En un complicado juego electoral, 39 candidatos presidenciales ucranianos se preparan hoy para una contienda llena de irregularidades, trampas y engaños con miras a buscar un ganador con tareas difíciles de resolver.
A distancia y con apuestas hechas en varios participantes a la vez en el tablero electoral, se sitúan oligarcas como Rinat Ajmetov o Vladimir Kolomolsky, mientras el electorado disfruta del derecho a votar, sin que ello presuponga decidir destinos.
La mayoría de los analistas sitúa al comediante y showman Vladimir Zelensky como un seguro participante en una casi inevitable segunda vuelta, tras los comicios del 31 de marzo.
Zelensky, de acuerdo con las más recientes encuestas, supera el 24 por ciento de los votos, por encima del actual mandatario Piotro Poroshenko, quien casi empata en 17 puntos con la exprimera ministra Yulia Timosehenko, en una segunda posición.
El representante del Bloque Opositor-Por la vida, Yuri Boiko, y el exministro de Defensa y líder de Posición Cívica, Anatoly Gritsenko, completan el cuarteto de posibles aspirantes para enfrentar a Zelensky en el boletaje.
Una serie aparecida en 2015, 'Sluga Naroda' (Servidor del pueblo), sirvió de base para lanzar al estrellato político a Zelensky, quien interpreta al profesor de historia Vasili Goloborodsky, convertido en Presidente de pura casualidad.
Según los expertos, el electorado busca no solo nuevas caras, sino personas sin relación con lo que llaman en Ucrania Politikum, es decir, los turbios negocios de los políticos.
Poroshenko, Timoshenko, Boiko y Gritsenko en algún momento trabajaron en el gabinete o la administración de Viktor Yanukovich, el presidente depuesto mediante un golpe de estado, tras meses de protestas (Euromaidán), en febrero de 2014.
Ahora todos ellos, en apariencia, son contrarios a lo que defendía Yanukovich: una relación cuidadosa con Europa y, a la vez, la continuación de nexos beneficiosos con Rusia.
Pese a que nadie duda del paso de Zelensky a una segunda ronda, pocos les dan alguna posibilidad de convertirse en Presidente, pues la respuesta en las encuestas puede ser muy diferente a lo que se marca en la boleta al ir a las urnas.
De acuerdo con el diputado ucraniano Mustafa Naiem, el 70 por ciento del electorado potencial del comediante está en el rango de entre 18 y 44 años, pero el instituto KMIS señala que el 53 por ciento de las personas de 18 a 29 años no votará.
Tampoco lo hará el 38 por ciento de quienes está en el rango de entre los 30 a 44 años. Además, el 40 por ciento de los seguidores del actor vive en el sureste ucraniano, donde entre un 37 y 40 por ciento de los electores se quedará en casa.
En el caso de Poroshenko y Timoshenko, la mayoría de sus votantes está entre 45 y 59 años y en el segmento de más de 60. El 48 por ciento de quienes cuentan con entre 45 y 49 años se mostró dispuesto a acudir a las urnas y el 65 entre los de más de 60. Tanto Poroshenko como Timoshenko cuentan con su principal base de apoyo en la parte occidental ucraniana, donde el 80 por ciento de los electores promete votar el domingo.
De acuerdo con Andrei Ermolaev, del centro de Investigaciones 'Nueva Ucrania', si Zelensky enfrenta en segunda vuelta a Poroshenko, recabará el apoyo de Timoshenko, pero si el mandatario queda fuera, es posible una maniobra para sabotear los comicios.
El politólogo Alexander Vedrussov estima que Poroshenko cuenta con unos 500 millones de dólares del presupuesto a su disposición, pues el dinero lo puede canalizar mediante programas sociales dirigidos para obtener a cambio votos a su favor.
Así, puede efectuar pagos únicos a jubilados, condicionados a un voto favorable. Lo mismo ocurriría con el pago de dinero, en lugar de dar subsidios, o el Programa 'Zabota', de ayuda dirigida a las personas de bajos ingresos.
Verdussov considera que en el enfrentamiento electoral el llamado partido de la paz y el desarrollo se presentó dividido y por ello solo acuden representantes del partido de la guerra y la degradación. Los hay radicales y moderados.
El medio digital Boenoe Abazrenie estima que cualquier político que sea electo como jefe de Estado lidiará de inmediato con el alza de los productos, una devaluación de la grivna y el pago de una deuda de seis mil millones de dólares a acreedores externos.
Algunos candidatos prevén estrategias de cierre de todas las vías de transporte del país, para en caso de que Poroshenko quede fuera de la segunda vuelta, garantizar su arresto.
La publicación digital indica que es muy baja la popularidad del mandatario ucraniano en el Servicio de Seguridad y en el ministerio del Interior, cuyo jefe Arsen Abakov, prometió a Timoshenko que no permitiría irregularidad alguna.
Ningún candidato se preocupó por mostrar un programa alternativo para sacar a Ucrania del atolladero político (auge del fascismo) económico y social (pasó del lugar 63 al 112 en el índice mundial de bienestar) de esta república exsoviética.
