martes, 9 de febrero de 2016

El futuro presidente de los Estados Unidos será el socialista Bernie Sanders


Hasta hace unos meses nadie se imaginaba que Bernie Sanders, de 73 años, senador de Vermont, podría poner en peligro las pretensiones de Hillary Clinton, se daba por descontado en los EE.UU. que la carrera presidencial era ganada gracias al apoyo de los medios de comunicación y el gobierno. Sin embargo, Sanders sorprendió a todos al empatar con la ex primera dama y  ex Secretario de Estado en el primer estado en que se realizaron las votaciones camino al sillón presidencial. 

La visión de la Sanders fue muy bien descrito por la revista digital Carta Maior: 

"Cabello blanco, cuerpo tenso en una traje negro al menos un número encima del ideal, lentes simples de aro blanco, sin corbata, el candidato celebró un acto en la primera semana de julio en una reunión con 10.000 espectadores en el Coliseo Memorial de los Veteranos en Madison, Wisconsin. La ciudad no fue elegida por casualidad. Es una de las joyas de la corona de la derecha estadounidense, el escenario principal de la batalla entre el gobernador de Scott Walker, con el apoyo del movimento ultraconservador Tea Party, y los sindicatos, debido a la plataforma de austeridad fiscal y Estado mínimo defendida por el republicano, uno de los 16 candidatos oficiales de la oposición en la carrera para el próximo año de la Casa blanca. 

"Hoy hemos hecho historia. Ningún comicio de esta campaña reunió tanta gente en un solo evento. Ayer, llegué a la ciudad y los anuncios republicanos me identificaron como el extremista de Vermont. Extremista es quien niega el derecho de los trabajadores a negociar en la mesa mejores condiciones de trabajo. Es el que dice a las mujeres que no son capaces de decidir lo mejor para sus propios cuerpos. Es el que los trata como niños con la denegación del derecho de acceso a los anticonceptivos. Es el que corta los impuestos multimillonarios y se niega a aumentar el salario mínimo, "dijo." 

¿Por qué debería ganar Sanders?

La propia elección de Barack Obama fue un voto de protesta de la mayoría de la población de Estados Unidos, no fue un voto de conciencia negro, según lo declarado por los medios de comunicación. "El pueblo estadounidense sabe que es dominado y oprimido por una élite económica formada por 200 familias. Esta pequeña casta en gran medida sionista domina Wall Street, el sistema financiero, la industria de defensa, petróleo, productos farmacéuticos, la industria del cine, la prensa, entre otros, y domina el Congreso de Estados Unidos, cuya mayoría de políticos es una de las más bizarras del mundo. " 

¿Por qué bizarra? 

"Porque es una mayoría de políticos sin noción, que prefiere destinar dinero de los impuestos a las guerras en varias partes del mundo en vez de crear un sistema de salud gratuita para los pobres. La mayoría de la gente no sabe, pero todos los días mueren decenas de personas y en los Estados Unidos docenas por falta de atención médica básica. El estadounidense que no tiene un seguro de salud muere a causa de enfermedades simples como los resfriados y la gripe. 

" La candidatura de Bernie Sanders está tocando justamente esas necesidades. "Las personas que escuchan sus palabras saben que dice la verdad, por lo que los principales canales de televisión en los EE.UU. y Brasil tratan de burlarse de él porque no le pueden enfrentar.

"Considerando que existe una gran población compuesta por los conservadores, muchos movimientos de la extrema derecha, la victoria de Sanders no sería impensable?  Hablé en Texas con los veteranos de guerra y me dijeron que votarán por Sanders, no porque sea socialista, sino porque es el enemigo de los parásitos internacionales del sistema financiero de Wall Street.

La victoria de Sanders  puede ocurrir a pesar de la violenta campaña de los medios de comunicación en contra de él. "El poder financiero de los bancos y el lobby de las grandes corporaciones que financian la mayoría de los políticos estadounidenses son partes importantes en esta batalla, pero Sanders cuenta con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses. Y cuando sea elegido, se enfrentará a un poder mucho mayor y devastador: la industria bélica de Estados Unidos que corrompe la mayorñia de los militares de más alto rango del país. 

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