdistán para una vida libre y honorable en su tierra!
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