Las jugadas para comprar votos, manipular los mecanismos automatizados y el conteo en los colegios son del conocimiento público, una verdadera carrera con obstáculos, sin chance para cambio sustancial alguno.
La mayoría de los analistas sitúa al comediante y showman Vladimir Zelensky como un seguro participante en una casi inevitable segunda vuelta, tras los comicios del 31 de marzo.
Zelensky, de acuerdo con las más recientes encuestas, supera el 24 por ciento de los votos, por encima del actual mandatario Piotro Poroshenko, quien casi empata en 17 puntos con la exprimera ministra Yulia Timosehenko, en una segunda posición.
El representante del Bloque Opositor-Por la vida, Yuri Boiko, y el exministro de Defensa y líder de Posición Cívica, Anatoly Gritsenko, completan el cuarteto de posibles aspirantes para enfrentar a Zelensky en el boletaje.
Una serie aparecida en 2015, 'Sluga Naroda' (Servidor del pueblo), sirvió de base para lanzar al estrellato político a Zelensky, quien interpreta al profesor de historia Vasili Goloborodsky, convertido en Presidente de pura casualidad.
Según los expertos, el electorado busca no solo nuevas caras, sino personas sin relación con lo que llaman en Ucrania Politikum, es decir, los turbios negocios de los políticos.
Poroshenko, Timoshenko, Boiko y Gritsenko en algún momento trabajaron en el gabinete o la administración de Viktor Yanukovich, el presidente depuesto mediante un golpe de estado, tras meses de protestas (Euromaidán), en febrero de 2014.
Ahora todos ellos, en apariencia, son contrarios a lo que defendía Yanukovich: una relación cuidadosa con Europa y, a la vez, la continuación de nexos beneficiosos con Rusia.
Pese a que nadie duda del paso de Zelensky a una segunda ronda, pocos les dan alguna posibilidad de convertirse en Presidente, pues la respuesta en las encuestas puede ser muy diferente a lo que se marca en la boleta al ir a las urnas.
De acuerdo con el diputado ucraniano Mustafa Naiem, el 70 por ciento del electorado potencial del comediante está en el rango de entre 18 y 44 años, pero el instituto KMIS señala que el 53 por ciento de las personas de 18 a 29 años no votará.
Tampoco lo hará el 38 por ciento de quienes está en el rango de entre los 30 a 44 años. Además, el 40 por ciento de los seguidores del actor vive en el sureste ucraniano, donde entre un 37 y 40 por ciento de los electores se quedará en casa.
En el caso de Poroshenko y Timoshenko, la mayoría de sus votantes está entre 45 y 59 años y en el segmento de más de 60. El 48 por ciento de quienes cuentan con entre 45 y 49 años se mostró dispuesto a acudir a las urnas y el 65 entre los de más de 60. Tanto Poroshenko como Timoshenko cuentan con su principal base de apoyo en la parte occidental ucraniana, donde el 80 por ciento de los electores promete votar el domingo.
De acuerdo con Andrei Ermolaev, del centro de Investigaciones 'Nueva Ucrania', si Zelensky enfrenta en segunda vuelta a Poroshenko, recabará el apoyo de Timoshenko, pero si el mandatario queda fuera, es posible una maniobra para sabotear los comicios.
El politólogo Alexander Vedrussov estima que Poroshenko cuenta con unos 500 millones de dólares del presupuesto a su disposición, pues el dinero lo puede canalizar mediante programas sociales dirigidos para obtener a cambio votos a su favor.
Así, puede efectuar pagos únicos a jubilados, condicionados a un voto favorable. Lo mismo ocurriría con el pago de dinero, en lugar de dar subsidios, o el Programa 'Zabota', de ayuda dirigida a las personas de bajos ingresos.
Verdussov considera que en el enfrentamiento electoral el llamado partido de la paz y el desarrollo se presentó dividido y por ello solo acuden representantes del partido de la guerra y la degradación. Los hay radicales y moderados.
El medio digital Boenoe Abazrenie estima que cualquier político que sea electo como jefe de Estado lidiará de inmediato con el alza de los productos, una devaluación de la grivna y el pago de una deuda de seis mil millones de dólares a acreedores externos.
Algunos candidatos prevén estrategias de cierre de todas las vías de transporte del país, para en caso de que Poroshenko quede fuera de la segunda vuelta, garantizar su arresto.
La publicación digital indica que es muy baja la popularidad del mandatario ucraniano en el Servicio de Seguridad y en el ministerio del Interior, cuyo jefe Arsen Abakov, prometió a Timoshenko que no permitiría irregularidad alguna.
Ningún candidato se preocupó por mostrar un programa alternativo para sacar a Ucrania del atolladero político (auge del fascismo) económico y social (pasó del lugar 63 al 112 en el índice mundial de bienestar) de esta república exsoviética.
Las jugadas para comprar votos, manipular los mecanismos automatizados y el conteo en los colegios son del conocimiento público, una verdadera carrera con obstáculos, sin chance para cambio sustancial alguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario