Las encuestas muestran que los votantes jóvenes se decantan por el Partido Liberal o por Los Verdes. La tendencia puede convertirse en un problema para Clinton en su batalla contra Trump.
"No nos representan". La conocida consigna resuena esta vez en Estados Unidos. La mayoría de los jóvenes norteamericanos afirma no sentirse representada ni por el Partido Demócrata ni por el Republicano, una tesitura clave en la carrera por la Casa Blanca tras un año de primarias fratricidas en ambas formaciones. Esto es lo que muestra un sondeo de GenForward, que evidencia que la desconexión con los partidos tradicionales se da en todos los grupos étnicos y raciales de EEUU. Solo un 28% de votantes jóvenes señala que demócratas y republicanos representan "bien" a la sociedad americana.
La brecha generacional ha provocado un quebradero de cabeza para la candidata demócrata, Hillary Clinton. Las encuestas indican que este año los votantes más jóvenes se decantan por los nominados del Partido Libertario y el Partido Verde. La tendencia podría convertirse en un problema para Clinton en su carrera contra el republicano Donald Trump, según advierte Politico.com. Así que la ventaja en los últimos sondeos de la que disfruta la exsecretaria de Estado frente al magnate (de hasta dos dígitos según la cadena Fox) debe cogerse con pinzas: su liderato se reduce cuando los encuestados tienen la opción de elegir a un tercer partido.
Además, el tándem del Partido Libertario -integrado por el exgobernador de Nuevo México Gary Johnson y Bill Weld, exgobernador de Massachusetts- parece atraer el voto de estadounidenses que, en principio, estarían alineados con Clinton, especialmente entre votantes jóvenes. Algo similar sucede con el nominado del 'Green Party', Jill Stein, aunque a una escala menor que con Gary Johnson. "Esta es la razón por la que los demócratas deberían estar preocupados: si el apoyo a Trump ha descendido en los últimos días -al nominado solo le quedan sus simpatizantes más acérrimos-, es porque los votantes de centro se decantan por la campaña de Clinton cuando les plantean dos opciones, pero huyen hacia un tercer candidato si les ofrecen esa posibilidad", señala Politico.com.
Gary Johnson. Quédense con ese nombre. El líder del tercer mayor partido del país por número de afiliados (411.000 el pasado febrero) está seguro de que 2016 será su año. Creado en 1971, el mayor logro de la formación fue alcanzar un insignificante 1% de voto en las elecciones de 1980. No obstante, en un país donde cada vez más ciudadanos consideran que Washington es un obstáculo para sus aspiraciones personales, el rechazo al excesivo gasto gubernamental y la defensa de la libertad individual que ensalza el Partido Libertario puede conquistar el voto de muchos descontentos.
"El porcentaje de votos que Johnson y Stein están arrebatando al liderazgo de Clinton es pequeño, pero bastante consistente. En las 15 principales encuestas realizadas desde la convención republicana del mes pasado que incluyen tanto la opción de dos partidos como la de cuatro (Verdes y Libertario) Clinton tiene una ligera ventaja sobre Trump en 9 sondeos, y su liderazgo permanece inalterable en cinco. Pero solo en una de las encuestas la ventaja actual de Clinton aumenta cuando se incluye al tándem Johnson/Stein", indica Politico.com.
Tomemos el sondeo de la cadena Fox como ejemplo. Muestra que Clinton vence a Trump con una ventaja de diez puntos (49 frente a 39%). Pero, cuando Johnson es incluido en las preguntas a los encuestados, el líder libertario se lleva un 12%, lo que reduce el apoyo a Clinton a un 44% y el de Trump a un 35%.
Mientras, tanto Trump como sus colaboradores más cercanos niegan desde el jueves que la campaña esté en crisis o sumida en el caos, tras las sonadas deserciones en el Partido Republicano a causa de las actitudes erráticas e impredecibles del magnate. Se habla también de un plan de "intervención" de varias figuras de la formación, entre ellas el presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), Reince Priebus; el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich para persuadir a Trump de que dé un giro radical a su campaña y se centre exclusivamente en atacar a Clinton.
Varios medios estadounidenses han señalado que altos funcionarios del partido están explorando incluso cómo reemplazar a Trump si el magnate renuncia a la candidatura presidencial, un proceso contemplado en las reglas del Comité Nacional Republicano (RNC) y que estaría en manos de los 168 miembros de ese organismo. No obstante, no existe ningún mecanismo para forzar al candidato a renunciar a la nominación y, hasta ahora, Trump no ha dado ninguna señal de estar pensando en abandonar la carrera por la Casa Blanca.
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