 Durante la reciente visita del ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallim, a Moscú los dos países manifestaron su compromiso de luchar hasta eliminar el terrorismo en Siria y la región y descartaron cualquier diálogo con estos grupos. Rusia se ha comprometido en suministrar nuevos y más avanzados sistemas militares a Siria, incluyendo el sistema de defensa antiaérea S-300 de gran efectividad frente a aviones, drones y misiles de crucero.
“Hemos dejado claro a Rusia que queremos adquirir armas avanzadas”, dijo Muallim. Rusia se ha mostrado receptiva a esta petición y un portavoz del Ministerio de Exteriores ruso manifestó hace varias semanas que Moscú continuará su cooperación militar con Damasco.
Rusia e Irán son las principales fuentes de armas para Siria. El Instituto Suizo de Investigaciones para la Paz señaló en su informe anual de 2013 que Rusia es “el principal suministrador de armas a Siria desde hace décadas”. Consejeros militares rusos están también presentes sobre el terreno con el fin de entrenar a los militares sirios en el manejo de este armamento.
 Varios medios han señalado también que Rusia está dispuesta a entregar armas cualitativamente más avanzadas para ayudar al Ejército sirio a luchar contra el terrorismo. Rusia es consciente del uso que algunos países occidentales y de la región hacen del terrorismo con el fin de cambiar gobiernos independientes y amigos de Rusia, y la entrega de armas a Siria es la mejor forma de abortar tales complots no sólo en Siria sino en toda la región.
Expertos militares rusos se han reunido recientemente con una delegación de expertos militares sirios que han planteado la necesidad que el Ejército sirio tiene de armas y municiones que sirvan como factor decisivo en las batallas urbanas y en la lucha contra las fortificaciones, como sucede en Jobar o Alepo. Ambas partes se pusieron de acuerdo en un inventario de armas y municiones avanzadas de alta tecnología y de sistemas de vigilancia que permitan detectar y rastrear los movimientos de los grupos terroristas desde largas distancias y en diferentes terrenos geográficos y condiciones climáticas, y que puedan ser utilizados por la noche y el día.
La primera arma en llegar a Siria en este sentido fue el vehículo desminador UR 77, que es utilizado para limpiar campos de minas e ingenios explosivos situados en calles y entradas de edificios. El vehículo puede abrir así una ruta de 100 metros de largo y 6 metros de ancho en campos minados y es capaz asimismo de destruir fortificaciones, abriendo agujeros en el hormigón, y túneles. Este arma fue ya utilizada con éxito en Jobar.
Siria posee también uno de los misiles anti-buque más efectivos, el Yajont, que pesa tres toneladas, posee una cabeza explosiva de 300 kgs y es capaz de alcanzar blancos situados a unos 300 kms. El misil viaja hacia el blanco a una velocidad de tres veces el sonido y puede maniobrar volando a una altitud elevada o a un metro del nivel del mar. Este misil sirve para proteger así la costa siria frente a la presencia de buques hostiles.
 El Ejército sirio también recibirá una nueva versión del misil antitanque Kornet con un alcance de hasta 10 kms y que viaja automáticamente hasta el blanco sin necesidad de corrección en su trayectoria. La posesión por parte del Ejército sirio de este misil le permitirá destruir todo tipo de vehículos de los grupos terroristas desde largas distancias y rebaja también la necesidad de utilizar tanques, que alcanzan objetivos mediante disparos realizados a corta distancia.
Siria ha llevado, por su propia cuenta, una modernización de algunos sistemas militares como el tanque T-72 para incrementar su protección frente a los lanzagranadas como el RPG-7 y otros y aumentar la capacidad de su cañón. Los sirios han llevado a cabo también un proceso de modernización de sus aviones MIG-29 con ayuda de expertos rusos. El país dispone de un número de aviones de este tipo, conocidos por llevar a cabo múltiples funciones de combate, situado entre los 22 y los 84 aparatos. El Ejército ha modernizado además sus helicópteros y su capacidad de combate.
Estas y otras armas fortalecerán la capacidad del Ejército sirio para destruir y eliminar a los grupos terroristas y recuperar la totalidad del territorio que éstos todavía ocupan. Éste es un objetivo que ha sido acordado por las direcciones políticas de Siria y Rusia. |
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