Si queremos realmente combatir el terrorismo, trabajemos por la paz; no se combate el terrorismo haciendo sonar los tambores de la guerra. Al contrario, es lo que quieren precisamente, una reacción simétrica para que entonces…a comenzar la rueda, siempre haya un crédito de sangre que reclamar.
Por eso creo que es importante que reaccionemos profundamente acerca de estas cuestiones. Y traerles, por sobre todas las cosas, la certeza de que si esta Asamblea, si estas Naciones Unidas recupera su liderazgo, si esta Asamblea recupera su mandato ante la inobservancia por parte de muchísimos países de los derechos internacionales que sí le aplican a otros pero que no reconocen para ser aplicados a ellos mismos, estoy segura que habremos contribuido fuertemente en la construcción de la paz, en la lucha contra el terrorismo en la cual nadie va a estar ausente pero, fundamentalmente, en dejarles a nuestros hijos un mundo mucho mejor del que hoy tenemos.
Porque y para finalizar, quiero recordar que el año pasado, los problemas eran otros, el año pasado se hablaba de otros problemas y de otros peligros en materia de seguridad.
Hoy han cambiado, los que ayer eran malos, hoy no parecen tan malos; los que ayer tenían que ser invadidos y arrasados, hoy parece ser que están colaborando para el ISIS desaparezca.
Y mañana, primero fue Al Qaeda, y pregunto yo Al Qaeda y los talibanes, dónde aparecieron, de dónde sacan las armas, de dónde sacan los recursos. Mi país no produce armas, quiénes son los que les venden las armas.
Luego aparecieron los que iban a ser la Primavera Árabe y que finalmente resultaron no ser tan primavera, sino más bien algo de otoño y casi un invierto, en el cual pasaron de luchadores por la libertad también a personas que, bueno, que merecían ser perseguidas y encarceladas.
Ahora es el ISIS, este nuevo engendro que ha aparecido terrorista degollando gente por televisión en verdaderas puestas en escena que uno se pregunta cómo, desde dónde, porque permítanme, me he tornado absolutamente desconfiada de todo después de ver todas las cosas que han pasado. Y que las cosas que pasan por televisión en las series que tanto nos entretienen y nos divierten, son pequeñas ficciones al lado de la realidad que tenemos que vivir hoy como mundo.
Por eso, es bueno que nos preguntemos cómo va in crescendo esto y cómo van surgiendo cada vez más y mayores problemas, que le hacen decir al Papa que estamos viviendo prácticamente una tercera guerra.
Es cierto, una tercera guerra que ya no es de las guerras convencionales que vivimos en el siglo XX, sino que son guerras focales en donde realmente las únicas víctimas terminan siendo las poblaciones civiles.
Por eso, dentro de unos instantes, en el Consejo de Seguridad en el cual temporalmente formamos parte, queremos plantear algunas de estas cosas, algunos interrogantes. No tenemos certezas, no tenemos verdades absolutas, pero tenemos muchos interrogantes y queremos preguntárselos a aquellos que poseen mucha más información que nosotros, muchos más datos que nosotros, que cuentan con redes de información mucho más profundas que mi país.
No sea cosa de que de tanta información, de tantos datos se tenga mucha información pero realmente se sepa mucho, pero realmente se comprenda poco de lo que pasa. Porque hay que comprender lo que está pasando para poder encarar una resolución definitiva.
Agradezco profundamente una vez más la voluntad política de los países, de los 124 países que acompañaron la Resolución 68/304. Sé, como todos lo saben, de que hubo presiones también para que no tuviéramos ese número o para que no hubiera votación, pero creo que el ejercicio del multilateralismo práctico, efectivo y democrático de esa Resolución, demuestra que no todo está perdido. Por el contrario, está en las manos de cada uno de nosotros, de cada uno de nuestros países abordar la solución real y efectiva de los problemas que hoy tiene el mundo.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.
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